Pero entre sus palabras no ha incluido la importante deuda que Cataluña tiene con el Gobierno central ni los cientos de miles de millones que se han inyectado en la región para que haya podido mantener los pagos a proveedores y los servicios públicos. 

Según indican los datos del Banco de España, la deuda pública de Cataluña (la más elevada de España) supera los 85.456 millones de euros, una cantidad que supone el 33,4% del PIB de la región. Sin embargo, la mayoría de esta deuda es con el Estado. 

Concretamente, la Generalitat catalana debe al Ministerio de Hacienda 71.852 millones de euros. Es decir, que el 84% de su deuda es con el Estado. 

Esta deuda se ha forjado a partir de las constantes y continuas inyecciones de liquidez que el Gobierno central lleva a haciéndole a las arcas catalanas desde que se desencadenó la crisis financiera de principios de la década pasada.

Mecanismos

Se trata, particularmente, de mecanismos extraordinarios de financiación como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el Fondo de Facilidad Financiera (FFF), a través de los que Hacienda sigue prestando financiación prácticamente sin costes a las regiones. 

Desde la puesta en marcha de estos mecanismos en 2012, Cataluña ha recibido más 135.000 millones de euros básicos para mantener el pago a proveedores en la región y servicios públicos como la sanidad que se han podido mantener. 

De hecho, Cataluña ha sido la región que más fondos ha recibido mediante estos mecanismos, especialmente a través del FLA, que es el fondo que se tienen que adherir las regiones que no cumplen las reglas fiscales. Concretamente, se ha quedado con un 32,3% de ellos. 

Este martes, Puigdemont también cargó contra el déficit fiscal entre la Generalitat y el Estado. Lo cifró en unos 20.000 millones de euros anuales. Es decir, que la autonomía aporta a la tesorería nacional 20.000 millones más de los que recibe después por parte del Estado en materia de financiación.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública. Diego Radamés / Europa Press

Sin embargo, este cálculo procede de un informe elaborado de manera interna por la propia Generalitat de Cataluña en 2019. Las cifras de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) indican que el déficit de Cataluña con el Estado sería mucho más bajo de lo calculado por la Generalitat.

Estaría, en todo caso, en los 9.892 millones de euros, un 5% de su PIB. Eso sí, esta información data de 2014 y no fueron publicados hasta 2018. Desde entonces el Gobierno no revela lo relativo a balanzas fiscales. 

Esta balanza fiscal desfavorable, además, no es la peor en España. Esta situación corresponde a Madrid, con 19.205 millones de euros de déficit con el Estado, un 9,2% de su PIB. 

Por otro lado, Puigdemont también acusó al Estado de dejar sin ejecutar la parte de los Presupuestos Generales del Estado correspondientes a Cataluña. De ahí nacen, a su juicio, muchos de los males económicos que afectan a la región.

Sin embargo, en el último año cerrado contablemente (2021), el Gobierno se quedó muy cerca de ejecutar todo lo prometido en Cataluña: un 91% se cumplió. 

Ejecución

Pese a los lamentos separatistas, otras regiones sufren más los problemas de la falta de ejecución de inversiones. En País Vasco sólo se ejecutó el 38% de lo previsto, en Asturias el 56%, en Andalucía y en Galicia el 69% y en Cantabria el 75%. 

Según los últimos datos de Hacienda (a 30 de junio de 2023), Puigdemont este año no tendría razón para quejarse. Cataluña cuenta con una ejecución presupuestaria de las inversiones reales del Estado del 456%, un desarrollo en el que también tienen que ver los proyectos plurianuales que se llevan ejecutando en los últimos años.