Los expertos de BlackRock son pesimistas respecto al devenir de la evolución económica de Europa y Estados Unidos, así como del papel que ejercerán el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed), cuando, tal y como prevén, ambas economías entren en recesión. En esta ocasión, los bancos centrales no acudirán al rescate.
Así lo ha señalado Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia, durante la presentación de las perspectivas del segundo semestre de la mayor gestora del mundo.
No creen que los bancos centrales vayan a acudir al rescate de las economías cuando llegue la recesión porque han sido estas instituciones “quienes han provocado esta situación en su lucha contra la inflación”.
Más subidas
Esa batalla contra la escalada de los precios “nos ha llevado a un estancamiento, incluso a una recesión técnica en algunas regiones”. Y a pesar de ello, en BlackRock no ven que la inflación pueda bajar al 2%, especialmente en el caso de la tasa subyacente, aquella que no tiene en cuenta en su cálculo ni la energía ni los alimentos por ser los componentes más volátiles.
Ante la resistencia de la inflación subyacente, esperan que la Fed eleve los tipos de interés en dos ocasiones más antes de que termine el año, de forma que despidan el ejercicio en el rango de entre el 5,5% y el 5,75%. Frente a las previsiones del mercado, que anticipa recortes a principios de 2024, los expertos de BlackRock retrasan las bajadas hasta la parte final del año.
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En el caso del BCE, anticipan dos o tres aumentos más en 2023, lo que elevaría la tasa general al 4,75%. De la misma forma, en la gestora liderada por Larry Fink esperan que la institución europea comience a reducir el precio del dinero en la segunda mitad de 2024, frente a las previsiones del mercado, que sitúan los recortes en el primer trimestre del próximo año.
“Las bajadas de los tipos de interés no llegarán tan temprano como el mercado espera”, ha asegurado García-Díaz, porque “queda mucho camino por recorrer para que la inflación se modere al objetivo del 2%” marcado por los bancos centrales.
De hecho, en BlackRock consideran difícil que la escalada de los precios se modere hasta esa meta del 2% debido a una serie de factores estructurales, como son la transición energética o el envejecimiento de la población. Ven “los niveles de inflación elevados y, en consecuencia, a los bancos centrales subiendo tipos”.
Este nuevo régimen de “volatilidad macroeconómica, mayor inflación y bancos centrales” va a generar nuevas oportunidades, diferentes a las de años anteriores. En el contexto de este nuevo régimen en BlackRock consideran que se deben aprovechar las que ha denominado megafuerzas -revolución digital, inteligencia artificial, desglobalización, transición energética, envejecimiento de la población y el futuro de las finanzas- para captar las oportunidades de inversión.
Posicionamiento táctico
En este contexto, y teniendo en cuenta el posicionamiento táctico -es decir, a un plazo de seis a doce meses- de BlackRock, la gestora sobrepondera las bolsas emergentes a frente a las desarrolladas por su valoración, además de por el crecimiento económico y el momento del ciclo de subida de tipos en el que se encuentran este tipos de países.
Por el contrario, están infraponderados en Estados Unidos y Europa, al considerar que las previsiones de beneficios son demasiado optimistas y son más constructivos con Japón debido a la política monetaria acomodaticia, los tipos de interés reales permanecen en terreno negativo y la regulación que anima a las compañías a pagar dividendos y recomprar acciones.
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En cualquier caso, sobreponderan “el factor de calidad”. “En un contexto como el actual, interesa estar en compañías con balances saneados con flujo de cajas sostenibles que están creciendo y que tienen capacidad para seguir creciendo”, ha señalado García-Díaz.
Sin olvidar los sectores que se van a beneficiar de las llamadas megafuerzas, como son los semiconductores, la defensa, la tecnología, el aeroespacial, la electrificación de vehículos, la salud o todo lo que tiene que ver con el crédito privado.
Su principal apuesta en renta fija es la deuda emergente en moneda local por las mismas razones que prefieren sus bolsas. En deuda pública sobreponderan el tramo corto de Estados Unidos en un momento en el que los bonos estadounidenses a 2 años ofrecen un 5%, mientras que se mantienen neutrales respecto al crédito. Se decantan por la inversión en high yield y mejor en Europa que en Estados Unidos.