Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha defendido la creación de la Sareb, que se produjo durante su etapa al frente del Ministerio de Economía, a pesar de que el Gobierno se ha visto obligado este año a sumar 35.000 millones de euros de su deuda pendiente a la deuda pública.
"Ha sido una ayuda fundamental y está detrás de la recuperación del sector bancario español", ha apuntado durante el XXXVIII seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y BBVA en Santander. Y, de hecho, "la reforma del sistema bancario está detrás de la mejora de comportamiento de la economía española".
De Guindos responde así a las palabras de Nadia Calviño, actual titular del Ministerio de Asuntos Económicos, que en este mismo foro apuntó el pasado lunes que la Sareb era "una herencia de la crisis financiera", pasando la pelota al actual vicepresidente del BCE. "No voy a entrar en comparación de herencias porque creo que es evidente", ha aseverado.
"Losa" para las cajas
En opinión de De Guindos, los bancos malos han sido una fórmula utilizada en muchos rescates bancarios y, con todo, ha apuntado que "en lo que fue la situación española el problema no es Sareb, teníamos millones de créditos dudosos y mal valorados, eran una losa tremenda para las antiguas cajas".
En relación con los 35.000 millones que el Gobierno ha tenido que sumar a la deuda pública por Sareb, De Guindos ha defendido que es deuda "que no hay que emitir", por lo que "no afecta a los planes del Tesoro".
Además, confía en que se vayan vendinedo los activos de la cartera inmobiliaria de Sareb para poder reducir ese impacto sobre las cuentas públicas. "El sector inmobiliario no está afectado. Si se mantiene Sareb podría reducir esos 35.000 millones", ha dicho.
Despidos de la banca
De Guindos también se ha referido a los procesos de despidos colectivos que está llevando a cabo la banca como consecuencia de la pandemia y algunos procesos de consolidación como los que han negociando o están en proceso en Santander, BBVA, CaixaBank o Ibercaja, al ser preguntado por las críticas vertidas por el Gobierno al respecto.
"Cuando se lleva a cabo un proceso de consolidación se sabe que lo que se está pretendiendo es intentar reducir los costes y el exceso de capacidad", ha señalado De Guindos preguntado por las críticas del Gobierno a los sueldos y los ajustes de empleo de los bancos.
En su opinión, estos procesos implican "despidos que se tienen que producir con el mínimo coste social", así como "cierres de oficinas". "A priori la consolidación que se está produciendo se sabe cuál es la finalidad, una eliminación de costes y del exceso de capacidad", ha añadido.
Por otra parte, preguntado por la recomendación del BCE a los bancos de no pagar dividendo, que pende sobre el sector financiero desde abril de 2020, De Guindos ha abierto la puerta a que se levante a partir de julio si la situación económica continúa mejorando.