De agricultores a químicos: el sector de la cosmética y la perfumería crea unos 300.000 puestos de trabajo en España
España es el segundo país exportador de perfumes a nivel mundial.
23 septiembre, 2023 02:41El sector de la perfumería y la cosmética en España lleva cerca de una década de crecimiento. Las cifras de exportaciones se consolidan cada ejercicio, con un volumen total de 6.515 millones de euros en 2022, un 21% más que en 2021. Un volumen que va camino de superarse este año, con unos 3.500 millones en el primer semestre.
Detrás de esos números hay unas 300.000 personas, desde agricultores hasta químicos que trabajan en una industria en la que España es líder mundial.
La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) estima que el sector genera unos 40.000 puestos de trabajo directos y 250.000 indirectos. El producto final que compra el consumidor, ya sea un perfume, un champú o un colorete, pasa antes por "una cadena de valor importante, tanto a nivel de ingredientes como de distribución", apunta a EL ESPAÑOL-Invertia la directora Internacional y de Innovación de Stanpa, Susana Arranz.
"Están los puntos de ventas, las empresas, los supermercados, las farmacias, los salones de belleza. También el comercio online y toda la parte logística, que es importantísima", enumera Arranz.
La industria de la perfumería y la cosmética también tiene caras menos visibles que a Arranz le gusta reivindicar. La pandemia, la escasez de materias primas o el encarecimiento de los carburantes han desencadenado "la tormenta perfecta" que ha impulsado al sector a buscar soluciones y a acordarse de profesionales de bata blanca, como los técnicos químicos, entre otros, que normalmente pasan desapercibidos.
Ingenieros, científicos, directores de operaciones y de fábricas, equipos de marketing o los propios directores ejecutivos de las empresas han tenido que actuar como "estrategas" en los últimos años para suplir la falta de ingredientes, innovar en principios activos y garantizar que la producción salga adelante y que "la máquina siga funcionando". Las cifras de exportaciones confirman que lo consiguieron.
"Además, están haciendo proyectos de transformación, de digitalización de las compañías. Están haciendo proyectos para ser empresas mucho más sostenibles, más limpias, que tengan menos huella de carbono, que tengan una mejor gestión en la huella hídrica de sus organizaciones y de sus productos", afirma Arranz, orgullosa de su sector.
La perfumería y la cosmética, más allá de lo obvio de sus nombres, también engloba aceites esenciales, aseo e higiene personal, cuidado de la piel y cuidado del cabello. España, con una asentada tradición química y farmacéutica, juega con ventaja en este campo y explota sus conocimientos para la formulación de estos productos.
Esto también ofrece otra lectura y es que el 21% de los trabajadores del sector responde a perfiles científicos y técnicos, según datos de Stanpa. De ahí que la patronal argumente que la industria de la belleza en España contribuye a la creación de empleo de alto valor agregado.
"Todo eso nos hace posicionarnos muy bien. El hecho de que tengamos esos equipos científicos y técnicos en las compañías hace que muchas marcas internacionales busquen en España fabricantes de terceros que les hagan sus productos, porque somos garantía de calidad y de diseño", asegura la directora de Internacional y de Innovación de Stanpa.
La patronal tampoco identifica problemas para encontrar trabajadores. Al contrario, resulta un sector "muy atractivo", con cabida para profesionales de múltiples campos.
Abogados, farmacéuticos, biólogos, químicos o expertos en marketing o digitalización se presentan como perfiles interesantes para los equipos de Recursos Humanos de las compañías de cosmética y perfumería. "Muchas empresas están haciendo programas muy intensos, tanto de captación de talento como de formación interna", asegura Arranz.
72.000 hectáreas cultivadas
Antes de llegar a las tiendas, e incluso de pasar por los laboratorios, muchos productos cosméticos y perfumes nacen en el campo. Al menos, algunos de sus ingredientes, como las plantas aromáticas que se transforman en aceites esenciales.
España cultiva lavanda, tomillo, jara silvestre, romero y limón. Un total de 72.000 hectáreas de estas plantaciones se extendían en 2022 por la zona del Levante, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía. En cuatro años, la superficie cultivada con plantas aromáticas ha crecido un 35%, sostienen los datos de Stanpa.
Algunas de estas hierbas, como el romero y el tomillo, de las que España es líder de producción, proceden de la limpieza de los montes y de la recolecta silvestre y no tanto del cultivo. No obstante, también emplean a muchas temporeros entre abril y noviembre.
Mientras que estas plantas son de secano y no requieren atención, la plantación de la jara y, sobre todo, su recolección resulta más compleja, ya que depende de su edad, la calidad de los terrenos y su accesibilidad. En España, se apuesta por la variedad de jara pringosa, que se encuentra en Huelva, Sevilla, Extremadura y el centro peninsular.
En julio, los campos de Brihuega, en Guadalajara, se tiñen del manto morado de la lavanda, otra de las plantas aromáticas que exporta España. Aunque esta zona es la más conocida, los campos de lavanda se encuentran en otras zonas del país.
Esta faceta de España como país productor de plantas aromáticas y aceites esenciales puede resultar desconocida, aunque Arranz recuerda que siempre ha existido espliego, un tipo de lavanda, en las zonas rurales.
