Entre dos y tres semanas para el SEPE, dos meses para el DNI e incluso tres meses en trámites de la Seguridad Social. Son los atrasos ante la administración, cada vez más frecuentes y que están acabando con la paciencia de los ciudadanos, como recogen las organizaciones de consumidores en informes que resumen la situación en dos palabras: "colapso" y "desesperación".
Las esperas para conseguir cita previa, que vivieron una tregua con el cierre de oficinas que conllevó la pandemia, han regresado con fuerza con la vuelta de la normalidad. Y están empeorando con el paso de las semanas.
Así lo recogen varios informes. Por ejemplo, el balance anual de 2022 del Defensor del Pueblo, publicado recientemente. El documento señala que se "continúan encontrando importantes dificultades para obtener cita previa" en la Seguridad Social; también que persisten las quejas referidas a "la dificultad de ponerse en contacto" y "la imposibilidad de obtener cita previa" en el SEPE.
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No escapa a la crítica el DNI. De las 95 unidades de documentación que existen repartidas entre las 50 capitales de provincia, además de Ceuta y Melilla, 23 de ellas dan cita para dentro de dos meses, el máximo tiempo de espera que permite el sistema. Lo refleja un estudio elaborado el pasado verano por Facua y que sigue vigente, según los sindicatos: cada día más de 50.000 personas en España se ven afectadas por esta situación.
Y hay más. Los problemas se extienden a los ministerios de Educación y Formación Profesional, Hacienda y Función Pública, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Justicia e Interior, según expone el último informe del OGP del Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid (ICOGAM), que analiza la evolución de la cita previa para 25 trámites en estos departamentos.
Encontraron que 23 de esos trámites no tuvieron disponibilidad de cita previa en algún mes durante el pasado año (el 92%). También que los ministerios de Interior, Justicia e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones no tuvieron disponibilidad de cita para la totalidad de sus tipos de trámite durante algún mes del año 2022.
Destaca entre todos ellos la Solicitud de Nacionalidad (por Residencia) del Ministerio de Justicia, que no tuvo disponibilidad en mes alguno. Este ministerio, además, se alza con el promedio de espera más elevado para los trámites con disponibilidad de cita: 15 días.
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"Si esto sigue así, va a llegar el momento en el que tengamos que crear la cita previa de la cita previa", concluye el ICOGAM.
Un escenario que no mejorará, auguran UGT, CCOO y CSIF: ya están infradotados de personal para atender a la población y las jubilaciones van a aumentar. La escasez de efectivos es señalada de forma unánime como la causa de estas demoras, como también compartida es la crítica a la administración por su opacidad en este asunto.
Turismo de DNI
"La red es de 5.200 efectivos y ahora estamos en 2.800 ocupados". Así resume la situación en cuanto a expedición del DNI Javier Cruz, portavoz de CSIF en la mesa delegada del Ministerio de Interior. Las citas previas, que pueden llegar a darse con dos meses de distancia -el máximo que permite el sistema- no son la única demora en el trámite, que también se ve ralentizado en comisaría por la escasez de personal.
Un problema que se está supliendo con policías, que "obviamente son más lentos y más inseguros" ante un trámite "en el que no se puede fallar" y del que debería encargarse otra categoría de funcionario. "Ahora mismo tienes situaciones en las que la mayoría de personal es personal policial", afirma a EL ESPAÑOL-Invertia.
Los quince minutos por DNI que se prevén muchas veces se quedan cortos también por fallos en el sistema. La última avería generalizada se ha producido este viernes 24 de marzo.
Así que muchos aprovechan los periodos de vacaciones para actualizar el documento. Y entonces llegan los picos de carga de trabajo. Los mayores retrasos se dan en Valencia, Málaga, Sevilla, además de otras zonas de costa. "Hay muchos madrileños que se desplazan. Hay turismo de DNI", sostiene Cruz, que limita a los periodos de vacaciones la saturación en este servicio.
SEPE, líder en quejas
Con todo, no reciben más quejas que el SEPE, líder absoluto en la categoría, según el informe del Defensor del Pueblo. "Había problemas desde antes de pandemia", señala Josetxo Gándara, responsable de acción sindical de CCOO en el Ministerio de Trabajo, que apunta a que de momento "no hay problemas como en la Seguridad Social".
El tiempo de espera en cita previa aquí oscila entre las 24 horas -una rapidez que se da al menos en la mitad de las oficinas, según el sindicato- y las dos o tres semanas que pueden registrarse en grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla.
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Una circunstancia por ahora incómoda, pero nada más. Al menos mientras dure el momento "dulce" en el empleo y no haya aumento de trámites en el SEPE. "Nosotros damos ahora una falsa sensación de calidad y de atención, pero lo tenemos todo cogido con alfileres. Tendríamos que tener 10.500 efectivos y lo aguantamos por debajo de los 8.000", advierte a este periódico.
Si nada cambia, las jubilaciones provocarán que este año cuenten con menos de 7.000 trabajadores. "Eso nos acerca a una situación de colapso", subraya Gándara.
Seguridad Social
Y en la Seguridad Social, ¿cuánto se espera? Sin confiar en los datos que aporta el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que considera están "debidamente cocinados", UGT señala que tienen noticias de casos en los que el ciudadano llega a esperar entre tres y cuatro meses para recibir su pensión tras haber dejado de trabajar.
"Eso esta pasando en mayor o menor grado en todo el territorio nacional", sostiene Martín Lanzas. El portavoz de UGT en la mesa delegada de la Seguridad Social critica al ministro José Luis Escrivá por decir que la Seguridad Social funciona con normalidad y al mismo tiempo tomar medidas para mejorar la gestión: "Es una contradicción".
"El problema de gestión ha sido siempre predecible y hemos denunciado durante años. En ningún momento la administración puede decir que no conociera las fechas de jubilación de los trabajadores", considera.
Se suma a los problemas presenciales el desbordamiento en las llamadas telefónicas: en enero se atendieron 32.696 llamadas pero se desbordaron (perdieron) 561.388. El sindicato estima que, a este ritmo, al final del año habrá 6,7 millones de llamadas desbordadas.