Los fantasmas vuelven a Telefónica. La operadora de telecomunicaciones cerró este martes en los 6,07 euros en la Bolsa de Madrid, su cotización más baja desde el pasado 26 de agosto, con lo que roza nuevamente sus mínimos históricos alcanzados en verano pasado.
Las caídas de las últimas jornadas han desplazado a Telefónica del top 5 de las cotizadas españolas de mayor capitalización. Al cierre de este martes Amadeus, el proveedor de servicios tecnológicos para el sector turístico, concluyó con una capitalización de 32.580 millones, por encima de los 31.640 millones de Telefónica.
El 23 de agosto, Telefónica cotizó en los 5,94 euros, por primera vez debajo de los seis euros. Un movimiento bursátil ante el que el presidente de la compañía José María Álvarez Pallete convocó un comité de dirección en pleno verano para valorar las acciones a seguir.
Finalmente la sangre no llegó al río y Pallete lanzó dos medidas para adelgazar su estructura: un Plan de Suspensión de Empleo (PSI) que afectó a 2.636 trabajadores y el anuncio de la venta de 50.000 torres de telecomunicaciones.
Un paquete de medidas que volvió a impulsar al valor hasta los 7,22 euros el 23 de octubre pasado. No obstante, el mal desempeño del sector, la inestabilidad internacional y los problemas para formar gobierno en España han vuelto a presionar a la baja.
Plan estratégico
Todo ello, pese a que a finales de noviembre Pallete lanzó la Telefónica para los próximos 100 años. El presidente de la teleco anunció un ambicioso plan en el que centraron el foco en España, Brasil, Reino Unido y Alemania como mercados clave; crearon Telefónica Tech y Telefónica Infra; abrieron opciones de venta de sus negocios en Hispanoamérica, y redefinieron su centro corporativo.
Lo cierto es que los vaivenes del mercado han estado por encima de las expectativas de este plan. Es verdad que Pallete señaló en la presentación del proyecto que no estaban pensando en la cotización de la acción de los próximos meses, pero el actual valor de Telefónica preocupa a los analistas, más por tema de tiempos que de forma.
Para Jose María Lerma, analista colaborador de Investing.com pese a que el plan anunciado en noviembre "tenía muy buena pinta y puede traer valor a la compañía en el largo plazo, todavía es pronto para saber si el resultado final será el esperado".
De hecho, Para Lerma “no debemos dejarnos llevar por la euforia, ni seguir el calentamiento que puede tener el valor por noticias puntuales. Debemos de tener en cuenta la situación del entorno global. El resultado del desenlace del posible acuerdo de la Fase 1 de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como lo que vaya sucediendo a nivel político y económico en España, pueden afectar a todos los valores del mercado español y, entre ellos, a Telefónica”.
Pero más allá del contexto internacional, uno de los principales problemas para Telefónica sigue siendo el peso de su deuda, por encima de los esfuerzos que se han hecho por reducirla. Al 31 de septiembre cerró en 38.293 millones, esto es 1.937 millones menos que lo registrado al finalizar el segundo semestre y una reducción del 8,1% interanual.
Deuda, dividendo y activos
Según Eduardo Bolinches, director de la Escuela de Trading y Forex, estamos hablando de una empresa que sigue teniendo una elevada deuda. Para el analista la principal preocupación es que la operadora pierda el soporte de los seis euros, lo que le llevaría a su peor escenario, similar al vivido en agosto.
¿Otras soluciones? La CEO de Blackbird Broker, Gisela Turazzini, considera que replantearse el dividendo podría ayudar a los inversores a recuperar la confianza. "Estos esfuerzos para reducir deuda y soltar lastre, deben venir acompañados de un recorte en el dividendo y sobre todo, de presentar al mercado un plan estratégico conciso y definido que explique el futuro de la compañía, más que decisiones que se presentan como un salvoconducto y no como una solución".
"No es que Telefónica navegue a la deriva, más bien está haciendo un excelente trabajo para definirse como una compañía rentable y saneada, pero sigue pagando los excesos del pasado", agrega.
Para Turazzini, otra de las soluciones es aflorar el valor de sus activos. "Mediante operaciones corporativas de M&A de algunas de sus divisiones. Si se aflora el valor de los activos, es más simple tener visibilidad sobre la deuda, puesto que el problema de la deuda no es tanto la cantidad, como sí la calidad, y tal y como hemos visto en Cellnex, el valor de los activos de Telefónica son de calidad y están, en mi opinión, injustamente valorados por el mercado".
De esta manera, Jose María Lerma, indica que las estimaciones del consenso son positivas para Telefónica. Así, la mayoría de los analistas consultados recomienda comprar el valor, y le otorgan un potencial de revalorización del 34% en los próximos 12 meses, lo que podría hacernos ver el precio de sus acciones en los 8,160 euros.
Resultados
Se refiere al consenso de los analistas recogidos por Reuters que recomienda mayoritariamente comprar (16 comprar, 11 mantener y 4 vender).
Con todo, los analistas consultados concuerdan con que la evolución más inmediata de la acción dependerá de que sigan reduciendo deuda y de que presenten unos buenos resultados 2019 en la línea del tercer trimestre.
Entre enero y septiembre del año pasado, la compañía ganó 1.344 millones tras aumentar sus ingresos un 0,7% hasta los 36.023 millones. Todo lo que sea mejorar ingresos y reducir la deuda será bienvenido por los inversores. La operadora tiene como fecha estimada de publicación de estos resultados el 20 de febrero.