Los economistas Oliver Hart y Bengt Holmström han sido galardonados con el Nobel de Ciencias Económicas de 2016 por sus aportaciones al estudio de los contratos y su impacto en las relaciones sociales. Esta vez, la Real Academia de las Ciencias de Suecia y el Banco de Suecia (Riskbank) han optado por premiar a dos economistas que no tratan temas mediáticos, pero cuya relevancia está fuera de toda discusión. Tanto como que cada ciudadano se rige por decenas de contratos, desde el que regula su trabajo, hasta el seguro de su coche, o sus relaciones con las instituciones públicas o sus derechos y deberes como accionista.
Todas estas relaciones generan "conflictos de interés, por lo que los contratos deben diseñarse de forma apropiada para asegurar que ambas partes toman decisiones que les benefician mutuamente", ha explicado la Academia tras el galardón.
El británico Oliver Hart, profesor de la Universidad de Harvard, realizó sus contribuciones principales al estudio de los contratos en la década de los ochenta. "Sus estudios proporcionan nuevas herramientas teóricas para estudiar cuestiones como qué tipo de compañías deberían fusionarse, la proporción de deuda y capital que debe usar cada empresa para financiarse o cuando instituciones como colegios o prisiones deben ser privadas o públicas".
El finlandés Bengt Holmström, profesor en el MIT (Massachussets Institute of Technology), demostró a finales de los setenta cómo deben realizarse los contratos en los que no hay información suficiente sobre cómo actuará la parte contratante. Por ejemplo, cómo los propietarios de una empresa (sus accionistas) deben elaborar el contrato del presidente de la empresa cuando saben que no dispondrán de toda la información sobre su labor en la compañía. Sus aportaciones muestran que la retribución del empleado tiene que estar vinculada a la información relevante sobre su actuación que ofrezca o que exista.
De esta forma, sus estudios sirvieron para avanzar en el análisis de los contratos y cómo optimizarlos cuando la información es insuficiente. Las aportaciones de los dos economistas han servido para ensanchar este campo, como explica la Academia de Suecia. "Sus análisis de los acuerdos contractuales óptimos establecen una base teórica para diseñar políticas e instituciones en numerosas áreas, desde la legislación de bancarrotas hasta constituciones".