Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha reiterado este miércoles el compromiso del instituto emisor con la lucha contra la fragmentación en la zona euro y contra la elevada inflación, pero ha recordado que una no debe interferir con la otra. Además, ha afirmado que la política antifragmentación dejará al supervisor las "manos libres" para continuar con la normalización monetaria con el objetivo de intentar frenar el crecimiento de los precios.
"El programa antifragmentación no debe interferir en el planteamiento de la política monetaria, que está centrada en la lucha contra la inflación", ha apuntado durante su intervención en el XXXIX Seminario de APIE. Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación, organizado por la Apie y BBVA.
El banquero central ha expuesto que el BCE está centrado en esos dos objetivos, la lucha contra la fragmentación y la estabilidad de precios. Y, de hecho, ha afirmado que la política antifragmentación deja "las manos" del BCE "más libres" para el cumplimiento de los objetivos contra la elevada inflación.
No obstante, más tarde ha querido matizar que de esto no se puede deducir que se vayan a subir los tipos con un ritmo más acelerado por la aplicación del mecanismo antifragmentación, sino que las decisiones sobre la normalización monetaria se irán tomando en función de la evolución de los precios.
Un mecanismo antifragmentación que el BCE ha decidido acelerar debido a que tras la pasada reunión de tipos del 9 de junio las primas de riesgo de España e Italia se dispararon. Las mismas se relajaron apenas unos días después, cuando el 15 de junio el BCE mantuvo una reunión de urgencia y anunció que aceleraría la puesta en marcha de un mecanismo antifragmentación.
El mensaje ha servido
De Guindos ha achacado estas subidas de las primas a que entre ambas reuniones "pasaron cosas", como que se conoció el dato de inflación de Estados Unidos, que alcanzó el 8,6% en mayo. Con todo, ha apuntado que "el mensaje ha producido sus efectos", en referencia a la posterior relajación de las primas de riesgo.
El banquero central ha reconocido que en el verano de 2012, cuando se puso en marcha otro mecanismo antifragmentación, no se llegó a utilizar, en parte por el estigma que implicaba, si bien esta vez "la situación es bastante diferente", dado que ahora "las primas de riesgo no son en absoluto imparables".
Cuidado con la "ilusión" de los tipos
En otro orden de cosas, De Guindos ha recordado que la subida de los tipos de interés será positiva a corto plazo para la banca, dado que mejorará sus márgenes, si bien el sector también deberá afrontar una desaceleración económica y "los clientes van a tener más dificultades para hacer frente al endeudamiento". "Seguramente la morosidad va a subir", ha dicho.
Las familias y las empresas van a tener "mayores dificultades" debido a la elevada inflación, que reduce su renta disponible, a lo que se sumará un endurecimiento de las condiciones de financiación.
"Es importante que los bancos sean prudentes y continúen con niveles de provisiones adecuados porque no podemos quedarnos con el espejismo de la subida de tipos a corto plazo", ha advertido. De hecho, les ha transmitido que no deben quedarse con la "ilusión" de la subida de tipos a corto plazo porque "puede tener implicaciones no tan positivas".