Ni Ana Botín, ni Carlos Torres, ni Francisco Reynés, ni Ignacio Sánchez Galán, ni José María Álvarez-Pallete acudieron a una cita que se presumía importante. No tanto por el reencuentro como por el significado que tiene para Europa apostar por la reindustrialización, la soberanía estratégica y el avance en la unidad de mercado entre los socios europeos. 

Ninguno de esos alicientes fue suficiente para atraer a los 'grandes patronos' del selectivo, que siguen muy molestos por los ataques vertidos contra ellos en la pasada legislatura y durante los últimos comicios. Así que a falta de esas caras, Sánchez tuvo que conformarse con empezar el deshielo con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, a quien se dirigió en numerosas ocasiones de forma cariñosa y con quien exhibió una buena sintonía en los momentos previos al encuentro. 

[Sánchez busca ahora acercarse a los empresarios en un acto para hablar de la competitividad europea]

"Querido Antonio", "Antonio, permíteme que te tutee", decía Pedro Sánchez antes de explicar que el próximo 6 de octubre la Presidencia Española de la UE presentará en el Consejo Europeo de Granada Resilient EU2030, un plan con el que reforzar el liderazgo global de Europa en sectores como la energía, la tecnología digital, la salud y la alimentación. 

Para ello, Sánchez aboga por lograr que Europa responda en una doble dirección. Por un lado, fortaleciendo las capacidades productivas y reduciendo la dependencia de algunos sectores y, por el otro, apostando por una economía global y abierta que permita mantener las relaciones comerciales y el comercio mundial a pleno rendimiento. 

Bienestar y seguridad

De lo que se trata es de "blindar" el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos sin que eso signifique que "deba empezar a producir dentro de sus fronteras todo lo que actualmente trae de fuera". Al revés, dijo, "debemos ser estratégicos y centrar los esfuerzos en los bienes, servicios y materias primas en los que ya somos competitivos a nivel mundial". 

Una estrategia compartida en buena medida por los allí presentes, entre quienes se encontraban los presidentes de las tres empresas públicas cotizadas: Indra, Marc Murtra; Redeia, Beatriz Corredor, y Enagas, Antonio Llardén. Junto a ellos también estaban el presidente de EY, Federico Linares; el CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle; el presidente de Gestamp, Francisco J. Riberas, y el presidente de Microsoft España, Alberto Granados, entre otros. 

El presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez (2d), junto al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (2i) y a los ministros en funciones Jose Manuel Albares (i) y Teresa Ribera (d), antes de presentar la propuesta estratégica de la Presidencia española de la UE para fortalecer la seguridad económica y el liderazgo global de la UE en esta década, este viernes en la sede de la CEOE en Madrid. Daniel González EFE

Sánchez acudía a la clausura de un evento organizado por la CEOE y la patronal Business Europe, en el que algunos de los empresarios también dieron su opinión sobre cuál debe ser la visión de la Unión Europea en los próximos años. Es el caso de Alberto Granados, quien reclamaba que ante el avance de la Inteligencia Artificial se "elimine el miedo" pero se "exijan responsabilidades y transparencia" a las empresas. 

¿Cuál es el objetivo de esa solicitud? Básicamente que quede claro qué cosas están hechas a través de Inteligencia Artificial y cuáles no. Un diagnóstico similar al que mantuvo el presidente de Gestamp, Francisco Riberas, quien consideraba que la Unión Europea debe apostar por proteger a su industria y modernizarla de cara al futuro. 

"Estamos hablando, además, del tipo y la calidad del empleo" que queremos en los próximos años, dijo.