La patronal CEOE ha advertido este viernes, tras conocer los resultados del PIB del tercer trimestre, que la reactivación de la economía española está siendo menos intensa de lo esperado y que alcanzar los niveles precrisis puede retrasarse a 2023.
"Aunque las perspectivas son favorables para la economía española para 2021 y 2022, previsiblemente se van a tener que corregir a la baja", ha advertido la patronal, tras recalcar que es "fundamental" que no se implementen medidas que desincentiven el crecimiento económico, ya que su mero anuncio afecta negativamente a las expectativas de todos los agentes.
Y es que, tras las expectativas de crecimiento que apuntaban a un notable repunte en este periodo, debido a la finalización de las restricciones y el avance de la vacunación, el PIB ha aumentado solo un 2% en tasa trimestral, mientras que en términos interanuales, se desacelera la tasa de crecimiento hasta el 2,7%.
La consecuencia de esta recuperación más moderada es que los niveles precrisis tardarán más en alcanzarse, pudiendo retrasarse a 2023. Además, la patronal ha avisado de que las previsiones de crecimiento del 6,5% en 2021 van a ser "muy difíciles de alcanzar", incluso para las estimaciones que apuntaban a un aumento del PIB en el entorno del 5%.
Revisión de la perspectivas
De hecho, CEOE ha avisado de que para alcanzar el 5% de crecimiento este año, el PIB en el cuarto debería crecer un 3,5% trimestral, por encima del segundo y tercer trimestre juntos. "Esto implica que se va a tardar más en alcanzar los niveles precrisis y que previsiblemente se van a revisar a la baja las perspectivas de crecimiento de la economía española para 2021", ha adelantado la patronal.
También ha apuntado que la composición del crecimiento introduce ciertos elementos de incertidumbre y riesgos a la baja. Entre ellos cabe destacar la caída del consumo de las familias, el aumento de los costes empresariales, que hacen que los márgenes se sigan reduciendo este año, y la notable caída acumulada de la productividad.
Además, la patronal ha señalado que el deterioro de los resultados empresariales, en un contexto de aumento de los costes laborales y de incertidumbre acerca de los cambios regulatorios, puede llevar a un menor dinamismo económico en el futuro y, con ello, a una menor creación de empleo.
De su lado, CEOE ha destacado los puntos más positivos son el repunte de las exportaciones y de la inversión empresarial. En ambos ámbitos, es fundamental un marco regulatorio que impulse la competitividad, puesto que, ambos componentes, al igual que en crisis anteriores, pueden ser el motor de crecimiento económico.