El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido al Congreso que los datos muestran que el pacto de rentas implícito por el que las empresas estaban asumiendo pérdidas en sus márgenes y los trabajadores estaban renunciando a subir sus salarios para combatir la inflación se está empezando a romper. Esta renuncia a asumir pérdidas amenaza con desembocar en una espiral inflacionista que empobrezca aún más a los españoles.
En este contexto, Hernández de Cos ha aprovechado su comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso para insistir en reclamar un pacto de rentas nacional que involucre a empresas, trabajadores del sector privado, funcionarios y pensionistas.
"Hay un agotamiento en el pacto de rentas implícito. De ahí, la importancia del pacto de rentas", ha señalado, tras explicar con detenimiento cómo este intento de los agentes por no asumir las pérdidas que padecen por su pérdida de poder adquisitivo provoca efectos indirectos y de segunda ronda en la inflación.
En este sentido, ha confirmado que el próximo viernes, el Banco de España revisará en algunas décimas a la baja su actual previsión de inflación general (7,5%) por la previsible caída de los precios energéticos, pero actualizará al alza los datos de inflación subyacente.
Esta segunda, refleja cómo las empresas, que en un primer momento de la escalada de los precios de la energía optaron por asumir pérdidas y no trasladar ese aumento de los costes a los márgenes, ya han comenzado a repercutir los nuevos precios a sus productos y servicios.
Mientras, las cláusulas de salvaguarda de los convenios para actualizar los salarios con la inflación ha pasado de figurar en un 17% de los convenios a un 30% con datos de marzo.
Según Hernández de Cos, la revisión de las cifras que hará el Banco de España el próximo viernes, 10 de junio, se llevará a cabo en medio de mucha incertidumbre y con el contexto de que esos efectos de segunda ronda no se materialicen. Algo que a la vista de lo expuesto, no parece ya garantizado.
Indexar al IPC subyacente
Por ello, el gobernador ha advertido que los españoles tendrán que asumir las pérdidas que se derivan del encarecimiento de los precios de la energía y ha apuntado a la inflación subyacente esperada como una alternativa para indexar las políticas públicas -donde se enmarcan pensiones y el sueldo de los funcionarios- o los salarios de los trabajadores del sector privado.
De Cos ha recordado al Congreso que falta por acometer una reforma completa de las pensiones y ha preferido esperar a conocer las medidas que finalmente adopte el Gobierno para evaluar la sostenibilidad del sistema.
Así, ha recordado que entre las reformas que pide para las pensiones el Banco de España figura el buscar el equilibrio financiero, el establecer más vínculo entre prestaciones aportadas y recibidas, el tener en cuenta la equidad intergeneracional para que no recaiga el peso, el dotar de más transparencia al sistema o el de dar más peso al ahorro privado.
Consolidación fiscal
El gobernador también ha vuelto a insistir en el Congreso en que "se necesita un programa de consolidación fiscal" que debería ir acompañado de reformas estructurales para ser más rápido.
Además, el escaso margen fiscal, obliga a la cautela en el despliegue de la respuesta a esta subida de los precios. En este sentido, ha reclamado medidas focalizadas en los colectivos más vulnerables, dado que esta crisis ha tenido efectos muy heterogéneos en función del tipo de empresa o el nivel de renta de los ciudadanos. Los más vulnerables son los que más están sufriendo los efectos de la inflación.
A la espera de que el próximo jueves, 9 de junio, el BCE actualice sus previsiones de crecimiento, el Banco de España hará públicas sus nuevas estimaciones para la evolución de la economía española. En las que presentó en abril, esperaba un crecimiento del 4,5% para este año y del 2,9% para el siguiente. Ahora, se revisarán esas cifras "unas décimas a la baja".