Bankia abre la puerta a las fusiones. El consejero delegado de la entidad, José Sevilla, ha explicado que la crisis y la flexibilidad del Banco Central Europeo (BCE) generan un "caldo de cultivo" propicio para este tipo de operaciones, sin descartar que el banco participe en el nuevo proceso de consolidación.
"Ya veremos nuestro papel, ya hemos sido protagonistas con EBN y ahora tenemos que ver nuestra situación relativa en el mercado y, en función de eso, en la medida de que haya opciones o no, tomaremos las decisiones correspondientes", ha explicado Sevilla durante la presentación de resultados del banco.
En este contexto, el directivo sí ha querido dejar claro que "somos favorables a las fusiones", siempre que estas "tengan lógica industrial y financiera" en un entorno de tipos negativos en el que la rentabilidad del sector se ha visto seriamente afectada en los últimos años.
Sevilla ha matizado que Bankia puede mejorar su rentabilidad sin necesidad de una integración. "El volumen de ingresos ha crecido frente al trimestre anterior y estamos trabajando en mejorar la rentabilidad. Es cierto que las provisiones va a lastrar ese crecimiento, pero creo que Bankia es una banco con capacidad para ser rentable en el contexto actual, teniendo en cuenta que ya estamos acostumbrados a trabajar en un entorno de tipos negativos".
Respecto al futuro de su dividendo, y tras el veto del BCE hasta el 1 de enero de 2020, el número dos del banco asegura estar "tranquilo" con la posición de solvencia y capital de la entidad, con un colchón sobre requisitos mínimos regulatorios que ha cifrado en 660 millones de euros.
En este sentido, considera que la entidad decidirá en a final de año, "cuando tengamos una visibilidad más clara sobre la evolución de la economía", su política de remuneración al accionista, aunque no renuncia al objetivo en el plan estratégico de repartir un pago extraordinario de 2.500 millones de euros.
"No renunciamos a nada, nuestra intención es poner en valor para los accionistas el exceso de capital", sentencia Sevilla, recordando que las recomendaciones del BCE también aplican a Bankia y a BFA. Pese a defender la posición de prudencia del organismo comandado por Christine Lagarde, el consejero delegado de Bankia se ha posicionado junto a otros directivos del sector, al criticar que "lo razonable es que la política de dividendos de cada entidad se vaya diseñando en función de los niveles de capital".
Previsiones paradas por la crisis
Precisamente, Sevilla también ha dejado la puerta abierta a retrasar la nueva hoja de ruta de la entidad hasta la segunda mitad de 2021, a la espera de tener más datos sobre el impacto de la pandemia en la economía.
Sobre este 'golpe' a las cuentas de la entidad, con una caída del beneficio del 64,4% durante el primer semestre, el directivo ha descartados pérdidas a final de año. "Estamos viendo un segundo semestre positivo, con margen de intereses más altos y subida de las comisiones", indica. Según los cálculos del director financiero de la entidad, Leopoldo Alvear, Bankia podría cerrar la segunda parte del año con un beneficio similar al registrado de enero a junio.
Desde la entidad se muestran prudentes, no obstante, sobre sus previsiones al ligar todo a la evolución de la economía y de factores como el previsible aumento del desempleo de los clientes y de las solicitudes de moratorias, con las que prevén un aumento de la morosidad de aquí a 12 meses cuando la medida termine.
Medidas del Gobierno
Sevilla reconoce que medidas como estas moratorias en hipotecas y consumo, así como los avales del ICO, han ayudado al sector a mantener de momento la morosidad a raya. Sin embargo, considera que extender ayudas como los avales hasta diciembre "no es un tema crucial". En el caso concreto de Bankia, la entidad aún cuenta con margen para seguir financiando a empresas hasta septiembre con las líneas ya otorgadas.
En este sentido, el consejero delegado de Bankia se ha alineado con otros directivos del sector a favor de más ayudas directas para las empresas afectadas por la crisis. Según ha explicado, el fondo aprobado por Europa tiene el objetivo de apoyar el crecimiento económico mediante dos ejes: la digitalización y la economía sostenible. "Hay un tercer punto que estaba en el borrador y que sería muy importante llevar a cabo, que es el fortalecimiento de la solvencia de las entidades", advierte.
Sevilla reconoce que, como consecuencia de la crisis, la estructura financiera de las empresas será más débil "y hay que pensar en cómo impulsar la recapitalización en estas compañías viables con capacidad para generar valor a futuro". Según explica, el fondo de 10.000 millones creado por el Gobierno cuya gestión está a cargo de la SEPI, "se orienta más a empresas grandes y lo que debemos estudiar es cómo recapitalizar a las pymes de este país. Esta línea de trabajo es muy importante para asegurar el equilibrio en el terreno de juego de Europa".