Luis Miguel Peregrín (Águilas, 1958) atiende a EL ESPAÑOL-Invertia antes de coger un vuelo a Chile para asistir a una convención internacional sobre el arándano. El presidente de Ritec, ingeniero técnico industrial, está pendiente de cada detalle del mercado agrícola, y por eso su empresa tiene clientes en más de 56 países y forma parte de la plataforma AgritechMurcia: el Silicon Valley de la tecnología agrícola.
El expositor de Ritec, empresa especializada en el diseño, fabricación e instalación de equipamientos de riego, control de clima y humidificación, será uno de los grandes atractivos de Fame Innowa: la feria sobre tecnología e innovación aplicada a la agricultura, más importante del Mediterráneo, y que abrirá sus puertas a partir de este martes, en el recinto ferial IFEPA de Torre Pacheco (Región de Murcia).
"Esta feria tiene mucha tradición, ha conseguido mantener un buen nivel a lo largo de los años y es importante por el impulso que le da al sector", tal y como reflexiona el presidente de Ritec (Riegos y Tecnología), Luis Miguel Peregrín, consciente de los retos que la agricultura española tiene en el horizonte más inmediato, como la falta de abastecimiento hídrico o su adaptación al cambio climático a través del I+D+i.
- Usted suma 37 años de experiencia dentro del sector agrotecnológico, ayudando a miles de productores agrícolas de todo el mundo. ¿Considera que en España hace falta un Pacto Nacional del Agua?
- No es que lo considere, creo que es vital para poder desarrollarnos y para evitar los conflictos territoriales y políticos que están surgiendo ahora mismo. Por desgracia, el tema del agua se ha politizado y eso ha provocado las injusticias y los problemas que estamos teniendo. El agua se debe sacar del debate político para hacer un pacto general porque es un recurso de todo el país, no de donde está. El agua es un recurso nacional como dicen las leyes, al que debemos acceder todos.
Hay que garantizar el agua. La agricultura se está naturalizando, pero sin recursos poco podrá avanzar. En el tema del agua hay muchas verdades a medias que terminan siendo mentiras y hay muchas mentiras que se repiten muchas veces y luego la gente cree que son verdad. Por desgracia, piensan que el agricultor es el problema y lo estamos viendo ahora con Doñana. Nuestro problema es que no tenemos agua, pero tenemos buen clima, pues entonces, traigamos el agua de donde la tenemos y no la utilizamos, porque el agua la puedo transportar, pero el clima no.
Hay países que le llevan mucha ventaja a España porque han conseguido crear una infraestructura de comunicación de regadíos y de canales para poder transportar el agua desde donde está, hasta donde se necesita, y eso beneficia a todos. Lo que pasa es que aquí no se sabe hacer un buen uso de ese tipo de mecanismos.
- Su empresa es especialista en equipamientos de riego. ¿Cómo rentabiliza la tecnología un metro cúbico de agua para regar en una finca agrícola o dentro de un invernadero?
- Tenemos que buscar siempre la mayor productividad a un metro cúbico de agua: sacar más kilos. A un metro cúbico de agua, con una tecnología básica, a lo mejor le podemos estar sacando un kilo de producto, pero con una tecnología intensa y actualizada, le podemos multiplicar por cinco y por seis el valor de la producción. Las tecnologías de alto rendimiento que se están aplicando en el sureste de España, desde hace más de treinta años, ya han conseguido eso: optimizar al máximo el agua. Y ese es el valor que hay que tener en cuenta ahora: ¿Cuántos kilos de producto puedo obtener por metro cuadrado y por metro cúbico de agua consumida?
Ahí es donde estamos. El gran esfuerzo que se está haciendo es que cada vez hay menos agua, con lo cual, los agricultores deben mantener su producción dosificando mucho mejor el recurso del agua. En el Levante, la tecnología del fertirriego se lleva utilizando más de 25 años y hoy en día, con las tecnologías que se están aplicando, hay nuevos mecanismos que permiten controlar mejor la planta, para saber en qué momento hay que regar y durante cuánto tiempo hay que regar. La cuarta revolución en el mundo de la agricultura es regar en función de lo que la planta necesita.
