En contra de lo esperado, la inflación estadounidense vuelve a repuntar. El Índice de Precios al Consumo (IPC) de la primera economía del mundo cerró febrero en el 3,2%, una décima más que la tasa que la registrada en el mes anterior. El dato será fundamental en la reunión que la semana que viene mantendrán los miembros de la Reserva Federal (Fed).

Según ha informado este martes la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BEA, por sus siglas en inglés), en comparación mensual, el IPC repuntó al 0,4% en febrero, una décima más que el dato registrado en el mes anterior.

Más del 60% del aumento de la tasa mensual se debe al incremento del índice de vivienda y al de la gasolina. El índice energético subió un 2,3% en el segundo mes del año, mientras que el de los alimentos se mantuvo sin cambios.

La tasa subyacente -que excluye de su cálculo los alimentos frescos y la energía por su volatilidad- se moderó en febrero al 3,8%, desde el 3,9% del mes anterior. En comparación mensual, el repunte de febrero fue del 0,4%, misma tasa que en enero.

Las cifras conocidas este martes no han cumplido con las previsiones. Lo analistas esperaban que la tasa general anual se hubiera mantenido en febrero en el 3,1% y que la subyacente se hubiera moderado al 3,7%.

Bajadas de tipos

“Tras el dato mixto de empleo del pasado viernes, esta referencia de inflación es especialmente relevante para determinar las expectativas del mercado respecto al inicio de bajadas de tipos”, subrayaban los analistas de Renta 4 antes de que se conociesen los datos.

En la actualidad, el mercado da una probabilidad del 68% a que la Fed apruebe la primera bajada de tipos -de 25 puntos básicos- de este ciclo en el encuentro que mantendrá el 12 de junio. Por tanto, no se esperan cambios en las próximas citas, la del 20 de marzo y la del 1 de mayo.

[Powell confirma ante el Congreso de EEUU que los tipos bajarán "en algún momento de este año"]

La semana pasada, el presidente de la Fed, Jerome Powell, confirmó ante el Congreso y el Senado estadounidense que habrá un recorte de las tasas de referencia en algún momento de este año, cuando el regulador esté todavía más seguro de que la inflación no vuelve a subir.

"Creemos que nuestra tasa de política probablemente esté en su punto máximo durante este ciclo de ajuste. Si la economía evoluciona en términos generales como se espera, probablemente será apropiado comenzar a reducir los tipos en algún momento de este año", afirmó el presidente en su discurso.

El también supervisor bancario ha mantenido sin cambios los tipos desde su reunión de julio de 2023, en la horquilla del 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001. Todo ello tras once subidas llevadas a cabo desde marzo de 2022 para controlar la inflación, que llegó a superar el 9% en el verano de aquel año.