Los máximos representantes de UGT y CCOO han urgido este martes a la CEOE a que vuelva a sentarse a la mesa de negociación para establecer un marco de subidas de salarios en el contexto de elevada inflación y han alertado de que, si no se llega a un acuerdo, las movilizaciones de los trabajadores se multiplicarán, especialmente tras el verano.
"En septiembre va a haber más razones para sentarse [a negociar] porque la conflictividad en nuestro país va a crecer. O hay acuerdo con CEOE o hay conflictividad (...) el conflicto está servido si no somos capaces de encontrar ese marco de acuerdo", ha apuntado Pepe Álvarez, secretario general de UGT, durante el XXXIX Seminario de APIE. Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación, organizado por la Apie y BBVA.
Tanto Álvarez como Unai Sordo, su homólogo en CCOO, han defendido que han propuesto a la CEOE subidas salariales del entorno del 3,5% con cláusulas de revisión salarial a final de año para compensar las hipotéticas subidas adicionales de la inflación.
[CCOO y UGT pedirán una subida salarial mínima del 3,5% para este año y del 2,5% para 2023]
Precisamente el lunes Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, explicaba el lunes que los sindicatos habían propuesto subidas de salarios acordes con la evolución de la inflación.
"No hemos planteado que hoy suban los salarios un 9% ni la inflación subyacente. Hemos hecho un planteamiento de subidas de salarios este año y el siguiente en el 3,5% y que operen cláusulas de revisión salarial y que no provoquen inflaciones de segunda ronda", ha explicado Sordo.
Segunda ronda
"El conjunto de las empresas está repercutiendo el aumento de los costes al IPC. No se puede hacer a costa de deprimir los salarios reales (...) No pueden ser los salarios los únicos paganos de esta situación de la inflación", ha añadido.
Por su parte, Álvarez ha explicado que con esta propuesta no se agravaría el incremento de los precios porque las cláusulas de revisión salarial se aplicarían de cara a 2023. "Con una inflación del 9% ir [solo] a un incremento del 3,5% es suicida", ha reconocido el secretario general de UGT.
"Las empresas están ya repercutiendo el incremento de los costes. La inflación de segunda ronda se está produciendo desde las empresas", ha añadido Sordo, que ha apuntado que "las empresas podrían asumir" el incremento "porque ya se han comido una inflación del 6%".
En otro orden de cosas, ambos se han mostrado a favor de que exista un impuesto a las eléctricas. "Si esa tasa es del 10% me parece bien. En todo caso creo que el 10% no va a ser ninguna tasa abusiva, sino todo lo contrario, creo que se va a quedar corta. No estamos hablando de beneficios legítimos, sino de usura y frente a la usura los gobiernos tienen la labor de actuar", ha dicho Álvarez, de UGT.
"Las eléctricas están robando a los ciudadanos", ha concluido el secretario general de UGT, mientras que su homólogo en CCOO ha dicho que esta medida es necesaria en una situación de emergencia, si bien "sería más adecuado hacer una reforma fiscal mucho más integral".