Objetivamente hablando, los datos del mercado laboral del mes pasado son muy buenos. Se ha bajado de los tres millones de parados por primera vez desde 2008 y la Seguridad Social ganó una media de 213.643 cotizantes en el mejor mayo desde 2018. Sin embargo, dentro de todas estas cifras, también hay sombras. Los contratos formativos no despegan, o al menos no en la proporción que sus hermanos mayores. Además, el incremento de contratos temporales ha cuadruplicado el de los indefinidos.
En mayo, los contratos temporales crecieron un 21% respecto a abril, alcanzando los 910.168. Mientras, los indefinidos crecieron 'solo' un 4,5%, hasta llegar a los 730.427 contratos firmados.
Con todo, si esta es la ración de cal de los datos, la arena no está mal. Aproximadamente cuatro de cada 10 contratos son indefinidos, una proporción histórica para el mercado laboral español.
Sin embargo, el mayor crecimiento de los temporales expone un cambio de tendencia, según Javier Blasco, director del Adecco Group Institute. "La contratación cambia de rumbo, empujada por las necesidades estacionales y parece ajustarse más a la realidad de las empresas que a las mayores rigideces impuestas por la reforma laboral. Crecen los contratos temporales cuatro veces más que los indefinidos, el contrato por circunstancias de la producción y el de sustitución crecen un 26%, y los fijos discontinuos se estancan".
Cabe recordar que los contratos por circunstancias de la producción y el de sustitución son las modalidades temporales habilitadas por la reforma laboral y está establecido un uso muy limitado por parte de las empresas.
Contratos formativos
Por otro lado, Blasco también llama la atención sobre el bajón de los contratos en prácticas. "Ante la necesidad de recualificación y la falta de adecuación de mano de obra, debe preocupar que los contratos en prácticas sigan cayendo y el contrato en alternancia no despegue".
Concretamente, los contratos en prácticas se redujeron un 7,9% y se quedaron en los 3.465, 298 menos que en abril. Mientras, los de formación en alternancia subieron en un 16%, pero su peso relativo es bajo. De hecho, los contratos formativos, en total, crecieron solo un 2,3%.
Estos claroscuros no emborronan los avances del mercado laboral español, particularmente en colectivos como los jóvenes.
El desempleo de los menores de 25 años también ha bajado en 21.973 personas (-9,90%) respecto a abril. De hecho, la cifra de parados jóvenes es, hoy por hoy, la más baja de la serie histórica: 199.920.
Esto ha sido gracias a que, en términos interanuales, los menores de 25 años son el sector de edad que más se ha beneficiado de la reducción del desempleo, que ha bajado en un 38,1% en este colectivo.