La rápida expansión por España y por Europa de la variante Delta (o india) del coronavirus, hasta un 60% más contagiosa que la cepa original y con mayor riesgo de hospitalización, ha eclipsado el optimismo de Bruselas sobre la recuperación. Un optimismo reflejado en las recién publicadas previsiones económicas de verano, que dibujan una recuperación más rápida de lo esperado gracias al avance de las vacunas y a la reapertura económica. Sin embargo, el propio Ejecutivo comunitario admite que la mejora está en riesgo si la pandemia vuelve a descontrolarse.
Según los cálculos de Bruselas, España registrará este año una expansión del 6,2%, tres décimas más que lo que había calculado en mayo), mientras que la eurozona avanzará un 4,8% (+0,5 puntos porcentuales), igual que el conjunto de la UE (+0,6 puntos porcentuales). Nuestro país será el cuarto que más crezca en toda la UE en 2021, sólo superado por Rumanía, Irlanda y Hungría.
Sin embargo, el Financial Times, el diario de referencia de los euroburócratas, sitúa ya a España en el epicentro de la nueva ola de la pandemia en Europa por los contagios entre los jóvenes. Y en el mapa semáforo que elabora semanalmente el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), las comunidades autónomas se van tiñendo semana a semana de rojo, color que indica riesgo alto, mientras en el resto de la UE predomina el verde.
"Sabemos que las tasas de infección están subiendo en algunos países europeos, incluyendo España. Pero también sabemos que la campaña de vacunación está funcionando y que las vacunas, especialmente con la pauta completada, son muy eficientes contra la variante Delta y el resto de variantes", ha dicho el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, al ser preguntado por el caso español.
El ex primer ministro italiano ha repetido que la mejor política económica ahora mismo es "vacunar, vacunar y vacunar" y considera que el éxito de las inyecciones evitará un regreso generalizado a los confinamientos que asfixie la recuperación. "No veo ahora en el horizonte que se vayan a imponer nuevas restricciones importantes por toda Europa. Pero por supuesto que hay que vigilar la situación sanitaria día a día y semana a semana", ha explicado Gentiloni.
"La situación fuera de la UE también sigue siendo motivo de preocupación. Si la vacunación no avanza lo suficientemente rápido en todas partes, y especialmente en los países de bajos ingresos, la recuperación se podría ralentizar", ha señalado.
Recuperación desigual
Bruselas vuelve a avisar del riesgo de un aluvión de quiebras de empresas por la larga duración de la crisis, que a su vez tendría un impacto negativo tanto en el empleo como en los mercados financieros. "Además, una retirada prematura de las medidas, contra la que seguimos advirtiendo, podría frenar la expansión", sostiene Gentiloni.
La otra gran amenaza es el ritmo desigual de la recuperación pospandemia en los diferentes Estados miembros. "Polonia ya habrá recuperado su nivel previo a la crisis en el segundo trimestre de 2021, Alemania y Holanda lo harán en el tercer trimestre de 2021, mientras que España e Italia sólo lo lograrán un año más tarde, en el tercer trimestre de 2022", dice el informe de Bruselas.
"Una recuperación más desigual entre los Estados miembros podría debilitar la eficacia de la coordinación política y causar fragmentación. Esto podría distorsionar el funcionamiento del mercado interior y debilitar la recuperación", apunta Gentiloni.
Finalmente, al Ejecutivo comunitario le inquieta la evolución de los precios. La inflación alcanzará este año una media del 1,9% en la eurozona (+0,2 puntos porcentuales en comparación con las previsiones de primavera) y del 2,2% en el conjunto de la UE (+0,3 puntos porcentuales). Una revisión al alza que se explica por el aumento de los precios de la energía y de las materias primas, los cuellos de botella en la producción debidos a las limitaciones de capacidad y la escasez de componentes y materias primas y una fuerte demanda, tanto interna como externa.
En 2022, esas presiones deberían moderarse progresivamente a medida que se levanten las limitaciones de producción y converjan la oferta y la demanda. El resultado es que la inflación volverá a bajar al 1,4% en la eurozona y al 1,6% en la UE. En España, la inflación se reducirá también desde el 2,1% este año al 1,4% en 2022. "La previsión confirma que las dinámicas de inflación no son actualmente idénticas en Europa y en Estados Unidos", sostiene el comisario de Asuntos Económicos.
No obstante, el Ejecutivo comunitario admite en su informe que "la inflación podría acabar siendo más alta de lo previsto si los cuellos de botella en el lado de la oferta son más persistentes". "Además, el aumento de los costes de producción podría repercutirse en los precios al consumo con más fuerza de lo contemplado en estas previsiones y desencadenar efectos de segunda ronda tanto en Europa como en otros lugares", agrega. Unos efectos de segunda ronda que de materializarse obligarían al Banco Central Europeo (BCE) a retirar rápidamente todos sus estímulos, poniendo también en riesgo así la recuperación.
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