Si algo ha marcado a los bancos españoles en 2021 han sido los fuertes procesos de reestructuración de plantilla que han puesto en marcha. En un plazo de apenas doce meses, las entidades han firmado con los sindicatos seis grandes Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que se van a llevar por delante 16.563 puestos de trabajo en el sector. Un redimensionamiento que va acompañado del cierre de unas 4.000 sucursales y, en consecuencia, del traslado de cientos de trabajadores a otra oficina del país.
A la hora de poner sobre la mesa un despido colectivo, cada entidad estima cuántos empleos se encuentran afectados en las sucursales de cada provincia, pero esta cifra puede cambiar a lo largo de la negociación con los sindicatos, dado que la adscripción al ERE suele ser voluntaria. Así, los empleados de algunas oficinas que van a cerrar no dejan el banco, mientras que otras sucursales se quedan con más vacantes de las que se había fijado inicialmente. Una situación que conlleva el traslado de empleados a otras provincias, algo inevitable teniendo en cuenta que, al ser plantilla de las oficinas, no todos pueden ser reubicados en puestos de trabajo en remoto.
En los acuerdos de los ERE, direcciones y sindicatos pactan las indemnizaciones que se abonan a los trabajadores que son finalmente trasladados. La gran mayoría opta por fijar un importe por kilómetro de traslado (con un mínimo de 25 kilómetros), mientras que otros establecen una prima de pago único y algunos prefieren un sistema híbrido.
Traslado de 50 kilómetros
De acuerdo con las indemnizaciones pactadas en los seis últimos grandes ERE y tomando como referencia un traslado a una oficina que se encuentre a 50 kilómetros del puesto de trabajo original (umbral elegido para la comparativa al ser el mínimo que compensan algunos bancos), con dos trayectos diarios y 21 días de trabajo al mes (teniendo en cuenta los festivos), las entidades que más compensan a sus trabajadores son Santander, Sabadell y BBVA, si bien la situación de cada trabajador es única.
En su último ERE, Santander se comprometió a abonar un importe de 0,19 euros por kilómetro para distancias entre 26 y 100 kilómetros, con primas que se pagan de una sola vez de entre 2.500 y 5.000 euros dependiendo de la distancia, criterio que también se aplica para el plazo máximo de pago, que es de entre cuatro y seis años. Con las condiciones antes descritas, el empleado podrá llegar a cobrar más de 21.000 euros en esos cuatro años. No habrá desplazamientos entre islas ni entre la Península y Ceuta y Melilla.
En cuanto a Sabadell, la indemnización consiste en un pago de 0,25 euros por kilómetro para distancias sin cambio de residencia de entre 25 y 100 kilómetros por cada día de trabajo con presencia efectiva en el nuevo puesto durante un máximo de tres años. Esto implica un pago máximo en ese plazo de casi 19.000 euros en las condiciones antes señaladas.
En el caso de que se produzca un cambio de residencia o de isla o bien afecte a Ceuta y Melilla, la compensación será de un pago único de 7.000 euros más 700 euros al mes durante tres años. En el acuerdo se especifica que esta medida se aplicará como máximo para cincuenta personas.
BBVA, por su parte, compensa con 0,24 euros por kilómetro por cada día de trabajo presencial en el nuevo centro de trabajo para distancias entre 25 y 100 kilómetros durante tres años (tras este plazo, si no hay una vacante más cercana pasará a establecerse allí su puesto sin compensación). Según las anteriores condiciones, el pago máximo sería de algo más de 18.000 euros en el total de esos tres años.
Para distancias mayores sin cambio de residencia a la compensación se le añade pago único de 1.000 euros y en el caso de que exista cambio de vivienda se pagarán 500 euros al mes durante tres años para distancias de 25 a 100 kilómetros y durante cuatro años para entre 100 y 250 kilómetros. En el caso de que la distancia sea mayor o implique cambio de isla o afecte a Ceuta y Melilla, la compensación será un pago único de 4.000 euros más 500 euros mensuales durante seis años.
En el caso de Unicaja, para distancias hasta 50 kilómetros la compensación es de 0,19 euros por kilómetro durante tres años más una prima de 1.500 euros (pago único) y lo mismo pero con un pago superior, de 3.000 euros, para traslados hasta 100 kilómetros.
Para distancias de 100 a 250 kilómetros, se pagarán 18.000 euros más una ayuda de vivienda de 700 euros mensuales durante tres años. Con las condiciones antes descritas, saldría un máximo algo superior a 17.000 euros en todo el periodo.
Pagos únicos
Por su parte, CaixaBank e Ibercaja no establecen un precio por kilómetro, sino un importe fijo. En la primera entidad la compensación pactada para traslados -que son voluntarios- es de 200 euros mensuales durante cuatro años para distancias entre 25 y 40 kilómetros cuando se produzcan en la tercera fase del ERE. A partir de ese periodo el empleado tendrá un derecho de retorno preferente dentro de un radio de 25 kilómetros.
En el caso de que el traslado se realice en la fase quinta del ERE, la compensación será la que se firmó en el ERE de 2019, es decir, 9.000 euros para distancias de 26 a 50 kilómetros durante tres años (unos 250 euros al mes) y 18.000 euros las de entre 51 y 75 kilómetros el mismo periodo (500 euros al mes).
En el caso de Ibercaja, las movilidades también empiezan a contar desde 50 kilómetros y se compensan con primas de entre 8.500 y 28.000 euros, dependiendo de la distancia, a lo que se suman 1.000 euros más si se cambia de residencia.
Estos traslados se efectúan teniendo en cuenta el lugar de residencia del empleado para que el desplazamiento sea el mínimo posible, pero si no le convence optará a una extinción de contrato con una indemnización que en algunos bancos es de 40 días por año trabajado, aunque otros establecen las condiciones del colectivo de edad del empleado de las que se benefician los que abandonan la entidad con el ERE.