La forma en la que interactuamos con el dinero cambia casi a diario. Hemos pasado del dinero físico, a la tarjeta y de la tarjeta al móvil o reloj. Esta evolución del instrumento con el que pagamos no ha ido acompañada de una transformación en la forma de pago e interacción entre comprador y vendedor. Especialmente para los comercios físicos, que apenas han visto reducir las comisiones que deben pagar por cada transacción.
Sin embargo, en los últimos años hemos visto como un nuevo formato ha ganado protagonismo a la hora de enviar dinero entre particulares, Bizum. Esta solución tecnológica creada por los bancos españoles ha cambiado por completo la relación de sus usuarios con el dinero. Sin ir más lejos, el último Informe sobre el Estado de los Métodos de Pago de MONEI del primer trimestre de 2022, revela que Bizum ya es la segunda forma de pago en comercios online preferida en España.
En tan solo un año han visto crecer su cuota de mercado del 4,6% al 16%. Su método de transferencias instantáneas y sin contacto lo convierten en una prioridad entre particulares y comercios, tanto físicos como electrónicos.
Este crecimiento abre el debate sobre si será el método habitual de pagos en España y en toda Europa, tanto entre particulares como en comercios físicos. Un puesto al que ostentan los actores más ambiciosos del ecosistema, pero que aún no tiene dueño. El principal problema al que se enfrenta Bizum es que tan solo se puede utilizar con aquellos que tengan una cuenta bancaria en entidades españolas que trabajan con Bizum.
Esto supone un desafío si tenemos en cuenta el peso del turismo y comercio en la economía de nuestro país. Sectores que han llegado a representar hasta un 27% del PIB, y es que cada año recibimos más de 40 millones de turistas.
En los últimos meses, hemos podido leer distintas noticias que anticipan la creación de un 'Bizum europeo'. Desde el European Payments Council llevamos años trabajando en este proyecto y solo falta la interconexión entre bancos europeos para que este proyecto se haga realidad. El EPC es la institución responsable de diseñar y gestionar sistemas de pago en euros que contribuyen a la creación de un mercado único en Europa y facilitan los intercambios económicos en la Zona Única de Pagos en euros (SEPA), tanto para los ciudadanos como para las empresas.
Esta solución ofrece a Bizum la oportunidad de ganar cuota de mercado con clientes internaciones y hacer así frente a otros competidores como Verse o PayPal, que sí son soluciones a nivel universal y los auténticos rivales a los que se enfrentan los bancos.
Pese a que Bizum ha conseguido cambiar la relación de los usuarios con el dinero, tiene serios déficits que es necesario corregir si quiere convertirse en el líder del mercado en transacciones con comercios físicos. En concreto, su diseño de experiencia de usuario limita la usabilidad al estar anclado a las apps móviles de la banca. Además, las operaciones de Bizum se basan en una notificación push a la banca móvil que ni siquiera es soportada por el 50% de las entidades emisoras españolas. Esto supone un freno para el avance tecnológico y de funcionalidades de la plataforma.
Hasta la fecha, Bizum no ha sabido identificar las tendencias del mercado y ponerse a su servicio. La economía de suscripciones está viendo un crecimiento exponencial, todo tipo de plataformas de cine a la carta, música o aplicaciones móviles han sabido introducirlo en nuestro día a día. No obstante, la plataforma no ha implementado un sistema de tokenización que permita pagar esas suscripciones mensuales de forma automática.
Tampoco, pese al crecimiento en número de usuarios y transacciones, se ha desarrollado una solución adaptada a las necesidades de los comercios que se conforman con poner su teléfono en una pizarra para que le envíen el dinero sin saber todos los problemas y quebraderos de cabeza que les puede acarrear, especialmente a nivel fiscal y contable.
Los bancos europeos han demostrado ver a las fintechs como un aliado y no como un rival. Sin embargo, en España no ocurre lo mismo. Recientemente, tras el reparto de acciones de Bizum motivado por la fusión de Bankia y CaixaBank, nuevos y modernos partners podrían haberse unido, pero la oportunidad les fue denegada. Por su parte, Bizum también es reticente a alinearse con nuevos socios tecnológicos que le harían escalar a ser la plataforma de las plataformas de pagos en Europa. Liderar un proyecto paneuropeo como plantea el European Payments Council implica ambición y colaboración.
En definitiva, si Bizum y los bancos europeos no se ponen las pilas, no tendremos que esperar mucho hasta que otras soluciones se hagan con el mercado. España tiene la oportunidad de liderar la transformación de los pagos.
Es el momento de aprovechar y demostrar al resto de Europa que estamos a la vanguardia y poder aportar nuestro expertise para crear una solución europea que compita con los gigantes americanos y permita a todos los ciudadanos del continente enviar y recibir dinero instantáneamente, pagar en comercios físicos y online sin tener que hacer una tortuosa transferencia y con unos costes extremadamente bajos.
Para ello, al igual que se hace en Europa, es vital que los bancos entiendan el valor que aportan las fintechs españolas, cuenten con su conocimiento y las inviten a formar parte de este proceso que ofrece una oportunidad única a nuestro país de liderar esta revolución.
*** Alex Saiz Verdaguer es CEO y fundador de MONEI.