El llamado Impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas fue aprobado definitivamente el pasado 21 de diciembre, con apenas unos diez días de margen para el final del año, lo que permitió, in extremis, poder gravar los bienes declarados en el ejercicio 2022. El pago del mismo, sin embargo, se realizará el próximo mes de julio.

Pero antes será necesario que Hacienda apruebe la orden ministerial en la que se introduce el modelo 718, que será el que los contribuyentes tengan que presentar en julio. Sin esta norma, no podrán hacerlo.

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El ministerio que dirige María Jesús Montero tiene aún de plazo hasta el día 30 de junio para aprobar esta orden ministerial, de forma que "hay margen", como explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de Hacienda. La misma deberá publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para que entre en vigor al día siguiente.

A este tributo estarán sujetos todos los contribuyentes con una riqueza neta superior a los 3 millones de euros, que según el Gobierno son unos 23.000. No obstante, dado que este gravamen afecta especialmente a los residentes de comunidades en las que el Impuesto de Patrimonio está bonificado -las hasta ahora lideradas por el Partido Popular-, realmente sólo impactará a unos 11.000.

Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Sara Fernández

Y es que el objetivo de la creación de este tributo es, precisamente, obligar a pagar por todo su patrimonio a los contribuyentes de las regiones gobernadas por el Partido Popular, como la Comunidad de Madrid o Andalucía, donde la bonificación de Patrimonio es del 100%, o Galicia, donde es del 50%. Los contribuyentes de las comunidades en las que se paga el 100% del Impuesto de Patrimonio no tienen que hacer frente al Impuesto a las grandes fortunas, de forma que se esquiva la doble imposición.

De hecho, el gravamen contempla tres tramos diferentes para el pago que son muy similares a los que se aplican en el Impuesto de Patrimonio (aunque las cuantías son ligeramente diferentes).

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En concreto, se aplicará un tipo del 1,7% a los patrimonios comprendidos entre 3 y 5 millones de euros; otro del 2,1% para los que van de 5 a 10 millones y otro del 3,5% para aquellos superiores a los 10 millones. 

Estos contribuyentes, contando con que Hacienda apruebe la orden ministerial a tiempo, deberán hacer frente al pago de este impuesto a lo largo del mes de julio. Así se establece en el borrador de la orden ministerial que Hacienda puso en audiencia pública el pasado febrero. En el mismo se detallaba que la declaración deberá efectuarse a través de internet y que el modelo que tendrá que presentarse será el 718.

Aprobado a través de una enmienda

La norma que crea este impuesto se aprobó como enmienda a uno de los proyectos estrella del Gobierno de Pedro Sánchez. PSOE y Unidas Podemos, los grupos del Ejecutivo, aprovecharon la tramitación parlamentaria del proyecto que crea el impuesto a la banca y a las eléctricas para incluir una enmienda que hace lo propio con el de las grandes fortunas.

Decidieron hacerlo así en lugar de redactar una ley diferente para asegurarse de que el impuesto gravara a las grandes fortunas ya en 2022. El proyecto de los impuestos a la banca y las eléctricas brindaba esta oportunidad, dado que se encontraba en ese momento en fase de enmiendas.

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Por esta vía se pudo aprobar la creación de este impuesto el pasado 21 de diciembre, de forma que grava con efecto retroactivo el patrimonio de los contribuyentes en 2022. Si el impuesto se hubiera aprobado apenas once días después, ya en 2023, esto no habría sido posible. En principio, está previsto que el gravamen se mantenga, al menos, este año, por lo que los contribuyentes deberán pasar por caja de nuevo en julio del año que viene.