“En 1979 ya se empezaba a hablar en España del hidrógeno como una alternativa que en el futuro permitiría hacer frente a los problemas energéticos”, apunta Luis Berenguer, portavoz de la Oficina de Patentes Europea (OEP).
Lo hace durante una entrevista que concede a D+I tras conocer que España figura en la lista de los 10 países europeos que más patentes en hidrógeno registra. Dato que se desprende del informe elaborado por esta entidad europea en colaboración con la Agencia Internacional de Energía (AIE), y que recoge la actividad global en esta materia entre 2011 y 2020.
Volviendo al relato cronológico, fue la crisis del petróleo del 73 la que hizo saltar las alarmas y propició que en 1984 se creara en nuestro país el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDEA), con el objeto de, entre otras cosas, investigar sobre esta alternativa energética. Una entidad púbica que hoy continua en funcionamiento y depende del Ministerio para la Transición Ecológica.
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A pesar de ese arranque, hace más de 40 años, “aquel impulso inicial se vio superado por la gran disponibilidad de una fuente energética como el gas”, lamenta Berenguer.
Sin embargo, en las últimas décadas ha quedado demostrado que el uso de combustibles fósiles genera una alta cantidad de emisiones de CO2 y es el principal causante del calentamiento global que está experimentando el planeta, con sus terribles consecuencias para el medioambiente.“Hoy, existe un consenso casi universal de que el hidrógeno es uno de los medios por los cuales se puede lograr un futuro completamente descarbonizado”, añade esperanzado.
Y aunque actualmente se produce en gran medida a través de métodos que funcionan con gas u otros combustibles fósiles, la información de patentes muestra que las tecnologías están cambiando hacia sistemas alternativos de bajas emisiones, como la electrólisis, “donde España destaca especialmente”, confirma el portavoz de la OEP.
Según el informe mencionado, las patentes españolas en este ámbito han aumentado un 16% desde 2011. “La posición privilegiada de España en energías renovables, le otorga un potencial tremendo para generar electricidad suficiente para producir hidrógeno a través de electrólisis”, sostiene Berenger. “Esto significa que, a grandes rasgos, España podría tener la capacidad de ayudar a extender así su consumo, tanto en el mercado interno como en el exterior, a través de su exportación”.
El valor añadido de las patentes
Ante las buenas perspectivas que ofrece el hidrógeno verde como fuente de energía limpia, surge una pregunta inevitable: ¿por qué no es ya una alternativa real al uso de combustibles fósiles?
Berenguer señala, principalmente, a dos factores: la extracción y uso del gas sigue siendo más barata (“el hidrógeno requiere de inversiones a más largo plazo”) y las dificultades que existen para su almacenamiento y distribución (“es un elemento muy poco denso y la tecnología actual nos está ayudando a que se pueda almacenar y transportar”).
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Precisamente, son las patentes en esta materia la vía para resolver estos problemas e impulsar su desarrollo. “Necesitamos mucha concienciación y proteger las inversiones en innovación que miran hacia un futuro más verde. Ahí es donde las patentes juegan un papel importante, ya que cualquier desarrollo o innovación, si va acompañado de una patente, asegura un valor añadido”.
Unas inversiones en las que también participan empresas de capital riesgo y que en los diez años que abarca el informe de la OEP (de 2011 a 2020) ascienden a 10.000 millones de dólares (cerca de 9.400 millones de euros), de los que la mitad se destinaron a empresas emergentes.
Investigación española patentada
En España, los principales centros tecnológicos de innovación en hidrógeno se encuentran en Madrid (con 40 patentes internacionales), Sevilla y Barcelona (ambas con 19) y Valencia (con 7). Asimismo, entre las startups que están impulsando la innovación con patentes en tecnologías en esta materia están H2B2, en Sevilla, y Kerionics, con sede en Valencia.
La primera de ellas, se ocupa del desarrollo de proyectos para instalaciones de hidrógeno de la mano de universidades y centros de investigación. “Con dos décadas de experiencia en la producción, procesamiento y desarrollo del hidrógeno a través de la electrólisis, H2B2 también ha destacado desde su creación en 2016 por su actividad en el desarrollo y registro de patentes, que buscan que el hidrógeno renovable sea una alternativa verdaderamente viable”, explica a D+I Javier Brey, director de tecnología de la compañía.
Algo que hacen a través de tres vías, tal y como explica el propio Brey: reduciendo el coste de la energía renovable, a través de la conexión directa entre la planta de producción de la energía y el electrolizador; mejorando la eficacia del proceso electrolítico, para emplear menos energía eléctrica para la producción de hidrógeno; y reduciendo el coste del electrolizador, mediante materiales alternativos.
Entre sus principales proyectos está su participación como única pyme española en Hy2Tech, la mayor iniciativa europea vinculada con el hidrógeno; la construcción y operación de SoHyCal, la segunda planta de producción de hidrógeno 100% renovable a través de la electrólisis más grande de Estados Unidos; y ser uno de los seis socios de la petrolera colombina Europetrol dentro de u plan de descarbonización y desarrollo de hidrógeno verde.
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Por su parte, la valenciana Kerionics con cuatro patentes registradas, se dedica al desarrollo de membranas para electrolizadores de óxido sólido. “Para nosotros, la protección del intangible representa la piedra angular de nuestros programas de desarrollo interno”, defiende Fernando Colón, socio director de la empresa.
“Los resultados obtenidos hasta la fecha y el respaldo de nuestros socios e inversores, nos permite avanzar con paso firme, contribuyendo de manera significativa a la introducción de la electrólisis de alta temperatura con una perspectiva global y comprometida con la urgencia que merece la biosfera y el bienestar del ser humano”, confirma a D+I.
Ambas empresas son solo dos ejemplos de las iniciativas que actualmente se están desarrollando en nuestro país para investigar sobre la producción de hidrógeno verde a partir de fuentes de energía renovables. Tecnologías que pueden ser cruciales para alcanzar la neutralidad climática a la que la Unión Europea se ha propuesto llegar en 2050. Es decir, que la emisión de gases de efecto invernadero sea igual o menor a los que nuestro planeta es capaz de absorber.
España, por delante de Alemania
Las patentes en tecnologías de hidrógeno verde en España han aumentado un 5% anual durante la última década. Esto supone un ritmo de crecimiento mayor al de Alemania (+4,2%), Países Bajos (+4,4%) e Italia (+2,6%), y solo superado por Francia (+5,7%). España se sitúa así en el top 10 de países europeos en patentes de hidrógeno, que están evolucionando de manera global hacia tecnologías más limpias.
El informe muestra que las tecnologías de hidrógeno respetuosas con el medioambiente representaron el 76% de las patentes derivadas de hidrógeno en España en los últimos diez años, lo que supone una proporción bastante mayor a la registrada por otros países europeos (64% en Alemania, 55% en Francia, 59% en los Países Bajos).
En conjunto, el ranking mundial de patentes relacionadas con el hidrógeno está liderado por la Unión Europea (28%) y Japón (24%), seguido por EEUU (20%), que se sitúa en tercer lugar. Además, el estudio pone de manifiesto que mientras las patentes de hidrógeno crecieron en Europa y Japón en la última década, en EEUU disminuyeron.