Con el 44% de la deuda pública española y el 50% de la propiedad de las empresas españolas en manos extranjeras, España se someterá entre este miércoles y jueves al examen de 200 inversores internacionales para atraer más capital exterior y apuntalar, así, la recuperación que en 2022 debería tener más fuerza que en el año que acabamos de despedir.
El Gobierno y 44 grandes empresas españolas acudirán al Spain Investors Day (SID) de 2022 con los deberes a medio terminar. La reforma laboral -que fue objeto de multitud de preguntas en su última edición- está ya aprobada con un Real Decreto, pero todavía no tiene los apoyos necesarios en el Congreso para salir adelante con el respaldo de la CEOE. Sin embargo, el consenso alcanzado en la mesa del diálogo social será suficiente para que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, luzca esta reforma como ejemplo de seguridad jurídica cuando acuda por primera vez desde que está en La Moncloa a este evento.
Mientras, el crecimiento económico del 7% que la vicepresidenta, Nadia Calviño, prometió hace un año en este foro será del 4,5 o 5%, en el mejor de los casos. Un dato menor de lo esperado, pero que permite salvar los muebles porque refleja que la economía se recupera de la pandemia, según los organizadores.
En cambio, sí ha habido avances en el diseño de los fondos europeos y los inversores preguntarán al Gobierno por el calendario de aplicación real, después de que en 2021 se interesaran por saber si había garantías de que su uso no sería populista.
El presidente del SID, Benito Berceruelo, considera que España tiene motivos "para presumir de sus empresas y su economía" y confía en trasladar una buena imagen a los inversores en la edición número 12 de este 'road show' colectivo.
"Vamos a contar a los inversores y al mundo cómo están nuestras empresas, cómo han superado la crisis de la Covid-19 y cuáles son sus planes de futuro. Y la foto no es mala. A pesar de las dificultades, la economía española creció en el entorno de la media europea en 2021. Es verdad que no fue tanto como lo esperado, pero un crecimiento en torno al 5% no está mal. Además, hemos tenido cifras razonables de paro para un momento de crisis, las exportaciones españolas batieron un récord en 2021 y las empresas cotizadas españolas repartieron un dividendo también récord a las bolsas internacionales", explica a este periódico Berceruelo.
Con la economía tomando cada vez mayor protagonismo en la agenda política, el presidente del Gobierno ha decidido acudir en esta ocasión a clausurar el evento que se celebrará en el hotel Ritz de Madrid con un formato híbrido. La posibilidad de inscribirse en el SID por la vía telemática ha permitido disparar la presencia de inversores en los últimos dos años, fundamentalmente, de Estados Unidos. Reino Unido y Francia son otros dos de los países con gran presencia en el SID, aunque también acudirán inversores de Qatar y Singapur, entre otros estarán sus fondos soberanos.
De Rajoy a Sánchez
Sánchez se dirigirá a los inversores después de que dos de sus vicepresidentas, Nadia Calviño y Teresa Ribera, y la ministra de Industria, Reyes Maroto, se vean con los inversores en un formato que permite a los asistentes hacer preguntas sobre las cuestiones que más preocupan de la economía española.
"Todos los años, el Gobierno hace un ejercicio de transparencia importante en el foro. Lo han hecho todos. En su momento, estuvo Mariano Rajoy como ahora estará Pedro Sánchez. Creemos que este interés responde a que el Gobierno es consciente de que el 50% de la propiedad de las empresas españolas está en manos de inversores internacionales y tenemos una economía muy dependiente del exterior. Esos inversores necesitan conocer las políticas del Gobierno y aclarar sus dudas", señala Berceruelo, también CEO de la consultora Estudio de Comunicación, que impulsa el SID junto con BNP Paribas.
Confianza en el país
Desde que la crisis financiera demostró la importancia que tiene para España contar con el apoyo de la inversión extranjera, los gobiernos de turno y las mayores empresas del país han venido sometiéndose juntos todos los años por estas fechas a un minucioso escrutinio de los inversores internacionales que se reúnen en el Spain Investors Day.
El primero de estos foros se celebró en 2010, un día después del rescate a Irlanda. Desde entonces, se ha seguido respondiendo a las preguntas de los inversores año tras año para generar confianza y explicar los proyectos de futuro del país. De ahí que este año, los fondos europeos vayan a ser protagonistas entre los temas que pondrán sobre la mesa los inversores.
Además, dada la importancia que tiene el marco regulatorio, también acuden al foro el gobernador del Banco de España y el presidente de la CNMV.
No obstante, pese a la alta presencia institucional, en realidad, el verdadero foco del SID son las empresas. De hecho, esos inversores se reunirán entre hoy y mañana con las 44 grandes compañías que participan. Berceruelo avanza que su desempeño en ESG (ASG por sus siglas en español -Medioambiente, Sostenibilidad y Gobierno corporativo) será uno de los elementos más vigilados por los inversores, aunque afirma que las empresas españolas "están muy avanzadas" en este terreno.
Seguridad jurídica
Preguntado sobre la seguridad jurídica, el presidente del SID cree que España es un país que ofrece las "certezas necesarias" para invertir, aunque reconoce que a los inversores siempre les gustaría ir más allá.
No obstante, advierte que determinadas decisiones del Gobierno no ayudan a captar capital. Es el caso de la nueva reglamentación sobre Socimis o Sicavs, las menores ayudas a los planes de pensiones o el impuesto a las transacciones financieras -que hace que nuestro mercado de capitales sea menos competitivo-. Son medidas que "no favorecen la inversión internacional, pero no somos un mercado hostil para la inversión internacional".
Como prueba, recuerda que el 75% de los movimientos bursátiles que se hacen en España son de capital extranjero y que de los 17.000 millones de euros que las cotizadas españolas captaron en 2021 en los mercados en operaciones como ampliaciones de capital, buena parte fue dinero procedente del exterior. También apunta a la entrada de IFM en el accionariado de Naturgy -pese a que tuvo que someterse al largo examen del Gobierno- como prueba del atractivo de España. "Hay interés por invertir", concluye.