Los procedimientos de regulación de empleo se redujeron un 11,7% en julio, hasta 421, en comparación con el mismo mes de 2023, según los datos provisionales del Ministerio de Trabajo. Aunque el dato es positivo, el número de trabajadores afectados por estas actuaciones se disparó un 32,2%, con 12.615 empleados en esta situación.
Más de la mitad de ellos, 7.271 en concreto, estuvieron acogidos a una suspensión de contrato. Esto implica una interrupción temporal de la prestación laboral, pero sin romper el vínculo contractual entre la empresa y el trabajador. El crecimiento respecto a julio de 2022 fue del 32,2%.
La cifra que resulta más llamativa es la de los despidos colectivos. El objetivo de la reforma laboral, con los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y el Mecanismo Red, era ofrecer a las empresas vías alternativas a los despidos para mantener los puestos de trabajo durante las coyunturas económicas adversas.
Los datos de julio ofrecen otra realidad. Los trabajadores afectados por despidos colectivos se dispararon un 78,2% en comparación con el mismo mes de 2022. En julio de este año, 4.778 empleados se vieron en la calle por este procedimiento, 2.096 más que hace un año, según el Ministerio de Trabajo.
La estadística de junio también reflejó un aumento de los despidos colectivos. Ese mes fue del 23,7% respecto a junio de 2022. El secretario de Estado de Empleo en funciones, Joaquín Pérez Rey, aseguró entonces que en Trabajo no existía "una especial preocupación" por esas cifras, ya que sólo se trataba del "0,01% de los ocupados".
Frente a la escalada de los despidos colectivos y de suspensiones de contratos, la reducción de jornada como procedimiento de regulación de empleo pierde fuerza. En julio, esta opción se aplicó a 566 trabajadores, un 58,5% menos que hace un año, y que en números absolutos equivale a 799 trabajadores menos.
Los procedimientos de regulación de empleo -suspensión de contrato, despido colectivo y reducción de contrato- afectaron tanto a hombres como a mujeres, aunque entre ellos las cifras son más elevadas. De los 12.615 trabajadores en alguna de estas situaciones, 9.115 eran hombres, un 41,1% más que el año pasado, y 3.500 eran mujeres, con un repunte del 13,5%.
Despidos en construcción y servicios
Los despidos colectivos efectuados en la construcción y en los servicios elevaron el crecimiento de este procedimiento en julio. En el caso de la construcción, se pasó de 12 trabajadores afectados por esta situación en julio de 2022 a 134 en julio de este año, por lo que el incremento se elevó un 1.016,7%, según reflejan los datos de Trabajo.
En los servicios, el repunte entre julio de 2022 y julio de 2023 fue del 124,3%. A pesar de que julio, con la temporada estival y el turismo, es un buen mes para este sector, los trabajadores afectados por despidos colectivos se situaron en 4.332, 2.401 empleados más que en julio del año pasado.
Por el contrario, las empresas dedicadas a la agricultura y a la industria moderaron el uso de estos procedimientos en julio de este año. La estadística del Ministerio de Trabajo contabiliza 36 trabajadores afectados por despidos colectivos, 21 menos que en julio de 2022. La caída entre ambos meses fue del 36,8%.
En la industria, los despidos colectivos llegaron a 276 empleados en julio, 406 menos que en julio de 2022, con un descenso del 59,5%.
85 empresas y 4.778 trabajadores
En julio de 2023, 289 empresas realizaron un total de 421 procedimientos de regulación de empleo. El número se contrajo en ambos casos. El de empresas se redujo un 18,6% y el de procedimientos, un 11,7%.
Entre esas 289 compañías, 85 se decantaron por los despidos colectivos, que se aplicaron a 4.778 trabajadores, según los datos provisionales de Trabajo.
Estos procedimientos se produjeron con más frecuencia en las empresas de menos de 24 trabajadores. Sin embargo, su impacto entre las plantillas fue mayor en las compañías de más de 1.000 empleados.
De los 4.778 trabajadores despedidos en julio a través de este procedimiento de regulación de empleo, 2.140 trabajaban en una empresa de entre 1.000 y 4.999 empleados.
La razón principal alegada por las empresas para acometer despidos colectivos siguen siendo las causas económicas. Sin embargo, en el total de procedimientos de regulación de empleo, las causas de producción superan a los motivos económicos.