Coloma (Heura): "El consenso por migrar hacia una energía y un transporte sostenible aún no existe en la alimentación"
El CEO de una de las compañías líder en proteína alternativa exige un viraje de los incentivos públicos hacia la 'foodtech' y su papel en el futuro como "facilitadora de grandes retos humanitarios y climáticos".
14 junio, 2022 03:52El sector foodtech ha estado muy presente en la recién clausura edición de South Summit como uno de los ejes del emprendimiento en España con grandes retos que afrontar en el futuro.
Marc Coloma, CEO de Heura Foods, una de las empresas en la vanguardia mundial en la obtención de proteínas alternativas, participó el pasado 9 de junio en un panel titulado La alimentación del siglo XXI, donde compartió una interesante conversación con Gonzalo Muñoz, cofundador de Manuia; Facundo Garretón, CEO de Terraflos y Beatriz Jacoste, directora de KM Zero Food Innovation Hub.
D+I habla con Coloma sobre las reflexiones que se pusieron sobre la mesa en el evento y el momento decisivo que atraviesa este sector con el cambio climático y la transición energética como telón de fondo.
[Los científicos de la ONU advierten: los efectos del cambio climático "durarán milenios"]
El emprendedor asevera que existe una gran oportunidad para esta industria pero exige que desde la Administración pública se reorienten los incentivos y se empodere al cliente con la información necesaria para que pueda adoptar decisiones de compra responsables.
¿Existe una nueva concienciación social, impulsada en parte por las nuevas generaciones, que prioriza la sostenibilidad y la construcción de un nuevo modelo económico más respetuoso con el planeta?
Ya se ven en muchos estudios de consumo cómo las generaciones más jóvenes están siendo un motor de transformación de industrias por motivaciones de sostenibilidad y de respeto a los animales.
En el sector de la transición proteica y la evolución del sector alimentario hacia proteínas más sostenibles, vemos gente sénior que entra por motivaciones de salud principalmente, pero las motivaciones de los más jóvenes están siendo la sostenibilidad y defensa de los animales.
¿Se constata, por lo tanto, un papel más proactivo y consecuente del valor de sus acciones por parte del consumidor?
Sí, al 100%. El consumidor está siendo más consciente del poder que tiene pero, a la vez, siento que quedan muchos pasos todavía para poder acceder a información clara, fiable y accesible que ayude a la toma de este tipo de decisiones.
Hay más concienciación pero falta mucha información clara que empodere ese sentimiento que ya está en la sociedad de querer tener un impacto positivo con nuestro consumo.
En los años 90 no era obligatorio comunicar los valores nutricionales de los productos en los etiquetados alimentarios, por poner solo un ejemplo.
El mismo consenso que hay en la sociedad actual respecto a que es necesario migrar hacia transportes más sostenibles o fuentes de energía más verdes aún no existe en la industria alimentaria.
Hay mucho dato científico y mucho informe científico que apunta, por ejemplo, al problema que conlleva obtener proteína a través de los animales, pero es algo que no ha trascendido al público de forma generalizada para que pueda ser decisivo en el momento de la compra a través de información clara en el etiquetado.
No hay ningún tipo de referencia que nos indique el nivel de sostenibilidad del producto, es más, las compañías aún no saben el impacto que están teniendo sus operaciones a nivel medioambiental. Esto cambiará mucho en los próximos dos años.
Así que, es verdad, hay más concienciación, pero, a la vez, falta aún mucha información clara que empodere ese sentimiento que ya está en la sociedad de querer tener un impacto más positivo con nuestro consumo.
¿Están las organizaciones empresariales implementando esta nueva concienciación sostenible en sus estrategias corporativas?
Es más un reclamo de diferenciación o de responsabilidad social de la compañía y esto lo enmarco más en greenwashing, querer mostrar una imagen de que la sostenibilidad importa, cuando creo que lo importante es cuán integrada está la sostenibilidad en los productos o servicios de la compañía.
