Empresas cotizadas, inversores internacionales y autoridades se reunieron la pasada semana en la última edición del Spain Investors Day para discutir sobre la situación de la economía española. Con un nuevo año en el horizonte y tras un curso de crecimiento, las expectativas son positivas, aunque siempre dentro de un contexto de incertidumbre.

Así lo señala el presidente de Spain Investors Day y consejero delegado de Estudio de Comunicación, Benito Berceruelo, en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia. En ella repasa la situación de la economía española y los mercados en un contexto de estabilización de los tipos de interés y de nuevas tensiones en el comercio internacional por los ataques a buques en el mar Rojo.

¿Cree que España vivirá un 2024 de crecimiento en cuanto a la llegada de más inversión?

La inversión internacional en los últimos años ha estado muy frenada en el conjunto de Europa por la situación geoestratégica. Seguimos teniendo incertidumbres en el futuro porque las guerras no se han terminado y, por lo tanto, el panorama internacional tiene dudas sobre cuál va a ser la evolución.

No hay una seguridad por ninguno de los analistas que estuvieron en el foro de cómo va a ser el año 2024. Es cierto que, con la expectativa de que los tipos de interés ya han tocado techo y la tendencia de los intereses va a ir a la baja, se va a generar una mayor actividad en el mundo de la inversión.

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La expectativa para 2024 es que vuelvan las salidas a bolsa en los mercados financieros europeos y que vuelva a haber más operaciones de fusiones y adquisiciones. Los inversores tienen que invertir el dinero que en los dos o tres últimos años no han podido invertir.

¿Cuál es su visión de la economía española para este año?

España necesita hacer dos cosas que no son fáciles. Por un lado, tiene un déficit público muy alto que tiene que corregir y Europa lo va a exigir así. Pero, por otro lado, el Gobierno de coalición ha pactado una serie de políticas de gasto que parece muy difícil de compatibilizar con esa necesidad de recorte del déficit público.

Entonces la incógnita que tienen las empresas y la inversión para 2024 es cómo el Gobierno va a ser capaz de continuar reduciendo la deuda pública, porque después de la pandemia se ha colocado en cifras que no son sostenibles en el medio y largo plazo.

Benito Berceruelo, durante la XIV edición del Spain Investors Day Luismi González

Y España, como todas las economías occidentales, va a estar impactada por lo que pase en esa situación política mundial. Si la paz se consigue en alguna de las guerras y los tipos de interés efectivamente van a la baja, la economía española saldrá beneficiada.

¿Cree que las decisiones que se están tomando en materia fiscal atraen la inversión?

España necesita tener unos impuestos competitivos con el resto de economías. Somos un país que no tenemos materias primas. Para poder desarrollarnos necesitamos que continúe viniendo la inversión internacional y para eso tenemos que tener una política de impuestos competitiva.

Si queremos que la gente se venga a vivir e invierta en España, tenemos que tener impuestos similares a los que tienen países como Portugal o Francia. Porque si Portugal tiene una fiscalidad mejor que la nuestra, como ha pasado en los últimos años, los inversores irán a Portugal y no se vendrán a España.

Tenemos una Bolsa a la que se le ha puesto un impuesto a las transacciones financieras, un impuesto que no tienen las bolsas de Holanda, Irlanda o Estados Unidos. Entonces los inversores preferirán invertir en la bolsa de Irlanda o de Holanda.

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¿En España falta más seguridad jurídica?

Los inversores internacionales no hacen una acusación de que España no tenga seguridad jurídica. Están confiando en España, la prueba es que más del 50% de las acciones que cotizan en la Bolsa española están en manos de inversores internacionales y España es uno de los países del mundo que mayor inversión atrae.

Lo que sí piden los inversores internacionales es que las normas no sean muy farragosas y sobre todo que no se fragmente el mercado con distintas normas en las comunidades autónomas. También que la justicia sea lo más rápida posible y ahí tenemos un déficit de funcionamiento, porque es muy lenta.

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El comercio internacional ha vivido varios shocks. Ahora, una situación de tensión en el mar Rojo. ¿Cree que esto puede llevar a una crisis de inflación, falta de stock o estrangulamiento de las cadenas de suministro?

Lo que se vuelve a demostrar una vez más es que Europa en su conjunto y España en particular necesitan, en todo aquello que sea estratégico, ser autosuficientes o depender de países próximos. Porque en el momento en que se produce cualquiera de estas crisis, si la industria es muy dependiente del extranjero, eso nos afecta mucho más.

Esta crisis viene otra vez a demostrar que los proyectos que tiene Europa en su conjunto y España también de reindustrializarnos son necesarios y, además, es necesario hacerlo con rapidez. Europa y España necesitan compañías más grandes, más fuertes y más autosuficientes y, por lo tanto, los fondos europeos se tienen que emplear, entre otras cosas, para que esa reindustrialización vaya lo más rápido posible.

¿Cómo ve la situación de la bolsa española después de un 2023 alcista?

España es un mercado de primer nivel europeo. El año pasado fue uno de los mercados más rentables del mundo; si sumamos la rentabilidad del crecimiento de las acciones y el dividendo, la bolsa española tuvo una rentabilidad el año pasado en torno al 28%. Sólo fue superada por las bolsas de Estados Unidos, Japón e Italia.

El mercado de valores español el año pasado tuvo un comportamiento extraordinario. Es verdad que la Bolsa española, igual que las bolsas europeas en los últimos años, ha perdido tamaño. Ha habido compañías que han salido y ha habido muy pocas que han entrado y nuestras bolsas necesitan coger tamaño.

Benito Berceruelo, durante la XIV edición del Spain Investors Day Luismi González

La bolsa es un elemento de dinamización de la economía y, por lo tanto, tener un mercado de valores potente es bueno para el país. La Administración, el Gobierno y todos los actores del mercado tienen que hacer un esfuerzo para que nuestra bolsa continúe creciendo, desarrollándose y siendo competitiva.

Para 2024, si los tipos de interés efectivamente confirman su tendencia a la baja y el mercado tiene liquidez, tiene que ser un buen año para los mercados de valores en Europa en general y en España en particular. No sé si vamos a poder mantener una rentabilidad tan alta como la del 2023, pero yo sí creo que el año que viene vamos a ver nuevas salidas a bolsa.

¿Cómo afecta una situación como la de Grifols?

Ocurre en todas las bolsas del mundo. No es una cosa excepcional que haya un ataque a una compañía cotizada de esas dimensiones. Pero el ataque se produce por alguien que tiene un interés: es un fondo bajista que ha invertido en esa compañía, emite el informe, caen las acciones y gana dinero.

La empresa debe de dar la información con transparencia. En este tipo de situaciones hay que ser prudente, esperar a que la información llegue y los inversores puedan juzgar con toda la información. En principio la compañía estaba auditada y, mientras no se demuestra lo contrario, tiene el derecho a la presunción de inocencia.

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¿Y la decisión de Ferrovial?

Hay otros muchos valores españoles que cotizan en distintas bolsas, por lo tanto, eso es una cosa normal. Lo que tenemos que hacer es aprender de los problemas que pueda haber habido en el pasado. En materia reglamentaria, la Bolsa española tiene que hacer lo que sea necesario para competir en igualdad de condiciones con otros mercados.

Pero el caso de Ferrovial a mí me parece que no afecta la reputación de la Bolsa española. Es una decisión de una compañía de querer cotizar en otros mercados y está su derecho de hacerlo.