Las tecnologías, al principio, son complejas, pero el resultado final es óptimo. Por desgracia, las Administraciones públicas van un poquito por detrás y se tienen que implicar para poner al alcance de los agricultores las máximas tecnologías para luego poder exigirles rendimientos.
- ¿El agua se rentabiliza más en el Levante español, es decir, en Murcia, Almería o Alicante, que en otros territorios del país?
- No hay que olvidar que con un metro cúbico de agua, si vas a cultivar cereal, a lo mejor te está rindiendo 3 o 4 euros, pero un metro cúbico de agua en el Levante, produciendo lechuga, a lo mejor te está rindiendo 12 o 14 euros. Es decir, el recurso que tenemos, siendo escaso, también hay que buscar dónde podemos tener muchos más beneficios y retornos para el desarrollo de todos, y eso se hace aprovechando las bondades que tenemos en el sureste de España, en cuanto a la climatología y a la capacidad de poder cultivar cualquier tipo de producto durante todo el año.
- ¿Cree que todos los productos que compramos deberían de incluir en el etiquetado su huella hídrica: la cantidad de agua usada para producirlo?
- Al final, lo que viene a representar la huella hídrica es que se pueda favorecer a los agricultores que se esfuerzan en optimizar el agua. Imagínate que vas al supermercado y te encuentras un kilo de tomates, con una huella hídrica de 5 litros de agua, y un kilo de tomates, con una huella de 20 litros: ¿A quién le comprarías los tomates? La huella hídrica debe servir para motivarnos y de esa manera, cuando tú compres esos tomates, el otro productor se esforzará por rebajar su huella hídrica.
Como eso no aparece ahora mismo en la etiqueta, tú llegas al super y compras los tomates sin saber lo que hay detrás. Igual que se informa de las kilocalorías que tienen los alimentos, se debería informar de la huella hídrica que tienen. El Ministerio debería implementar eso en el etiquetado porque obligaría al agricultor a buscar esas tecnologías que le van a ayudar a optimizar [el uso del agua]. Por desgracia, muchas veces, los agricultores, cuando tienen mucha agua, no se molestan, ni siquiera por compañerismo. En el norte de España que sabemos todos que hay agua de más: la mal emplean y eso hasta tendría que estar prohibido.
Hay que buscar mecanismos que motiven y ayudar a gastar menos agua. Con un poco de colaboración, todos saldríamos más beneficiados.
- Después de la fertirrigación, ¿qué es lo último que se está aplicando en el campo en cuanto a tecnología de riego?
- Si vamos a cultivar en suelo, lo último que se está haciendo es ver los niveles de humedad que hay en el entorno radicular de la planta para saber qué necesita. Si hablamos de cultivo en sustrato, lógicamente, hay otros mecanismos que nos permiten valorar ese contenido de humedad, en función de controles de volumen y en base a sensores, para saber con precisión qué cantidad de agua hay en el sustrato donde viven cinco plantas de tomate. De modo que según lo que la planta va consumiendo, nosotros vamos reponiendo para que el agua esté al nivel óptimo que necesita.
- El incremento de la productividad de una finca agrícola, entre otros factores, depende del clima, del tipo de suelo, la disponibilidad de agua, la presencia de plagas o la luz. ¿Qué papel juega ahí la variable tecnológica?
- La tecnología juega un papel fundamental en el incremento de la productividad de una explotación agrícola. Hoy en día podemos tener buen clima y un régimen de lluvias adecuado, pero muchas veces, si llueve mucho es malo para la producción. Si lo analizamos, las zonas de España donde se cultiva bien son donde menos llueve y eso es porque el control del ambiente de la planta que se hace con tecnología es muy importante.
Las zonas de cultivo con excesiva humedad, generan más problemas para el crecimiento vegetativo de la planta y ahí la tecnología es vital. De hecho, desde Ritec, lo que nosotros estamos haciendo es expandir por el resto del mundo la tecnología murciana que lleva más de cuarenta años desarrollándose y aplicándose, en este caso, adaptándola al país en el que estemos y a la climatología que tenga.
- ¿En Murcia se puede afirmar que hay una agricultura 4.0? O dicho de otra manera: ¿Murcia es la comunidad autónoma con mayor implantación tecnológica en el sector agrícola?