"Quizá es verdad que ha habido algunos emprendedores que conociendo la industria en Francia, sobre todo perfumistas, han dicho: ¿Y en España por qué no? Si tenemos el terreno, tenemos a los agricultores, tenemos realmente el clima que necesitamos para hacer esa apuesta", comenta a EL ESPAÑOL-Invertia.
España también es el segundo país productor mundial de limón, tanto de la fruta como de su aceite esencial, con 50.400 hectáreas, una producción de unas 1.400 toneladas y unos 23.000 puestos de trabajo directos generados en el medio rural, más de la mitad ocupados por mujeres.
La baza de España en la plantación de este cítrico es que cultiva la variedad Verna, única en el mundo, con un olor emergente para la perfumería, junto con la variedad Fino.
"Siempre hemos sido líderes en la industria de cítricos. Lo que no era tan conocido es que, además de la parte alimentaria, se utilizara también para la obtención de esos aceites esenciales", precisa Arranz.
La extensión de estas plantaciones de plantas aromáticas permitió a España exportar cerca de 7.000 toneladas de aceites esenciales en 2022. El 13% se fue a Francia; el 12%, a Italia; un 10% a Alemania, y otro 7%, a Reino Unido. Al mismo tiempo, España importó 7.200 toneladas de China, Brasil, Francia, Indonesia o India.
España ha defendido ante las instituciones europeas la necesidad de potenciar el uso de ingredientes naturales en la producción de aceites esenciales. El empeño no parte sólo de su papel de productor sino del impacto económico y social de estas plantaciones, que se traduce en la creación de unos 50.000 empleos en toda Europa y un freno a la despoblación de las zonas rurales.
El marcado carácter mediterráneo de estas plantas implica que en otros países vecinos, tanto del sur de Europa como del norte de África, se cultiven las mismas hierbas y frutas. En Stanpa, lejos de verlo como una competencia, garantizan que "hay mercado para todos" y que la clave es "la diferenciación".
"No hay que tener miedo nunca. Siempre es un reto estar ahí, en los mercados y hacerlo lo mejor posible y darse a conocer", zanja la directora de Innovación de Stanpa.
Empresas mediterráneas
Stanpa contabiliza unas 400 empresas dedicadas al sector de la belleza y la perfumería en España. El 80% de ellas tienen vocación exportadora y están presentes en unos 175 países.
"Permite a las empresas diversificar mucho y minimizar también los riesgos al no haber dependencias de un mercado concreto", analiza Arranz sobre esa expansión española.
Además, como ocurre en el tejido empresarial español, la mayoría son pequeñas y medianas empresas (pymes). En concreto, un 84% son pymes y el 16% restante grandes empresas.
La peculiaridad de las empresas de cosmética y perfumería es que la mitad de ellas se extienden por la misma zona de España.
"Hicimos un mapa industrial y hemos visto que sí, que es cierto que hay una concentración en la zona mediterránea: en Cataluña, Levante, Murcia, Andalucía... No solamente hay fabricación de cosméticos, perfumes y cuidado personal, sino también de aceites esenciales", indica Arranz.
No obstante, la industria de la belleza también está presente en Madrid, Cantabria, Castilla y León, Navarra o Galicia.
Cierre "previsiblemente bueno"
El sector de la cosmética y la perfumería ha capeado las últimas crisis sin despeinarse. Las exportaciones de 2022 crecieron un 21% más que en 2021 y un 25% más que en 2019.
El mercado de la industria cosmética en España supera los 9.250 millones de euros y el gasto por español está en 185 euros por persona al año. Una cantidad que sitúa al país en la parte alta de Europa, teniendo en cuenta, además, que los salarios españoles son de media más bajos.
"Cualquier contracción económica impactará en nuestro sector porque es de consumo. Pero lo cierto es que los consumidores utilizan de media más de ocho productos diarios. No dejarías de lavarte el pelo ni los dientes por una crisis. En nuestro sector, hay una parte de higiene y otra de cuidado personal", indica Arranz.
La presencia de su sector en el día a día de los consumidores, unido a las cifras de exportaciones registradas en el primer semestre del año, le hacen ser optimista de cara al cierre de 2023.
La exportación de productos de perfumería y cosmética en España experimentó un crecimiento récord del 23% en el primer semestre, hasta cerca de los 3.500 millones de euros, según datos de Estatcom recogidos por Stanpa. La perfumería fue una de las ramas del comercio que más creció, con un aumento del 28,9%, hasta los 1.400 millones de euros, seguido del cuidado de la piel con un incremento del 28,7% y 730 millones.
En el caso de los aceites esenciales, el repunte fue del 11,74% en comparación con el semestre anterior, hasta los 277 millones de euros.
La experiencia, y los números, le dicen a Arranz que cuando el primer semestre es bueno, el segundo suele superarlo. En los últimos meses del año, la campaña de Navidad y el Black Friday animan las ventas y la demanda de cosméticos y perfumes. "No tengo la bola de cristal (...) pero la perspectiva previsiblemente será buena", vaticina.