De cero a infinito. Dos futuros de movilidad divergentes. Dos versiones extremas inspiradas en un presente en el que coexisten dos realidades.
Una, la del movimiento cero de la pandemia, que detuvo de forma instantánea la mayoría de los viajes humanos e impulsó la entrega de productos y alimentos a domicilio. Otra, la de los nuevos modos de movilidad terrestre, aérea y espacial que permiten a los humanos moverse sin problemas a donde deseen, hasta el infinito.
Esta es la premisa de la que parte la instalación inmersiva '0∞. Dos futuros de la movilidad' del grupo City Science que el MIT Media Lab acaba de inaugurar en el museo Guggenheim Bilbao. Lo hace en el marco de la exposición 'Motion, Autos, Art, Architecture' del renombrado arquitecto Norman Foster, que lleva años trabajando con este grupo del MIT Media Lab en proyectos como 'The power of without'.
Esta vez, Foster, según cuentan desde City Science a D+I, invitó al equipo a participar en su nueva muestra, que explora la evolución de la movilidad desde la historia, el arte y la arquitectura. Este recorrido histórico culmina con la galería 'Future', que aborda los desafíos de sostenibilidad, seguridad, nuevos modelos de urbanismo y bienestar social que enfrenta el futuro de la forma de desplazarse.
En ese marco, '0∞. Dos futuros de la movilidad' plantea dos escenarios opuestos: uno en el que las personas no se mueven en absoluto porque todo viene a ellas, y otro en el que la capacidad de teletransportarse genera un movimiento frenético.
Ventana, equipaje y amor
La obra abre tres lentes para explorar el impacto tecnológico y humano en la movilidad: ventana, equipaje y amor.
El primero de ellos analiza los cambios en el entorno construido causados por un cambio en el comportamiento de movilidad masiva. Ofrece una perspectiva medioambiental de esos dos futuros que se reflejan en el espacio interior y exterior, así como en la escasez y en la densidad.
El segundo indaga en las tendencias en consumo, entrega, portabilidad y estandarización en los dos escenarios antagónicos. Uno, el de la obligada selección de posesiones que quepan en una mochila o una maleta, en un mundo en continuo movimiento. Otro donde este objeto se convierte en algo extraño y obsoleto. La pérdida de sentido del concepto de equipaje en una realidad de nulo movimiento de personas lo convierte en algo del pasado.
El último de ellos apela al tiempo que alguien pasa separado de las personas que ama mientras se mueve entre lugares. Cuando la movilidad es ilimitada, las posibles relaciones son ilimitadas en número. Cuando esta es casi nula, el mundo se vuelve pequeño, las relaciones son más intensas y las personalidades comienzan a fusionarse a medida que se comparte la vida.
Narrativa, datos y sensores
La obra es un proyecto de investigación que abarca la narración de historias, una plataforma de toma de decisiones democrática, un modelo de ciudad y una exhibición inmersiva. Liderada por Gabriela Bila y Kent Larson, director de City Science, ha sido desarrollada por un conjunto de arquitectos, diseñadores e ingenieros entre los que se incluyen los investigadores españoles Luis Alonso, Maitane Iruretagoyena y Naroa Coretti.
Las historias de '0∞. Two Mobility Futures' se muestran en nueve pantallas verticales de casi dos metros de alto, dispuestas en forma de círculo con espacio en el interior, de forma que los espectadores se sitúan dentro. Las pantallas están ancladas por una ciudad en miniatura dispuesta en el centro, producida con piezas del motor de un automóvil.
El rango de tecnologías usadas incluye soportes habilitados para datos y espacios transformables y sensorizados que facilitan una nueva forma de explorar a través de la narración inmersiva. Es, al tiempo, un cine urbano y una plataforma de apoyo a la decisión explorada que permite cuestionar y evaluar continuamente los sistemas propuestos.
Cuestionar el futuro
De hecho, es esa exploración y evaluación lo que este proyecto City Science quiere provocar.
"'Two Mobility Futures' presenta profundos desafíos relacionados con el clima, la infraestructura y los sistemas, y con la condición humana", explican los investigadores. "Las premisas siguen sin ser concluyentes, lo que fomenta una mayor discusión y debate sobre nuestras ciudades, nuestras comunidades, nuestros modos de movimiento y nuestras relaciones".
¿Qué se le pide al espectador? "Que se convierta en parte de la investigación mientras define, por sí mismo, nuestro futuro óptimo. Que especule sobre estos futuros divergentes y decida cuál puede ser mejor, o si debemos reinventar las cosas por completo", concluye el equipo de City Science. Su obra, y la exposición en la que se enmarca, podrá verse hasta el 18 de septiembre en el museo Guggenheim Bilbao.