Corría el año 2016, con Mariano Rajoy como presidente, cuando vio la luz la primera versión de la Carpeta Ciudadana. Era una iniciativa pionera en nuestro país, que buscaba unificar en un único portal todas las relaciones de los ciudadanos con la Administración, desde la gestión de expendientes a la solicitud de certificados... y de ahí al infinito.
La realidad es que el éxito de la Carpeta Ciudadana ha sido relativo en este tiempo. En 2021, registró 208 millones de accesos, con su particular récord mensual en marzo de 2022, cuando hubo 26 millones de solicitudes al sistema. Sin embargo, de su ambiciosa propuesta inicial, tan sólo quedaron la consulta de algunos expedientes y una creciente gestión de notificaciones. Con excepciones muy notorias como la de la historia clínica digital y, por supuesto, sin ninguna capacidad proactiva del ciudadano para ejecutar acciones para con la Administración.
Aunque, como telón de fondo, había un fallo garrafal más acuciante si cabe. El primer iPhone vio la luz en 2007 y parece complicado de entender que no se diseñara una aplicación móvil para acceder a esta carpeta ciudadana. Un lastre que se sigue arrastrando hasta hoy, en pleno 2022.
Este el contexto en que la Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, ha dado a conocer la nueva versión de 'Mi Carpeta Ciudadana', todavía en fase piloto y que tiene como gran novedad esa versión móvil. Resulta inquietante estar hablando de ello, pero tal es el retraso que acumula la modernización de nuestra Administración.
"Queremos que sea una herramienta de empoderamiento ciudadano, que los datos vuelvan a estar en sus manos y facilitarles la interacción con la Administración", ha indicado Artigas en una rueda de prensa en la que ha recordado que la adaptación a smartphones de los canales administrativos es uno de los compromisos de la Agenda Digital 2026, recientemente modificada.
La propuesta se mantiene similar a la original: convertir la Carpeta Ciudadana en un punto único de enlace del ciudadano de a pie con la Administración central, regional y local. Surge así la "primera gran solución digital para toda la ciudadanía de la legislatura", en palabras de Carme Artigas, quien reconoce que busca "reducir la brecha digital de la anterior versión, que venía funcionando en web con un aspecto más o menos amigable...".
Con un presupuesto de 750.000 euros y un desarrollo que ha corrido a partes iguales entre los equipos internos del Ejecutivo y consultoras externas, la nueva Carpeta Ciudadana parte en esta versión beta (que durará hasta diciembre, cuando entraremos en el siguiente paso de su particular evolución) con una cartera limitada de servicios a disposición de los osados usuarios.
Solo para consulta de datos, expedientes y notificaciones
Como adelantábamos, la nueva aplicación no permitirá hacer ningún trámite ni gestionar ningún expediente con la Administración. Su labor estará centrada en el acceso a datos y consulta de esos expedientes o notificaciones.
A saber: datos de bienes inmuebles o el catastro, de familia numerosa, desempleo o vida laboral, discapacidad o dependencia, padrones, tráfico y vehículos, títulos universitarios y becas, participación en oposiciones, antecedentes penales y de delitos sexuales. En todos estos casos podremos leer nuestra situación para con la Administración, descargar el justificante oportuno (en PDF y, en algunos casos, en QR) y leer las notificaciones al respecto que pudiéramos tener.
Igualmente, la aplicación móvil incorporará avisos de citas pendientes y recordatorios de trámites por realizar con entes como la Policía (renovación del DNI), Extranjería o las Delegaciones del Gobierno. También de la ITV, tal y como viene haciendo una aplicación mucho más madura como la de 'Mi DGT'.
Videoidentificación... con un funcionario
Desde el Ejecutivo admiten abiertamente el fracaso de algunos de los métodos de identificación y acceso a los servicios digitales actuales. Es el caso del DNI electrónico o de los certificados digitales que requerían usar versiones de Internet Explorer ya inexistentes. Por ello, en esta anhelada Carpeta Ciudadana, se han propuesto incorporar algo de innovación para remediar esa barrera de entrada para muchas personas.
Así, además de los mecanismos habituales del sistema Cl@ve (y la sempiterna y ridícula opción de pedir los datos de acceso por carta postal), la aplicación presentada hoy permitirá identificarnos mediante videoconferencia.
Eso sí, que nadie espere un sistema similar al de los neobancos y fintechs, con un proceso desasistido que aúna inteligencia artificial, reconocimiento óptico de caracteres y algo de magia para ello. A la espera de que el CCN apruebe esas tecnologías -ya validadas por la UE para el sector bancario- para su uso en la Administración, el proceso empleado en este caso pasa por establecer una conexión por Zoom con un funcionario que se encargue de verificar nuestra identidad.
A preguntas de D+I, fuentes del proyecto aseguran que en próximas versiones y conforme existan esas certificaciones se podría incorporar esa tecnología de identificación desasistida, aunque puntualizan: incluso con ello, es muy probable que se siga exigiendo la videoconferencia con un operario de carne y hueso para obtener "las certificaciones de más alto nivel".
Carme Artigas añade, al respecto, que el uso de esta videoconferencia en la Carpeta Ciudadana no es una cuestión baladí: se trata de un "test" para saber si es útil, seguro y funcional de cara a una potencial expansión de este método de identificación al resto de servicios digitales de la Administración Pública de nuestro país.
Historia clínica y primeros trámites en 2023
La ampliación de los servicios posibilitados por la Carpeta Ciudadana será progresiva y muy paulatina en los próximos meses.
Por lo pronto, en lo que queda de 2022, tan sólo se buscará mejorar el sistema de notificaciones electrónicas e integrar las de la DGT en ellas.
Ya de cara al primer semestre de 2023 se espera que vea la luz el mentado sistema de videoidentificación, así como se empiece a permitir el acceso a la historia clínica digital. También comenzaremos a tener las notificaciones del catastro y la Seguridad Social en la aplicación y "poder iniciar" los primeros procesos a través de la misma, en este caso, el de cambio de domicilio. En la segunda recta del próximo año, todo lo anterior se expandirá a entidades locales y a los registros civiles.
A la espera de las Comunidades más rezagadas.
Muchos de los datos, expedientes y notificaciones presentes en la Carpeta Ciudadana dependen de información gestionada por las Comunidades Autónomas y entidades locales. A pregunta de D+I, desde la Secretaría de Estado admite que hay CCAA más y menos avanzadas en distintos terrenos de actuación que influyen en el devenir de esta aplicación.
En concreto, hay diez Comunidades ya presentes en el portal unificado de notificaciones electrónicas. Se espera que próximamente se unan, de hecho, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Andalucía y Euskadi. Faltarían luego La Rioja y Cataluña, "las que tienen los trabajos menos avanzados" para que todo el sistema pueda funcionar con plenitud.