Escrivá restringe el uso de la hucha de las pensiones: sólo se podrá sacar hasta un máximo de 12.000 millones anuales
Seguridad Social abre la puerta a cambiar los criterios de inversión del Fondo de Reserva y que puedan emplearse para algo más que deuda pública.
19 marzo, 2023 02:24La reforma de las pensiones ya está en vigor. Uno de los principales objetivos del real decreto-ley publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) es elevar los ingresos de la Seguridad Social y volver a llenar su Fondo de Reserva, más conocido como la hucha de las pensiones. Sin embargo, la norma también limita la disposición que podrán hacer los futuros gobiernos de dicho Fondo.
La reforma de José Luis Escrivá refuerza el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), que se ha convertido en la herramienta que nutrirá el Fondo de Reserva. Ya en vigor, se articula como un recargo del 0,6% en las cotizaciones. A partir de 2024 crecerá una décima anual hasta alcanzar los 1,2 puntos porcentuales de recargo en 2029.
Con él, Seguridad Social espera introducir en la hucha de las pensiones al menos 6.000 millones de euros al año. La idea es que durante la próxima década el Fondo de Reserva cuente con hasta 130.000 millones de euros.
Esto permitirá a la Seguridad Social contar con remanentes para afrontar las jubilaciones de la generación del Baby Boom en caso de necesitarlos. Sin embargo, los futuros gobiernos no tendrán plena libertad a la hora de disponer de los euros de la hucha de las pensiones, ni siquiera para pagar estas prestaciones.
El real decreto-ley que glosa la reforma incluye una disposición que precisa que la disposición de fondos que haga en el futuro el Gobierno estará limitada a una cantidad máxima cada año, expresada en porcentaje de PIB.
Esta medida se activará en 2033, año en el que el Ejecutivo que esté al frente de España solo podrá disponer de una cantidad equivalente al 0,1% del PIB. Esta proporción se eleva al 0,91% de PIB en 2047, que equivale a unos 12.000 millones de euros y que será el máximo anual que podrá sacar el Gobierno en la hoja de ruta que ha diseñado Seguridad Social.
Desde el Ministerio, explican que precisamente será durante la década de los 40 cuando más presiones financieras va a sufrir el sistema de pensiones. Cabe recordar que la disposición de activos que hagan los futuros gobiernos del Fondo de Reserva solo podrá ser para pagar pensiones.
Por otro lado, el Gobierno espera que el Fondo de Reserva se alimente de algo más que el MEI. Para 2025, fuentes del equipo de José Luis Escrivá pronostican que gracias a las medidas para incrementar los ingresos por cotizaciones (destopar las bases de cotización máximas y la cuota de solidaridad) el sistema tenga excedentes. Es decir, superávit.
De hecho, dichas fuentes aseguran que si la última revalorización de las pensiones no se hubiera disparado por la crisis de precios (vinculación de las prestaciones a la inflación) este mismo año la Seguridad Social tendría un superávit de 2.500 millones de euros.
Por ello, ponen sobre la mesa la posibilidad de que se cambien los criterios de inversión del Fondo de Reserva y que se pueda dedicar a algo más que la deuda pública (ya sea española o de otros países europeos).
Consideran que este elemento, cuando llegue el momento, se deberá retocar. Con todo, insisten en que la reforma del sistema de pensiones es constante y debe evolucionar según cambien sus condiciones.