La OCDE se ha sumado a los organismos que están revisando a la baja las previsiones de crecimiento de 2023, aunque lo más preocupante es que prolonga el escenario de alta inflación al menos hasta que acabe 2024, fecha en la que cierra su horizonte de proyecciones.
En opinión de este think tank, la economía española avanzará un 1,3% el próximo año. Son dos décimas menos de lo anticipado en el último informe, pero es un dato mejor al del FMI 1,2%) o la Comisión Europea (1%). En todo caso, empeora mucho el escenario dibujado por el Gobierno de un crecimiento del 2,1%.
Esta rebaja se compensa, en parte, con una mejora las previsiones económicas este año hasta el 4,7%, pese a que reconoce la debilidad del crecimiento que se observa con los datos oficiales del tercer trimestre.
[El FMI recorta al 1,2% el avance del PIB en 2023]
Sin embargo, la sorpresa más negativa la ha dado con su estimación de inflación, puesto que espera que cerrará este año en el 8,6% y tanto en el próximo como en 2024, en el 4,8%. Es decir, augura una inflación alta al menos durante dos años más.
Es un dato mucho más pesimista al del instituciones como el Banco Central Europeo, que había prometido que los precios volverían a la senda de estabilidad en 2024.
Con todo, cree que el impacto económico del aumento de los costes se podrá sortear mejor que en otras ocasiones gracias a los ahorros acumulados por las familias durante la pandemia, aunque la inversión se verá afectada por este contexto.
Por ello, considera importante impulsar los fondos Next Generation EU y advierte que será necesario ir renovando las ayudas del Gobierno a las familias para paliar los efectos de la inflación durante más tiempo y con decisiones selectivas.
El contexto europeo dibujado por la OCDE no es bueno con Alemania surfriendo una recesión en 2023 que supondrá una caída del PIB del 0,3%.
Sin embargo, las grandes economías del euro sufrirán una menor inflación en 2024 que España, con Francia en el 1,7%, Alemania en el 3,3% e Italia en el 3%, según estas proyecciones.