"Quedan varias materias de la reforma laboral por tratar. Una de ellas es el mal llamado estatuto de los becarios, que es una forma de abuso y fraude en el mercado de trabajo. Seguro que entre alguno de ustedes, ya los veo, hay algún becario o becaria. Eso se va a acabar en nuestro país", ha dicho Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, dirigiéndose a los profesionales de la información presentes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este mates.
El Estatuto del Becario es un punto que quedó pendiente en la negociación de la nueva reforma laboral. La vicepresidenta segunda, en su batalla contra la precariedad juvenil, busca poner fin al "trabajo gratis" de los becarios, obviando que la mayoría de los medios de comunicación remuneran a los becarios en formación por sus prácticas dentro de la empresa.
Con el nuevo estatuto, el Gobierno quiere que los becarios tengan los mismos derechos que el resto de trabajadores de la empresa, incluyendo el respeto a los descansos, días festivos y vacaciones que correspendan.
Nuevo SMI
El anuncio de la tramitación de esta normativa sobre los becarios lo ha pronunciado Díaz inmediatamente después de que el Gobierno haya aprobado este martes una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 8%. Se sitúa de esta forma en 1.080 euros en 2023. Con este nuevo aumento (en lo que lleva el Gobierno de coalición de legislatura, ya se ha ampliado un 47%) se busca cumplir su objetivo de situarlo en el 60% del salario medio español, tal y como fija la Carta Social Europea.
La nueva subida se aplicará con efectos retroactivos, es decir, que incluirá desde el 1 de enero. Es decir, quienes lo cobren recibirán en febrero su salario más una primera paga de 1.080 euros más otros 80 de atrasos. Así, la nómina de este mes será de 1.160 euros.
Díaz se refería en su conferencia a las propuestas del Estatuto del Becario que está impulsando el Ministerio de Trabajo. Una de ellas es la de obligar a las entidades a pagar a sus empleados en prácticas, como mínimo, los gastos de transporte, alojamiento y manutención. En las empresas en las que las prácticas no sean compensadas (y no exista ninguna otra beca que cubra los mencionados gastos) los becarios deberán recibir esta remuneración.
La negociación de esta ley debería salir en el plan de este año, aunque se encuentra actualmente bloqueada por discrepancias entre los sindicato, la CEOE y el Ministerio que lidera Yolanda Díaz. Los ministerios del Ejecutivo, no obstante, ya lo han adoptados en sus trabajadores en prácticas.
La OCDE, el organismo internacional que representa a las grandes economías en del mundo y países del desarrollo, esgrimen que las becas, tanto en entidades públicas como en privadas, pueden "facilitar la transición" entre la escuela o universidad y el mercado laboral. Y consideran que la existencia de la figura de los becarios puede aportar beneficios "tanto a los jóvenes como a las empresas". Sin embargo, en sus últimos estudios sobre jóvenes y empleabilidad, la organización advierte de que existe "el riesgo de que se abuse de ese modelo".