Estados Unidos creó 528.000 nuevos puestos de trabajo en julio, 181.000 empleos más que en junio. Gracias a esta aceleración, la tasa de paro estadounidense se redujo al 3,5%, tras permanecer invariable durante cinco meses.

Según ha informado este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de trabajo de EEUU, el crecimiento fue generalizado. Estuvo liderado por ganancias en el ocio y la hospitalidad, profesional y servicios comerciales y atención de la salud.

El dato ha pulverizado las previsiones. Los expertos esperaban que en el séptimo mes del año se hubieran generado 250.000 nóminas no agrícolas.

Aceleración

La creación de empleo en EEUU se aceleró en julio tras sumar varios meses de desaceleración. En junio, la economía estadounidense creó 372.000 nuevos puestos de trabajo. En mayo fueron 390.000; en abril, 428.000 y en marzo, 431.000.

El dato del séptimo mes del año supone acercase a las cifras de febrero, cuando 678.000 personas dejaron de estar en situación de desempleo en EEUU.

En aquel momento, la tasa de paro se situaba en el 3,8%. Tras bajar al 3,6% en marzo, se mantuvo en dicho porcentaje durante los tres meses posteriores. En julio, por tanto, se redujo una décima, hasta ese 3,5%.

En EEUU, tanto el empleo no agrícola como el desempleo ha vuelto a sus niveles previos a la pandemia de febrero de 2020. Desde que el paro se disparó en abril a su nivel más alto tras el estallido de la covid-19, el empleo se ha recuperado en 22 millones de puestos de trabajo.

Niveles prepandemia

Mientras que en el sector privado hay 629.000 trabajadores más que en febrero de 2020, todavía hay 597.000 trabajadores públicos menos.

Había mucha expectación sobre la publicación de este informe de empleo después de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) subiese sus tipos 75 puntos básicos por segunda reunión consecutiva.

Sin salirse del guion, el instituto emisor situó el precio del dinero en el rango de entre el 2,25% y el 2,50%. En lo que va de 2022, la Fed ha aumentado los tipos 225 puntos básicos, hasta alcanzar niveles no vistos desde 2018.

"No estamos intentado crear una recesión y no creemos que debamos hacerlo", subrayó el presidente de la Fed, Jerome Powell, tras la reunión. Sin embargo, reconoció que el camino para rebajar la inflación pero mantener el crecimiento económico se había “estrechado claramente".

Recesión

Tanto se ha estrechado que el producto interior bruto (PIB) de EEUU se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre de 2022 respecto a los tres meses anteriores. La economía estadounidense entró, por tanto, en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos de caídas. El descenso entre enero y marzo fue del 0,4%.

Algunos expertos prefieren no describir esta situación como una verdadera "recesión", tal y como defiende la Oficina Nacional de Investigación Económica de EEUU (NBER, por sus siglas en inglés). Entre otros argumentos, utilizan la fortaleza del mercado laboral estadounidense, que este dato ha venido a reforzar.

La entrada en recesión técnica de EEUU ha provocado que muchos analistas señalen una subida de 50 puntos básicos como el siguiente paso que dará la Fed. Sin embargo, algunos de sus miembros han subrayado la necesidad de mantener la dureza para lograr reducir la elevada inflación, que alcanzó el 9,1% en tasa interanual en junio.