José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), lamenta que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haga públicas las aperturas de expedientes a las empresas porque genera una "pena de telediario" y un "daño reputacional" que es "irrecuperable".
Roldán ha salido al paso de las preguntas sobre el expediente abierto por la CNMC a Sabadell, Santander, Bankia y CaixaBank por la concesión de los créditos ICO, tras las sospechas de que hayan realizado ventas cruzadas y reestructuraciones de deudas anteriores aprovechando esta financiación.
El presidente de la patronal ha querido compartir una "reflexión personal" por su pasado en el lado regulador (fue director de Regulación del Banco de España) al respecto durante el XXXVIII seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y BBVA en Santander.
"Incómodo"
"En el ámbito de Competencia es norma general informar de la apertura de expedientes sancionadores, pero me siento tremendamente incómodo con hacer públicas las aperturas de expedientes sancionadores".
En su opinión, esta situación genera "pena de telediario". "Le estás haciendo un daño al administrado que no vas a poder resarcir pase lo que pase", ha dicho, razón por la cual cuando estaba en el lado regulador siempre era "partidario" de mantener la discrección con las aperturas de expedientes.
Con todo, ha defendido que los bancos no cometieron irregularidades o, al menos, no en general. "Estoy seguro de que los bancos de la AEB lo han hecho bien. Más allá de casos puntuales, han actuado bien y así se demostrará", ha apuntado.
En su intervención, ha achacado la mala reputación del sector financiero al hecho de que la sociedad cada vez es más exigente. "Tenemos que ser capaces de entender el entorno en el que estamos y que cualquier cosa que quede por debajo de la excelencia es absolutamente insuficiente", ha apuntado al respecto.
Para Roldán, es un hecho "objetivo" que "sin el sector [financiero] no hubiera habido solución" a la crisis de la pandemia, dado que la banca ha concedido financiación por 100.000 millones de euros (con garantías estatales) a empresas en problemas.