El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, el pasado 13 de abril en la Junta de Accionistas de Ferrovial.

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, el pasado 13 de abril en la Junta de Accionistas de Ferrovial. Europa Press.

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España negocia con Países Bajos el tratado de doble imposición en pleno traslado de Ferrovial a Ámsterdam

Ferrovial culmina el traslado de su sede a Ámsterdam, donde comienza a cotizar. La operación ha generado una fuerte polémica política y empresarial.

16 junio, 2023 03:26
Alberto Ortín Laura Piedehierro

España negocia en la actualidad con Países Bajos el Convenio de Doble Imposición acordado entre los dos países a principios de los años setenta del pasado siglo, en pleno traslado de Ferrovial a Ámsterdam.

La constructora española ha comenzado este viernes a cotizar en la bolsa holandesa, al mismo tiempo que en la española, tras haber acordado el traslado de su sede de Madrid a Ámsterdam.

La multinacional presidida por Rafael del Pino asegura que la medida persigue una mayor exposición en los mercados internacionales, y poder cotizar de forma directa, previsiblemente antes de fin de año, en Estados Unidos, donde el grupo tiene depositadas sus mayores esperanzas de crecimiento.

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En el folleto enviado por la compañía al regulador holandés del mercado, consultado por este periódico, Ferrovial revela que España y Países Bajos están ahora negociando el Convenio de Doble Imposición.

"Posibles enmiendas al convenio para evitar la doble imposición entre Países Bajos y España puede proporcionar menos beneficios a la sociedad y a sus accionistas, lo que puede dar lugar a efectos fiscales adversos", advierte Ferrovial en la documentación remitida al regulador holandés.

El convenio para evitar la doble imposición entre los dos países, celebrado el 16 de junio de 1971 "actualmente se está renegociando", informa la compañía. "El tratado fiscal existente prevé reglas que reducen o eliminan la doble imposición fiscal sobre los ingresos obtenidos por los residentes de cualquiera de los países en el otro país", explica.

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"En consecuencia", añade Ferrovial, "la compañía y sus accionistas pueden actualmente, bajo los términos del tratado fiscal existente, tener derecho a beneficios fiscales, tales como la exención de ciertos impuestos sobre la renta, tasas impositivas reducidas y otros beneficios". 

La renegociación de los términos del convenio podría dar lugar a "un nuevo tratado o uno modificado que difiera del tratamiento fiscal actual", señala el grupo. Algo que podría conducir "potencialmente a consecuencias fiscales adversas para la compañía o sus accionistas, o para ambos", admite.

La decisión de Ferrovial de trasladar su sede ha generado una fuerte polémica política y empresarial. Desde el Gobierno se ha criticado con dureza la medida, llegando a proferir ataques personales y sosteniendo que la medida realmente obedece al deseo de Ferrovial y la familia Del Pino de pagar menos impuestos.

La multinacional admite en su folleto de salida a Bolsa en Países Bajos que la medida del traslado puede dañar su imagen en España. Y también contempla la posibilidad de que el Ministerio de Hacienda concluya que el cambio de sede únicamente persigue beneficios fiscales y se aseste un golpe a las plusvalías obtenidas, algo de lo que ya ha advertido la Agencia Tributaria.

Subida del 11%

Fue el 28 de febrero, coincidiendo con la publicación de sus resultados, cuando Ferrovial comunicó al mercado que tenía previsto llevarse su sede social de España a Países Bajos y cotizar allí como paso previo a hacerlo en el mercado estadounidense, su gran objetivo final.

Desde entonces, y teniendo en cuenta el precio de cierre de la sesión de este jueves, las acciones de la compañía han repuntado casi un 11%. Dicho avance le ha servido para acercarse a los 30,5 euros por título a los que cotizaba en febrero de 2020, sus máximos históricos.

Y ello a pesar del revuelo que causó su decisión, especialmente en el seno del Gobierno, así como en el regulador del mercado español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y en el operador, Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Desde estos tres frentes se ha insistido en numerosas ocasiones que no existía ningún impedimento para que una compañía cotice a la vez en el mercado español y en el estadounidense.

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Sin embargo, Ferrovial ha preferido que sus acciones ordinarias coticen en los tres mercados, rechazado la opción de los American Depositary Receipts (los conocidos como ADR) u otras fórmulas indirectas que sí utilizan otras empresas españolas.

Finalmente, fueron los accionistas de Ferrovial quienes el pasado 13 de abril pusieron fin a la polémica: refrendaron con una abultada mayoría los planes de traslado de la compañía que ahora comienza su andadura en el parqué de Ámsterdam.

Por ahora, en el español, Ferrovial ha acumulado una subida del 18,2% en lo que va de año.