España vive un gran momento en lo que a la industria de los centros de datos se refiere, histórico de hecho para muchos. A las excelentes redes de suministro eléctrico o de telecomunicaciones que tiene nuestro país se suma una situación geográfica estratégica como amarre natural de cables submarinos. Un contexto que ha llevado a que España se convierta en una candidata avanzada a convertirse en el hub digital del Sur de Europa en el sector de los centros de datos, corazón de la economía digital.
Una posición aventajada que, sin embargo, trae consigo retos en materia de sostenibilidad ya que históricamente estas instalaciones han sido consumidoras intensivas de energía para su operación y refrigeración. Un desafío aún mayor en tiempos de crisis energética como los que estamos viviendo, tal y como quedó patente en el encuentro sobre el tema organizado por D+I y Schneider Electric.
“Estamos en un momento crucial en el que incluso hay países planteándose recortes en el suministro eléctrico. La industria de los data centers no puede permitírselo porque es un activo estratégico de la economía digital; necesitamos que el Gobierno sea consciente y nos considere como tal”, requería Robert Assink, CEO de Digital Realty quien además señalaba que el elevado consumo energético de los centros de datos no es, realmente, algo negativo.
Así y para demostrarlo el CEO de Digital Realty ponía sobre la mesa los resultados de un estudio de su enseña en el que se afirma que “la digitalización es necesaria para garantizar el crecimiento de un país, así como de su economía, al tiempo que contribuye a mejorar los índices de sostenibilidad del mismo”.
Concretamente, dicho informe afirma que existe un binomio digitalización-sostenibilidad, en el que por cada punto de aumento del índice de digitalización DESI se consigue un ahorro en las emisiones de CO2 de aproximadamente 142.000 toneladas (lo que equivale a toda la huella de carbono del sector financiero de España). En este sentido, la digitalización se representa como una U invertida con las emisiones de dióxido de carbono per cápita que refleja que cuanta mayor es la digitalización, mejores indicadores de sostenibilidad refleja un territorio.
Comprometidos con la sostenibilidad
Una defensa en la que todo coincidían. “Nuestra industria está más que comprometida con la sostenibilidad; de hecho, somos el único sector que se ha autoimpuesto conseguir la neutralidad de emisiones de CO2 en el año 2030”, afirmaba Ricardo Abad, CEO de Quark.
Sin embargo y pese a que ese compromiso con la sostenibilidad del sector no puede cuestionarse, sí es cierto que el futuro de los data centers debe mirar hacia nuevas fuentes de energía y, sobre todo, hacia el autoconsumo.
“El problema no es la generación de energía; energía hay de sobra. El gran escollo que tenemos es la red de distribución y la burocracia. El sector tiene capacidad para poner un nuevo centro de datos en marcha en un plazo que va de los 18 a los 24 meses y, sin embargo, pueden pasar, de media, 5 años para que la Administración Pública nos conceda los permisos y autorizaciones necesarios. No estamos hablando, por su puesto, de saltarnos esas normas pero sí de que es necesario y urgente que se agilicen estos trámites”, pedía en ese sentido Emilio Díaz, CEO de Nabiax.
Una demanda que compartía Álvaro Rivera, director Data Centers de Capital Energy quien, además, iba un paso más allá al plantear qué va a marcar el mañana de los data centers. “El futuro pasa por el autoconsumo. La distribución de energía es hoy el gran cuello de botella. En nada, tecnologías como edge computing permitirán una mayor dispersión geográfica de los centros de datos que podrán contar con instalaciones que les permitan autoabastecerse de la energía que precisan”.
Autoconsumo, hidrógeno y dispersión
Autoconsumo pero también nuevas fuentes de energía limpias como el hidrógeno comenzarán a tomar protagonismo en un sector que debe mirar y prepararse para el futuro, explicaba Manuel Pérez-Tabernero, Secure Power End User Sales Manager de Schneider Electric Iberia.
“Nuestra sensibilidad hacia la sostenibilidad es incuestionable pero no solo por nosotros mismos sino también por nuestros clientes; Google, Amazon, Microsoft… Todos están trabajando ya para ser neutrales en carbono en 2030. Tenemos que pensar a largo plazo; mirar el CAPEX pero también el ROI y por eso mismo necesitamos preparar nuestros data centers para tecnologías y fuentes de energía futuras como el hidrógeno. Si no estamos preparados, perderemos competitividad”.
Pensar a largo plazo es una necesidad que además también va a afectar al propio diseño de los centros de datos, como señalaron todos los expertos con innovaciones como la aportada por el CEO de Quark: “Nosotros ya estamos trabajando, por ejemplo, en proyectos para que la estructura de hormigón de nuestros próximos centros de datos sea a partir de material reciclado o para la utilización de aguas residuales o del mar para la refrigeración de nuestros centros”.
Así, Robert Assink también señalaba otros proyectos que se están diseñando ya desde la industria para, por ejemplo, “canalizar el calor que generan los centros de datos y que pueda reutilizarse en las viviendas y edificios cercanos para su calefacción”.
Iniciativas que marcan el desarrollo de un sector que, como afirmaba también el CEO de Digital Realty, tiene un futuro ante sí marcado por un mayor número de centros de datos, de distintos tamaños, localizaciones, etc. y para distintas aplicaciones o servicios.
Algo que compartía Emilio Díaz, desde Nabiax: “Habrá múltiples tipos de centros de datos, con capacidades y tamaños distintos lo que dará entrada a nuevos jugadores en el mercado. Pero lo que es evidente es que todos tendrán la sostenibilidad como palanca básica”.
Y en pro de esa mayor sostenibilidad, Álvaro Rivera, de Capital Energy, afirmaba que será además un sector con una gestión cada vez más inteligente de sus recursos. “Hablamos de energía pero no podemos olvidar los recursos hídricos, tan escasos y que hay que gestionar de una forma más eficaz”.
Precisamente esa gestión eficaz y más inteligente de los recursos por parte de los centros de datos también era destacada por el Secure Power End User Sales Manager de Schneider Electric Iberia que apuntaba cómo desde la compañía ya están trabajando en nuevos desarrollos para la refrigeración de estas instalaciones: “Es en el cooling donde puedes conseguir más eficiencias. Pero también estamos hablando de avances tecnológicos para monitorizar no solo la huella que va a dejar un centro de datos en su vida útil sino además en herramientas que nos permitan saber cómo reciclarlo al final de ésta”.
Tecnologías inteligentes de trazabilidad de la energía, soluciones de liquid cooling, herramientas de Realidad Aumentada para operar los centros de datos… El futuro de los centros de datos, concluye Pérez-Tabernero, está marcado por la innovación y la digitalización, algo que forma parte de su ADN, pero siempre con la sostenibilidad como elemento motor.