- Creo que sí. Primero porque en Murcia es donde estamos las principales empresas de España con industria auxiliar para la agricultura, a pesar de que es una comunidad pequeña. En segundo lugar, porque en Murcia la escasez siempre ha sido un problema y nos hemos ido adaptando.
En tercer lugar, por nuestra buena climatología en invierno, en Murcia fuimos una comunidad pionera en el desarrollo de cultivos intensivos y por ese motivo, la mayor parte de la industria auxiliar la tenemos aquí, ya sea de sistemas de riego, de invernaderos, de maquinaria fitosanitaria o de fertilizantes. Muchas de todas estas empresas están integradas en AgritechMurcia y estamos consiguiendo que nuestra tecnología la exportemos a América del Sur, África, Emiratos Árabes...
- De todas las herramientas tecnológicas o sistemas inteligentes que hay a disposición de los agricultores: ¿cuál es el más implantado y qué es lo último que se lleva en el campo?
- El más extendido es el tensiómetro que sirve para introducirlo en el suelo, a cierta profundidad, para darnos información a nuestro móvil sobre el agua disponible para la planta y así dar una respuesta inmediata a la realidad que tienes en cada parte de la finca.
Hay un nuevo negocio en el tema de la sensorización al que están acudiendo multitud de empresas. Lo último es todo lo relativo al conocimiento de cómo está la raíz de la planta porque tiene que vivir y que alimentarse, tomando agua y nutrientes. Entonces, hay sensores que analizan todo lo que hay alrededor de la raíz, sensores que analizan el flujo de savia que va por la tomatera, sensores que miden la temperatura de las hojas y en base a eso vemos cuándo se puede regar.
Al final, se trata de analizar cómo está la planta, como cuando nosotros vamos al médico y le decimos que nos duele el brazo y nos mandan hacernos una radiografía, pues al agricultor le pasa lo mismo, tiene que analizar en qué momento se encuentra su producto para aplicarle el agua y los nutrientes cuando los necesita. Ese tipo de sensor se está utilizando cada vez más, para saber la actividad fisiológica de la planta, qué nivel de energía está recibiendo del sol, la radiación y en qué estado vegetativo se encuentra para aportarle más o menos agua y nutrientes.
-En un invernadero, ¿dónde hay más tecnología: detrás de un tomate, de un pimiento, de un calabacín o de un pepino?
- La tecnología es la misma, no se diferencia por el cultivo que voy a producir. Si esos productos los cultivo en suelo, voy a tener que aplicar un tipo de tecnología, y si los cultivo en sustrato, sin suelo, voy a tener que aplicar otro tipo de tecnología. Lo que ocurre es que cuando cultivamos sin suelo, voy a poder llevar un control más preciso de la planta porque la tengo monitorizada a nivel aéreo y a nivel radicular.
- ¿El futuro del sector para combatir el cambio climático pasa por orientar la producción a estructuras de mallas e invernaderos equipados con sistemas de control ambiental para garantizar la productividad de los cultivos?
- Efectivamente. Todas las hortícolas tienen la mejor protección bajo una malla o un invernadero. Obviamente, es la solución más costosa, pero estoy aplicando sistemas circulares: estoy regando, reutilizando y desinfectando drenajes. No hay vertidos al suelo con los cultivos sin sustrato. El arándano que está tan de moda, es una planta silvestre y todo lo que se está haciendo ahora es a través de hidroponía. También hay muchos países que están produciendo higueras en invernaderos, pitaya, productos tropicales...
Al final, podemos hacer cualquier cosa bajo plástico y bajo protección. De lo que se trata es de tener la mayor producción por metro cuadrado con el menor consumo de agua. Es el futuro de la agricultura, no nos queda otra, porque los recursos son los que son, las bocas para consumir aumentan a diario, y si no sacamos más kilos por metro cuadrado, no nos vamos a ir a quitar bosques para aumentar la superficie agrícola. La superficie que hay, debemos optimizarla, y con la tecnología multiplicamos por seis, por siete, incluso por diez, el rendimiento de los cultivos.
