Ilustración de un trabajador que se marcha de su trabajo con sus cosas.

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Empleo Hoy

España, el país con 2,7 millones de desempleados en el que cada mes renuncian a su trabajo casi 300.000 personas

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El buen momento económico y el boom del empleo en España no han conseguido acabar con una de las grandes lacras del país: el elevado número de desempleados. Tanto el dato en bruto —2,7 millones de personas— como la tasa de paro —11,2%— empañan el resto de variables. Y, sin embargo, cada mes renuncian voluntariamente a su puesto de trabajo casi 300.000 empleados.

Según los últimos datos de la Seguridad Social, en septiembre se produjeron 2.212.785 bajas en el Régimen General. De ellas, el 13,54% fueron bajas voluntarias; es decir, dimisiones. En números redondos, se traduce en que en el noveno mes del año 200.683 personas decidieron renunciar a su empleo.

Los tambores de la Gran Dimisión Gran Renuncia (Great Resignation, en inglés) que atronaron en Estados Unidos tras la crisis de la Covid-19 no fueron más allá de un redoble expectante en España. No obstante, sí es cierto que se produjo un marcado cambio de tendencia. En diciembre de 2019, la tasa de dimisiones sobre el total de bajas era del 6,63%. Y en septiembre de ese año, por comparar con el mismo mes, fue del 8,4%.

En toda la década de 2010 nunca se registraron tasas por encima del 10% y, de hecho, estuvieron más cerca del 5%. Especialmente durante los primeros cinco años de dicho periodo; no podría ser de otra manera, marcado por la crisis financiera, la Gran Recesión y una tasa de paro que superó ampliamente el 20%.

Pero todo cambió con la pandemia. El bienio 2020-2021 empezó a registrar las primeras tasas en los dos dígitos y, a partir de 2022 y con el inicio de la recuperación económica, el número de dimisiones comienza a crecer. El pico llegaría en marzo de 2023, con una tasa del 14,46%. En apenas diez años las dimisiones se dispararon más de un 200%.

Y es que, aunque ha crecido el número de bajas en términos generales, el incremento ha sido mucho más notable entre las voluntarias. Así, entre enero de 2012 —cuando arranca la serie— y septiembre de 2024 —último dato disponible— las bajas han crecido un 90%, al tiempo que las dimisiones lo han hecho un 383%.

En ambos casos, sorprende que las rescisiones de contrato han crecido muy por encima del propio mercado laboral. Entre el primer trimestre de 2012 y el segundo de 2024, el número de ocupados ha crecido un 22,84%, hasta esos 21,8 millones de trabajadores.

Tampoco responde al alza en la firma de contratos, que entre enero de 2012 y septiembre del presente curso ha registrado un alza del 36%, ni al de la población activa, que es únicamente del 4,84%.

"Hay un mayor dinamismo en la generación de empleo, se abren oportunidades y los trabajadores cambian de empleo para mejorar sus condiciones laborales", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Carlos Gutiérrez, secretario de Estudios y Formación Sindical de CCOO.

Por su parte, Fernando Luján, vicesecretario general de UGT, achaca el incremento de las dimisiones a un "cambio de mentalidad" de las nuevas incorporaciones al mercado de trabajo. "Hemos pasado de casi vivir para trabajar a trabajar para vivir", resume el sindicalista.

"Hay mucha rotación, pero nada comparable con la Gran Dimisión en EEUU", apuntan desde CEOE. Lo que existe, en cambio, es "un problema de cobertura de vacantes y de alta rotación en ciertos perfiles profesionales, sobre todo con los jóvenes, que demandan cuestiones vinculadas al salario emocional, la flexibilidad de jornada, el teletrabajo, o contar con un proyecto de carrera profesional".

A esto se le suma el efecto de la reforma laboral, que ha cambiado los patrones de contratación y de extinción de los contratos. "Al reducirse mucho la contratación temporal, las bajas por finalización de contrato se han hundido y cobran más peso las bajas voluntarias, que principalmente están asociadas a los contratos indefinidos, que han crecido en número", asegura Gutiérrez.

"Antes se te terminaba el contrato y ahora te vas. Y lo haces por el gran dinamismo en la generación de empleo", simplifica el de CCOO.

Asimismo, Luján indica que incluyen las condiciones de vida, en especial, de esas nuevas incorporaciones al mercado de trabajo. Con los altos precios del alquiler en zonas como Madrid, el salario es un factor decisivo a la hora de cambiar de empleo. También las condiciones laborales, como el horario. Es decir, que si el trabajador encuentra algo mejor, no tiene problema en dimitir e incorporarse a otra empresa.

En cualquier caso, se trata de un fenómeno que no podría llegar sin un mercado laboral maduro y en expansión. Sólo queda en el aire cómo ese crecimiento en la tasa de dimisiones se hace compatible con una tasa de paro todavía muy elevada, al menos al compararse con la media europea.