Si nos ponemos en la tesitura de preguntar a diferentes personas la forma en la que imaginan cómo serán los hoteles en los próximos años, seguramente, se situarán en un plano futurista, influido por las películas de ciencia ficción, y describirán robots autónomos circulando por los pasillos y una oferta de contenidos personalizada hasta la extenuación.
Y, aunque pueda parecer muy fantasioso, lo cierto es que la aplicación de estos conceptos en las estancias durante los siguientes ejercicios no está tan lejos como se puede creer, algo que se ha demostrado, sobradamente, durante la celebración de FITUR.
Dentro de la tradicional feria anual que tuvo lugar en IFEMA entre el pasado 18 y 22 de enero, también hubo espacio para acoger a FITURTECHY, la sección especializada en innovación, sostenibilidad y tecnología en el ámbito turístico, donde, en esta edición, el principal atractivo fue el showroom del llamado "hotel del futuro".
Esta iniciativa, impulsada por FITUR y el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), inspirada en la literatura de Julio Verne (de ahí su nombre, Nautilus), tiene como objetivo mostrar cómo se incorporarán las tecnologías más innovadoras en los alojamientos del futuro. Para ello, se han reunido más de 50 empresas, la mayoría españolas y líderes del sector, que han creado "un espacio inmersivo único".
Según los organizadores, se trata de "un viaje entre el mundo físico y digital para todo tipo de viajeros".
De gafas de realidad virtual a taquillas 'smart'
Lo primero que llama la atención al visitar esta maqueta (aparte de la enorme cantidad de gente que se agolpa a su alrededor) es la construcción que la integra, diseñada por el arquitecto Miguel Soler y recreada por GEODEMOS, que simula el submarino del Capitán Nemo, en línea con la inspiración general del hotel.
Lo segundo es que la tecnología está presente en toda su concepción, desde el momento del check-in, donde prima la automatización para que el turista pueda comenzar su estancia con total flexibilidad, a través de diferentes máquinas e incluso de una pantalla situada en el suelo que reacciona a las pisadas. "Así, el viajero no tiene por qué levantar ni siquiera la vista o quitarse los cascos, si los lleva, es más cómodo", explica a D+I una de las personas encargadas de hacer el recorrido por la construcción.
No obstante, los humanos no son los únicos que tienen su espacio en la recepción del futuro, sino que las mascotas también lo encuentran, con un registro especialmente pensado para ellas en las que se puede incluso elegir un menú a la carta gracias a la herramienta SmartTags de Vodafone.
Siguiendo con la primera toma de contacto del supuesto futuro huésped con el alojamiento, otra de las cosas que llaman la atención es el cuidado de los detalles, por ejemplo, a través de una especie de difusor inteligente que ofrece un aroma personalizado para cada establecimiento con la intención que los usuarios relacionen ese olor con un grupo o cadena hotelera.
Además, la recepción también integra las tradicionales taquillas para dejar el equipaje una vez terminada la estancia, pero en este caso son 'smart', ya que permiten que el propio cliente acceda a ellas desde su móvil e incluso pueden ayudar a encontrar objetos perdidos.
Respecto a las áreas comunes, en esta simulación de cómo será el hotel del futuro se introducen cabinas insonorizadas pensadas para los viajeros de negocios (y muy similares a las dipuestas en los coworking) que necesitan un espacio propio para realizar llamadas o videollamadas durante su alojamiento.
Lo más llamativo, quizás, es la oferta de ocio que presenta este complejo, que incluye desde gafas de realidad virtual hasta simuladores de coches o una biblioteca con más de 7.000 títulos en diferentes idiomas.
Desde la organización precisan que también cuentan con impresoras 3D con las que se puede renovar de forma sencilla cualquier elemento de las estancias con objetos totalmente personalizados mediante la utilización de materiales reciclados. También, la clásica máquina de vending se transforma en un puesto de snacks saludables y sostenibles que se pueden adquirir a través del autocobro.
En el exterior destacan mesas inteligentes capaces de aprovechar la luz del sol para purificar el aire e incluso funcionar como cargador sin cables al depositar cualquier elemento sobre ella.
Por otro lado, la habitación en sí misma también sobresale por incluir una pantalla táctil como eje central, totalmente personalizable, en la que se pueden incluir desde sugerencias de la ciudad para el huésped hasta un resumen de las instalaciones disponibles.
Innovación incluso en el interior
La innovación llega, además, a los aspectos que, normalmente, no se aprecian, como son las tuberías plásticas eficientes, los purificadores de aire, los sistemas de iluminación de última tecnología, los dispositivos domóticos o la medición de calidad del aire.
De hecho, la instalación cuenta con un cuadro de mando donde se integran tecnologías y herramientas de front y back office necesarias para la gestión de un hotel que permiten, a través de los datos, promover un consumo mucho más eficiente.
La tecnología también se aplica a la comida dentro del hotel, con herramientas que ayudan a controlar el desperdicio alimenticio en los buffets o mediante la robótica bartender con carta digital, pedido y pago.
Desde ITH precisan que, en definitiva, el alojamiento del futuro "será el que el cliente demande en cada momento" y tendrá "las soluciones innovadoras y tecnológicas" que quiera que tenga. En ese camino, explican, la reinvención, la innovación y la humanización, son claves.