Los precios de los alimentos volvieron a subir en abril en comparación con el mes anterior, según el último índice de precios de los alimentos de la FAO. La fuerte subida del azúcar, que registra sus niveles más altos desde octubre de 2011, y el repunte de la carne han hecho que los alimentos pongan fin a una racha de 13 meses consecutivos de descensos.

En concreto, el índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en abril en los 127,2 puntos. Aunque esta cifra es 31,2 puntos inferior al dato del mismo mes del año anterior, lo que supone un descenso interanual del 19,7%, en comparación con marzo el indicador se ha incrementado en ocho décimas, un 0,6%.  

Hay que remontarse hasta marzo de 2022 para encontrar la última subida del índice en comparación con el mes anterior. En concreto, ese mes registró un fuerte incremento del 13,1% que provocó que los precios marcaran el nivel más alto de su historia al alcanzar los 159,7 puntos. Desde entonces, el indicador ha seguido una constante tendencia a la baja a la que se ha puesto fin en abril.

El gran responsable de este freno ha sido el "acusado aumento" del azúcar. El índice de precios de la FAO para este alimento se situó en abril en los 149,4 puntos, es decir, 22,4 puntos más que en marzo. Este incremento del 17,6% es el tercer aumento mensual consecutivo y eleva el precio del azúcar a su nivel más elevado desde octubre de 2011.

La FAO explica que este fuerte repunte ha estado ligado sobre todo a una "profunda preocupación" en torno a una posible menor oferta de azúcar en la campaña de 2022/23, tras nuevas revisiones a la baja de las previsiones de producción de China e India, así como al hecho de que esta haya sido inferior a la prevista en Tailandia y la Unión Europea (UE).

Una cosechadora en los campos de caña de azúcar en Sao Martinho (Brasil). Reuters

Además, la organización añade que, pese a las perspectivas positivas que existen para los cultivos de caña de azúcar en Brasil este 2023, el lento inicio de la cosecha debido a unas precipitaciones superiores a la media también ha empujado nuevamente al alza los precios.

Y a todos estos problemas relacionados con la producción se suman también factores económicos, como son un nuevo repunte de los precios internacionales del petróleo o el fortalecimiento del real brasileño frente al dólar estadounidense.

Sube la carne

Aunque en menor medida que el azúcar, la carne también ha contribuido a esta subida de los precios de los alimentos en abril respecto al mes anterior. En concreto, el índice de precios de la carne de la FAO registró una media de 114,5 puntos, 1,5 puntos más (1,3%) que en marzo, pero 7,4 puntos menos (-6,1%) en comparación con el mismo mes del año pasado.

A este respecto, detalla que en el cuarto mes del año la carne de cerdo fue la que más subió de precio a nivel internacional. Esto se debe al aumento de las importaciones en los países asiáticos, así como a las "persistentes limitaciones de la oferta" en varios de los principales exportadores como consecuencia de los elevados costes de producción y problemas de sanidad animal.

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En esta línea, los precios mundiales de la carne de aves repuntaron en abril tras nueve meses de descensos, también por el aumento de la demanda de importaciones en Asia, a lo que se sumó que en muchas regiones la oferta siguió siendo limitada por los brotes generalizados de gripe aviar.

También aumentaron los precios internacionales de la carne de bovino debido a una disminución de la oferta de ganado destinado a sacrificio, especialmente en Estados Unidos. Por su parte, los precios de la carne de ovino se mantuvieron bastante estables, ya que la elevada oferta de Oceanía prácticamente igualó el aumento de las importaciones en los países asiáticos y de Oriente Medio.

Cereales, aceites y leche

El resto de productos que componen el índice de precios de la FAO cerró abril a la baja. Por ejemplo, el correspondiente a los cereales se situó en los 136,1 puntos, es decir, 2,4 puntos menos (-1,7%) que en marzo y 33,5 puntos por debajo del valor alcanzado un año antes (-19,8%).

El descenso de los precios mundiales de todos los cereales principales compensó el aumento intermensual de los precios del arroz, que revirtió la mayor parte de la bajada que registró en marzo de 2023 por las mayores ventas a compradores asiáticos. 

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Por el contrario, el trigo descendió un 2,3%, hasta su nivel más bajo desde julio de 2021, por la abundante oferta para exportación en Rusia y Australia, unas condiciones de cultivo más favorables en Europa y el acuerdo de finales de abril que permite el tránsito de cereales ucranianos a través de los países de la UE. En esta línea, el maíz bajó un 3,2% por una mayor oferta en América del Sur. 

En el caso de los productos lácteos, el indicador bajó un 1,7% (2,2 puntos) respecto a mazo y un 15,1% (22,1 puntos) en comparación con abril de 2022, hasta los 124,6 puntos. En concreto, la leche en polvo cayó por décimo mes consecutivo, mientras que el precio del queso se redujo debido a la mayor oferta en Europa occidental. Por el contrario, los precios mundiales de la mantequilla se mantuvieron bastante estables.

Por último, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en abril en los 130 puntos, 1,8 puntos menos (-1,3%) que en marzo, lo que representa la quinta disminución mensual consecutiva. El descenso continuado de este indicador se debe a la estabilidad de los precios mundiales del aceite de palma, así como a la bajada de los correspondientes a los aceites de soja, colza y girasol.