Cómo conseguir que una compañía con treinta centros de trabajo diferentes y diseminados por todo el país haga sentir a todos sus trabajadores parte importante de la organización. Cómo hacer que las gestiones rutinarias no sean un agujero negro de productividad para empleados y empresas. O cómo acertar al máximo en el reclutamiento de nuevos miembros del equipo.
Este y otros son los frentes que los departamentos de recursos humanos pueden abordar y mejorar con la tecnología. Frentes con los que actuar de puertas hacia adentro. ¿Por qué? “La transformación de las empresas la hemos hecho sólo hacia afuera, pero hacia adentro queda mucho por hacer”, afirma con rotundidad Margarita Pérez Baño, directora de políticas y modelos de Recursos Humanos del Banco Sabadell, durante el Foro de Debate organizado por EL ESPAÑOL y IMF Business School.
Diferentes usos
¿Cómo usar la tecnología para mejorar la gestión de los recursos humanos? Hay compañías que la utilizan para hacer piña. Como la noruega Schibsted, a la que le ha permitido ser más transparentes con las cifras y el día a día de la empresa. “Nos ha permitido medir la felicidad de los trabajadores, cómo afecta el tiempo, el partido de fútbol de ayer o las decisiones de la empresas en su bienestar”, explica Jaume Gurt, director de Organización y Desarrollo de Personas en el conglomerado de medios. “Sin tecnología no podemos saber cómo palpita la organización y tampoco podemos llevar la cultura y el estilo a todos los rincones a pesar de la distancia”, apostilla.
Hay otras compañías que buscan agilizar las gestiones diarias, con el objetivo de mejorar la competitividad. “Hace todo más simple, los procesos mucho más fáciles”, explica Remedios Orrantía, directora general de Recursos Humanos de Vodafone. En la operadora han desarrollado, por ejemplo, una aplicación con la que optimizar los aparcamientos libres de su sede central en Madrid. O han digitalizado toda la gestión de las notas de gastos de su plantilla.
Otras muchas señalan al llamado ‘big data’ (explotación de todos los datos generados en la red) como otra de las grandes herramientas. “Tenemos que tender hacia eso para conseguir unos recursos humanos más predictivos que reactivos”, explica Enrique Escalante, responsable de Human Resources Iberia de Havas Media Group. Entre los objetivos se encuentra un mayor acierto en la selección de personal.
Una de las herramientas que está subestimada en España es la de los simuladores. El director adjunto de EL ESPAÑOL, John Müller, recuerda que es un recurso “muy abandonado” en las empresas. “Es un elemento excelente que se puede usar para entrenar a personas a adquirir nuevas habilidades; es una cosa que en la cultura española parece que no la necesitáramos”, afirma.
“No todo el mundo está preparado”
Pero no es tan fácil como pueda parecer. Muchos grupos de trabajadores no abrazan a la tecnología y las nuevas maneras de hacer de la misma forma que los más jóvenes. “Hay que tener mucho cuidado porque la tecnología significa pero no todo el mundo está preparado”, explica Escalante, quien reconoce que, hoy por hoy, siguen conviviendo dos o tres generaciones en el seno de las empresas. Y no resulta sencillo de gestionar.
Esa brecha digital no puede ser obstáculo para arrancar. Y hay que hacerlo, según explica la responsable de Recursos Humanos de Banco Sabadell, mirando hacia adentro, el principal reto. “La transformación digital de las empresas no sólo significa invertir en tecnología: una cosa es que sepamos utilizar un iPad y otra cómo dirigirse al cliente, cómo gestionar nuevos procesos o cómo respetar la experiencia del cliente”, explica.
“Transformar digitalmente no sólo significa invertir en tecnología; una cosa es que sepamos utilizar un iPad y cómo se dirigen al cliente, cómo tienen que gestionar nuevos procesos, la experiencia de cliente. Transformación de las empresas la hemos hecho hacia afuera; hemos dado imagen hacia afuera, pero hacia adentro queda mucho por hacer”.
Un escenario con robots
Pero la revolución de la tecnología no sólo acarreará una mejor gestión de los recursos humanos. También supondrá un reto importante. El avance imparable de la robotización marcará buena parte del futuro. Un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ponía cifras: España se situaba entre los más afectados por este mayor protagonismo de las máquinas. De hecho, calculan que se eliminarán hasta un 12% de los empleos que pueden ser sustituidos por estos robots.
Gurt hace referencia a un informe de su compañía que alerta de la creación de dos ‘clases’: el colectivo tecnológico, con mucha más exigencia técnica, más formación y salarios mucho más alto, y otro, más pobre, que podrá ser sustituido por una máquina. “En todo aquello que pueda ser hecho por una máquina, el hombre será sustituido… ya está pasando”, explica el directivo, quien alerta de que este escenario afectará y mucho a la gestión de los recursos humanos del futuro más cercano.