Algunos miembros del Banco Central Europeo (BCE) quieren acelerar la subida de tipos. Ciertos responsables de la institución pretenden, al menos, discutir un alza de 75 puntos básicos en la reunión que mantendrán en septiembre. Ello a pesar de los riesgos de recesión que se ciernen sobre la eurozona.
Así lo publica la agencia Reuters, citando varias fuentes conocedoras del proceso, a pesar de que ningún responsable de política monetaria del BCE se ha pronunciado en ese sentido.
En la cita que la institución presidida por Christine Lagarde mantuvo en julio, sus miembros decidieron elevar los tipos de interés 50 puntos básicos. La decisión fue el doble de la comunicada con anterioridad.
Hasta ahora, se preveía que el instituto emisor ejecutase una subida de la misma cuantía en la cita que el BCE celebrará 8 de septiembre.
Sin embargo, explica el mismo medio, las subidas consecutivas de 75 puntos básicos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y las perspectivas de inflación en la zona del euro refuerzan los argumentos de los miembros del BCE que pretender, al menos debatir, un alza superior.
La inflación en el bloque del euro alcanzó el 8,9% en julio en tasa interanual, más de cuatro veces el objetivo del BCE. Pero, aún más alarmante es el crecimiento de la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta ni alimentos frescos ni energía, considerados los componentes más volátiles- que en el 4% también duplica la meta de la institución.
Antes de tomar cualquier decisión, el Consejo de Gobierno del BCE- formado por 25 miembros- aún tendrá que evaluar un nuevo dato de inflación de la eurozona, el correspondiente al mes de agosto. Se conocerá la próxima semana.