¿Cómo? Dentro de las fórmulas que se barajan, se encuentra hacer decreciente el subsidio. Según ha podido saber este medio, la prestación mantendrá su cuantía global (incluso subirá) pero se cobrará una cantidad máxima el primer mes, que luego irá decreciendo. 

Por ejemplo, si una persona cobra el subsidio durante cinco meses, la idea del departamento que dirige Nadia Calviño es que se abone una cantidad más elevada el primer mes, y durante los siguientes se reduzca paulatinamente. Con esta medida, se pretende incentivar la aceptación por parte de este tipo de parados de ciertos empleos. 

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También como incentivo se incluirá la posibilidad de compatibilizar el salario con mantener el subsidio de desempleo. Concretamente, se van a flexibilizar todos los criterios de compatibilización, alineados con los plazos del subsidio. 

Esta compatibilización y su aplicación estará limitada a los ingresos que tenga el beneficiario. Es decir, cuando supere un techo de rentas dejará de recibir el subsidio. En cualquier caso, todavía no se ha cerrado cómo se va a aplicar esta medida en determinados casos como, por ejemplo, los parados mayores de 52 años o los de larga duración. 

Por otro lado, según ha podido saber este periódico, estas condiciones no se aplicarán a ninguna persona que esté cobrando el subsidio en el momento de la reforma.

Estos cambios se están ultimando y se están negociando de manera interna en el nuevo Gobierno de coalición. Y como era de esperar, están surgiendo fricciones con el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, que se ha posicionado en contra de esta medida. De hecho, la idea de la vicepresidenta segunda es ampliar el cobro del subsidio a los menores de 45 años sin cargas familiares, excluidos hasta ahora de esta prestación, según ha avanzado Cadena Ser.

Fricciones

Se trata del enésimo enfrentamiento entre Calviño y Díaz, después de los sucedidos por la reforma laboral y el salario mínimo interprofesional (SMI). En esta ocasión, lo que enfrenta a ambas vicepresidentas es parte de su contenido. En Trabajo no ha gustado, concretamente, que se plantee el subsidio de desempleo de forma decreciente ni que se presenten determinadas medidas como incentivos a la búsqueda de trabajo.  

Fuentes de la negociación precisan que el equipo de la vicepresidenta segunda critica que, en términos generales, los incentivos para la aceptación de empleo supondrían asumir que esta población prefiere vivir subvencionada a tener un puesto de trabajo. Algo con lo que no están de acuerdo.  

En cambio, en el Ministerio de Trabajo sí que están a favor de compatibilizar el salario con el subsidio. Cabe recordar que esto ya ocurre en el caso del ingreso mínimo vital (IMV). El cobro de esta prestación no contributiva se puede compatibilizar con un salario al menos de forma temporal, de manera que sirva, al mismo tiempo, para incentivar la búsqueda de empleo.

La reforma del subsidio de desempleo es una de las medidas pactadas con la Comisión Europea en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El Ejecutivo aspira a aprobarla en Consejo de Ministros antes de que acabe el año.   

El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa en funciones, Gonzalo García Andrés. Eduardo Parra Europa Press

La polémica saltó después de que el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, abordara la marcha de la reforma este lunes, en un evento de EY.

Concretó que la reforma busca "orientar todo el sistema de subsidios por desempleo hacia la reincorporación de los trabajadores al mercado de trabajo", teniendo en cuenta además la "escasez" de perfiles que han detectado tanto el Servicio Público de Empleo (SEPE) como el Banco de España en "muchos sectores", tanto de los que buscan mano de obra muy cualificada como de aquellos que requieren menor cualificación.

"La reforma va en esa línea de incentivar la reincorporación y de que todas estas personas aprovechen las oportunidades que ahora tenemos y que claramente se van a mantener y se van a profundizar hacia adelante", señaló García Andrés.

En este sentido, voces de la negociación recuerdan que va a ser clave la reforma del SEPE y los pasos que se están dando para transformarlo en la futura Agencia Española de Empleo para gestionar estos cambios.

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Los trabajos del departamento no han sido bien recibidos por los trabajadores.  En un comunicado, CCOO y UGT consideran que la propuesta pone en duda la "honradez" de las personas beneficiarias de los subsidios por desempleo, más de 720.000 en nuestro país.

Además, han afirmado que desde el Gobierno no se ha trasladado "propuesta alguna" a los interlocutores sociales en lo que respecta a los subsidios por desempleo y lo que se ha conocido no corresponde con la reforma de la protección asistencial por desempleo que "se necesita".

"La reforma y ampliación de la protección asistencial por desempleo es una necesidad y un compromiso asumido, reiteradamente por sucesivos gobiernos, e incluida en distintas ofertas electorales y acuerdos de legislatura, que aún no se ha materializado", han criticado.

Por tanto, los sindicatos han pedido de manera "urgente" la convocatoria de la Mesa de Diálogo Social en materia de protección por desempleo para abordar los problemas en dicha materia, que pasan por la suficiencia de las prestaciones, los vacíos de cobertura, las personas sin prestación, la necesidad de mejorar los resultados de las políticas activas de empleo y los bajos niveles de intermediación de los servicios públicos.