En el futuro habrá que aumentar la superficie de invernaderos para proteger los cultivos y garantizar la producción, tanto si llueve como si no llueve, para hacer un control ambiental y de plagas. Todo eso exige que la agricultura se proteja cada vez más. Hoy en día, los invernaderos que hay que construir son los que nos permitan tener aplicaciones de humedad, porque si no partimos de una buena estructura de invernadero, no podemos aplicar nuevas tecnologías. Pero para eso la Administración pública se tiene que implicar.
- ¿La soberanía alimenticia es una expresión que han acuñando los partidos políticos para pescar votos en las próximas elecciones o es un asunto que el Gobierno debe incorporar a su agenda?
- A nivel agrícola, no todos los países tienen la posibilidad de producir lo que quieren. Este tema se ha tenido en cuenta a raíz de la pandemia de Covid y si se cierran fronteras, cada país tiene que poder garantizar su producción. Hay países que se lo están tomando muy en serio y eso es lo que hay que hacer en España. Ahora mismo, con la guerra de Ucrania, este país es un gran productor de cereal, pero no puede suministrar al resto del mundo y eso está generando problemas de suministro porque no estábamos preparados.
- ¿Qué papel jugará Ritec en la feria Fame Innowa de tecnología agrícola que arranca este martes en el recinto ferial de IFEPA?
- Lo que pretendemos es que los agricultores conozcan lo que hay en el mercado. Si uno se queda en su explotación agrícola y no va a las ferias, no va a tener el conocimiento sobre las ventajas que tendrá para su producción la aplicación de tecnología. Por eso vamos a montar un expositor junto a otras dos empresas con las que estamos haciendo una colaboración en el Campo de Cartagena. Esta feria tiene mucha tradición, ha conseguido mantener un buen nivel a lo largo de los años y es importante el impulso que le da al sector. Torre Pacheco es el centro geográfico de la agricultura murciana.
Fame Innowa es una feria consolidada en el calendario del sector agrario español porque comenzó allá por el año 1984 y desde entonces, no ha parado de acercar en cada edición, lo último sobre modernización de los procesos de cultivo y en I+D+i agrícola. Este evento cuenta con el respaldo de un comité técnico organizador, compuesto por representantes de organizaciones agrarias, asociaciones empresariales, universidades, entidades bancarias, centros de formación e investigación, así como de la Consejería de Agricultura que dirige Antonio Luengo.
La edición de 2023 reunirá en el recinto ferial de IFEPA a más de 200 empresas. También pondrá en marcha un ambicioso programa con destacados divulgadores científicos, como David del Pino, que abordará todas las tendencias disruptivas en la comercialización hortofrutícola. Desde este martes hasta el viernes, se presentarán productos y se celebrarán ponencias que abordarán temas como la digitalización aplicada al sector agro, la sostenibilidad ambiental en la producción agroalimentaria, cuadernos electrónicos de campo o los retos de futuro de la agricultura.
- ¿Cuál es el último proyecto sobre tecnología agrícola en el que anda inmerso Ritec?
- Desde que empezó el año estamos implicados en proyectos tan diversos que asustan. En Australia, por ejemplo, vamos a hacer el primer proyecto en cultivo recirculante; en Honduras, vamos a hacer un proyecto de cultivo de pitaya en invernaderos, en México estamos con la hidroponía en arándanos... Llevamos ocho o diez proyectos en línea, a cada cual más complicado e interesante. El ADN de Ritec es la agricultura de alta tecnología y de alto rendimiento: eso es lo que nos motiva.
- Ritec ha recibido el Premio Europeo a la Calidad y Compromiso Empresarial, en la categoría de Innovación y Tecnología de Sistemas de Riego Automatizados. ¿Qué hay que hacer para ser un empresario comprometido?
- Hay que tener pasión y disfrutar del trabajo que haces. La gente que me conoce sabe que esto para mí es mi vida. Desde que empecé a trabajar en este sector, no me ha importado desplazarme para conocer nuevos países porque al final, la agricultura nos da la vida y nosotros no hacemos clientes, hacemos amigos: si al agricultor le va bien, a Ritec le va bien. Desde una esquina de Murcia, solo por el conocimiento que tenemos en sistemas de riego, nos escogen grandes empresas frente a grupos industriales.