BBVA ya está poniendo en marcha los engranajes de sus planes de recomprar el 10% de sus acciones con parte del capital generado tras la venta de su filial de Estados Unidos y prevé comenzar a efectuar las compras no antes del cuarto trimestre.
Así lo ha explicado Jaime Sáenz de Tejada, director financiero de la entidad, durante la presentación de resultados del banco, que será la última en su caso dado que pasará a ser el responsable de Riesgos y ocupará su puesto Rafael Salinas.
La recompra se llevará a cabo por tramos y, según ha apuntado Sáenz de Tejada, existe una limitación al número de acciones que se pueden comprar al día.
La operación, en todo caso, está sujeta a recibir la autorización por parte de los supervisores, así como del propio consejo de administración. "En la medida en que la liquidez de los mercados no ha sido muy profunda estos últimos meses, el monto de compras no puede ser muy alto", ha añadido.
En todo caso, ha señalado que se podría realizar la compra de ese primer tramo dentro de "dos o tres meses", por lo que la operación "podría comenzar en el cuartro trimestre y seguir comprando acciones en el siguiente".
Sin preocupación por la deuda
Por su parte, Onur Genç, consejero delegado de la entidad, ha explicado que en el banco no están muy preocupados por el aumento de la deuda pública que se ha producido en España, dado que su evolución es "mejor" de la esperada.
"Está alta, pero hay otros países en la Unión Europea con mayores niveles. Nuestro foco debería estar en el crecimiento, en utilizar esta expansión fiscal, el crecimiento de la deuda, en términos de crecimiento. ¿Estamos preocupados? No, estamos haciendo lo que debemos hacer como país, en mi opinión", ha apuntado.
Como ha explicado, lo importante ahora es utilizar esa expansión fiscal y los fondos europeos "para ampliar el crecimiento económico del país" y, en este sentido, ha señalado que en el banco ven "señales relativamente positivas".
Genç espera que el pico de la morosidad se alcance el próximo año, si bien considera que BBVA ya ha provisionado lo suficiente para hacerle frente. En su opinión, más que los créditos morosos es necesario mirar al coste de riesgo, que espera que esté por debajo de 40 puntos básicos al cierre del ejercicio.