Croacia adoptará el euro como moneda nacional el próximo 1 de enero de 2023 y se convertirá en el vigésimo país en unirse a la eurozona. Los ministros de Economía de la UE han dado este martes su aprobación final a los tres actos jurídicos necesarios para completar la transición. El más importante es el que fija el tipo de cambio irreversible en 7,5345 kunas por 1 euro, que se corresponde con su cotización actual en el mecanismo europeo de tipo de cambio.
De este modo, la eurozona se amplía en plena fase de turbulencias por la guerra en Ucrania y la crisis energética, que amenazan con provocar una nueva recesión con niveles de precios desbocados. "Es un día histórico para Croacia, pero también para la unión monetaria europea porque es una señal de que la integración europea avanza pese a todos los problemas a los que nos enfrentamos", ha dicho el ministro de Finanzas croata, Zdravko Maric.
La entrada de Croacia en la eurozona "demuestra la resiliencia de este proyecto político y económico y los beneficios que aporta a sus Estados miembros", sostiene el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe. "La eurozona y la propia UE actúan como un común denominador y como un escudo, porque unidos somos más fuertes", ha celebrado la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
El Ecofin ha dado luz verde a la entrada en el euro tras el dictamen positivo de la Comisión. El Ejecutivo comunitario ha llegado a la conclusión de que Zagreb cumple todos los criterios de convergencia económica exigidos por los Tratados en materia de inflación (aunque aquí recibe un aprobado raspado), déficit público, estabilidad del tipo de cambio, tipos de interés a largo plazo e independencia de su banco central.
Tras sumar los cuatro millones de habitantes de Croacia, la eurozona alcanzará una población total de 347 millones (es decir, el 77,4% del total de la UE). Se trata de la primera ampliación en ocho años: el último país en adherirse fue Lituania en 2015.
[Croacia adoptará el euro el 1 de enero de 2023 tras el dictamen positivo de Bruselas]
Cuando se creó el euro en 1999, el club contaba con 11 miembros: Alemania, Francia, Italia, España, Portugal, Austria, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Irlanda y Finlandia. Grecia se adhirió en 2001, un año antes de la introducción de billetes y monedas. Le siguieron Eslovenia en 2007, Chipre y Malta en 2008, Eslovaquia en 2009, Estonia en 2011, Letonia en 2014 y Lituania.
Andorra, Mónaco, San Marino y Ciudad del Vaticano han adoptado el euro como moneda nacional en virtud de acuerdos monetarios específicos con la UE, y pueden emitir sus propias monedas de euro dentro de ciertos límites. Sin embargo, como no son Estados miembros de la UE, no forman parte de la eurozona.
El próximo país en lista de espera es Bulgaria, que quiere unirse a la eurozona en 2024, aunque ahora sólo cumple tres de los cinco requisitos exigidos, según el informe de convergencia publicado por el Ejecutivo comunitario. Todos los Estados miembros de la UE están obligados a adoptar el euro cuando cumplan los criterios. La única excepción es Dinamarca, que negoció una cláusula de exclusión en el Tratado de Maastricht.