Edificio de la empresa Abengoa en Madrid.

Edificio de la empresa Abengoa en Madrid.

Empresas

Abengoa, Ezentis, Room Mate… El portazo de la SEPI a sus rescates condena a las empresas al límite

De las 73 solicitudes presentadas, a un total de 43 empresas con dificultades económicas se les denegó la ayuda pública. 

5 septiembre, 2022 02:12
Sandra Tobar Noelia Ruiz

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) cerró el 30 de junio el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas con 30 operaciones de apoyo público temporal por un importe total de 3.255,8 millones de euros. Sin embargo, rechazó 43 peticiones de rescate que en las últimas semanas han llevado a empresas como las filiales de Abengoa y Ezentis a solicitar el preconcurso o directamente a pedir el concurso como Room Mate. 

La primera en caer fue Abengoa. Tan solo 48 horas después de que se notificara que no iba a recibir la inyección económica, un total de 27 filiales pidieron el preconcurso de acreedores. Entre ellas, Abenewco, la que agrupa los activos más importantes del grupo.

La matriz corrió peor suerte y, apenas tres días después, entró en fase de liquidación. El grupo había solicitado 249 millones para seis filiales y, además, contaba con una oferta del fondo estadounidense Terramar. Un socio que solo estaba dispuesto a hacer el desembolso si la SEPI ofrecía este respaldo económico. El organismo público consideró que "no estaba garantizado el reembolso del préstamo solicitado".

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Aunque desde Abengoa S.A. se recurrió la apertura de la fase de liquidación, el juez ha confirmado que sigue adelante y se prevé que próximamente se apruebe el plan de liquidación que ha elaborado el administrador concursal. Por su parte, el Gobierno ha convocado una mesa para "salvar lo que se pueda" de Abengoa.

En cuanto a las filiales, el consejo de Abenewco se ha renovado por completo. Por el momento, todas ellas siguen en preconcurso, a excepción de Abengoa Solar que pidió pasar a la fase de concurso para asegurar unos cobros externos

Room Mate

Después le siguió Room Mate. El pasado 24 de junio, la compañía fundada por Kike Sarasola solicitó el concurso de acreedores con el objetivo de garantizar la viabilidad y continuidad de su actividad empresarial. Unos meses antes, la SEPI ya les había notificado que su rescate (50 millones) quedaba denegado. 

Además, la hotelera reconoció que se ha visto fuertemente golpeada por la grave pandemia y por los litigios judiciales que mantiene la accionista Sandra Ortega con los bancos financiadores de Room Mate. Sin embargo, el futuro de la compañía es más positivo de lo que se podría pensar. 

Fachada de Room Mate.

Fachada de Room Mate.

Contra todo pronóstico, en menos de un mes el Juzgado de lo Mercantil número 14 de Madrid autorizó la venta del grupo al fondo Angelo Gordon y Westmon. Esta es la única oferta que había para comprar la compañía por cerca de 57 millones de euros. 

De estos, 53 millones corresponden a la asunción de pasivos laborales, saldo pendiente con proveedores, arrendamientos y deuda neta contraída.

Y los otros cuatro son la contraprestación ofrecida por la unidad productiva que incluye la explotación de 21 hoteles, según avanza 'Expansión'.

No están incluidos los dos hoteles que Room Mate operaba en EEUU (Miami y Nueva York), propiedad de Sandra Ortega, que decidió desahuciar a la cadena al exigir el pago del 100% de las rentas de alquiler por esos dos establecimientos a la cadena.

Ezentis

La última en presentar preconcurso de acreedores fue Ezentis. Lo hizo el pasado jueves debido a las tensiones de tesorería que viene sufriendo en los últimos meses. La compañía se encuentra en una situación de insolvencia inminente, que podría devenir actual en las próximas semanas. Un día después la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió su cotización

La situación de Ezentis era bastante delicada tras el rechazo de la SEPI en julio de otorgar un rescate de la compañía por un importe de 70 millones de euros

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Además, en su caso el rescate era complicado porque se tenía que solicitar vía express y sin asesor externo por falta de tiempo. Solo contaba con dos meses, cuando como mínimo se necesitaban seis para analizar las peticiones. 

La compañía presidida por José Elías Navarro pidió este rescate por una deuda que ronda los 150 millones de euros y que el también fundador de Audax Renovables achaca al anterior equipo gestor. Entre sus acreedores se encuentran Santander, BBVA, Bankia, Banco Pichincha, EBN y los fondos Muzinich y Arcano. Además, cuenta con otros 18 millones de euros de préstamos ICO de los que ya ha diferido el pago de los intereses.

Caso parecido es el de Celsa. A la compañía se le otorgó el mayor rescate de todos: 500 millones de euros. Pero condicionado. La ayuda de la SEPI no se materializará hasta que Celsa y sus acreedores cierren un acuerdo que esté en consonancia con el compromiso aceptado por ambas partes para reestructurar su deuda en los términos exigidos por la SEPI. Es decir, la ayuda se autorizó, pero ahora la empresa y sus acreedores deberán seguir negociando.

En definitiva, Abengoa, Ezentis y Room Mate son solo tres empresas de las 43 que no recibieron esa ayuda que necesitaban para aliviar su situación financiera. Hablamos, en total, de 2.136,9 millones de euros que no se repartieron (de un fondo de 10.000 millones). Por lo que no es descartable que otras compañías sigan el mismo camino como única solución.