El Banco de Inglaterra sube los tipos de interés 0,5 puntos hasta alcanzar el 5%. Así, acelera el ritmo de las alzas después de que la inflación del mes de mayo se mantuvo en el 8,7% mientras la subyacente repuntó al 7,1%. Este es el nivel de subida más alto desde principios de 2008.
Tras el anuncio, la libra esterlina subió y los rendimientos de los bonos del Gobierno del Reino Unido cayeron al 5,01% desde el 5,06%, lo que refleja un aumento en los precios.
En su análisis, el Banco de Inglaterra espera que la inflación siga cayendo significativamente durante el transcurso del año, principalmente como reflejo de la evolución de los precios de la energía, aunque prevé que la inflación de los servicios se mantenga prácticamente sin cambios en el corto plazo, mientras que confía en que la inflación de los alimentos siga cayendo en los próximos meses.
También advierte de que "ha habido noticias significativas al alza en los datos recientes que indican una mayor persistencia en el proceso de inflación, en el contexto de un mercado laboral ajustado y una resistencia continua en la demanda".
De esta forma, la entidad seguirá las presiones inflacionarias persistentes en la economía en su conjunto, incluyendo la estrechez de las condiciones del mercado laboral y el comportamiento del crecimiento de los salarios y la inflación de los precios de los servicios.
Consecuencias de la inflación
"Si hubiera evidencia de presiones más persistentes, entonces se requeriría un mayor endurecimiento de la política monetaria", asegura.
En esta línea, el ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, indicó en un comunicado que el Gobierno tiene una "determinación indiscutible" para bajar la inflación, "ya que es la única manera en el largo plazo de aliviar la presión a las familias con hipotecas".
"Si no adoptamos ahora medidas, más tarde será peor y remarcó que la inflación alta es una fuerza desestabilizadora que se come las nóminas y ralentiza el crecimiento".
La semana pasado el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos 0,25% hasta el 4%, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos estabilizó el interés en el 5,25%. Eso sí, advirtió de posteriores alzas.