Todas las compañías deberían estar invirtiendo en cómo vamos a crear cadenas de valor que ya no solo sean Net Zero, sino de impacto positivo climático; este es el gran reto.
Y no es la norma. Estamos lejos. Ya todas las compañías deberían estar invirtiendo en cómo vamos a crear cadenas de valor que ya no solo sean Net Zero, sino de impacto positivo climático; éste es el gran reto.
Este era uno de los grandes puntos que comunicaba recientemente en el South Summit: cómo pasar de un discurso, que es con el que nacimos en Heura de minimizar el impacto respecto a algo negativo a tener directamente un impacto positivo.
Esto se consigue porque los materiales que se usan no impactan negativamente en el medio ambiente, partimos de materias primeras en la industria de carbono que secuestran carbono como los vegetales.
Hay tres caminos en el futuro. El primero, la compensación de las emisiones, algo que todas las compañías tenemos que hacer y que dentro de nada Europa va a pasar a ser obligatorio.
[El valor de la certidumbre en la compensión de las emisiones de CO2]
En segundo lugar, está el camino hacia Net Zero, pero lo importante es que tenemos que doblegar la curva teniendo en cuenta que los científicos están diciendo que tenemos diez años para no elevar la temperatura global del planeta más de 1,5 grados.
Creo que ahí es donde la tecnología y empresas pioneras tenemos una responsabilidad para acelerar ese camino, teniendo en cuenta que para muchos va a ser muy complicado hacer este camino a Net Zero en ciertas industrias. Aquellos que podamos, tenemos que dar más saltos adelante.
¿Llegamos a tiempo de revertir este proceso de calentamiento global al que aludía?
Si lo miramos desde una perspectiva climática, el pesimismo es alto. Pero la cuestión es ya cuán bajo estamos dispuestos a ir... ¿Dónde están los incentivos? La ganadería es la mayor responsable en todo el mundo de las emisiones, más que el transporte. Hay diez veces más animales en granjas que humanos habitando el planeta.
Y también es la mayor responsable de desforestación, extinción de especies, contaminación de aguas y resistencias a antibióticos...
Con este contexto, el valor de esta industria a nivel global es 1,4 trillones pero las subvenciones que recibe alcanzan el mismo valor. Es importante empezar a mover los incentivos hacia cómo se construye ese futuro que necesitamos y se deja de aguantar con el dinero de todos industrias que están formando parte del problema.
Es importante empezar a mover los incentivos hacia cómo se construye ese futuro que necesitamos y se deja de aguantar con el dinero de todos industrias que son parte del problema.
En la actualidad, todo este futuro está viniendo mucho desde la iniciativa privada y algo que es responsabilidad de todos se está dejando en manos del venture capital, que va a generar grandes oportunidades de empresas del futuro, sin duda, pero allí es donde como países estamos perdiendo una oportunidad de competitividad respecto al mundo.
En este contexto, ¿hacia dónde estáis reorientando en la actualidad la estrategia de Heura Food?
Hemos logrado una reducción del 90% del impacto que tiene la ganadería, depende del producto, pero en general, usar legumbres en lugar de animales conlleva reducciones de más del 90%.
Esto a escala global tendría un impacto muy grande porque liberaría muchas emisiones y recursos y, por otro lado, desde esta perspectiva de mirar más allá, ya desde el último año estamos midiendo muy bien todo el impacto de la actividad empresarial a nivel de carbono.
Se empieza a ver a la 'foodtech' como la facilitadora para resolver grandes retos humanitarios y climáticos, y así se vio en la edición del South Summit de este año.
El objetivo es poder ya sobrecompensar este año el impacto que tiene la organización, que, aunque sea menor, es necesario que lo hagamos.
Y luego, el tercer punto; cómo doblegamos la curva y cómo vamos acercándonos no sólo a objetivos de reducción de las emisiones de las cadenas de suministro actuales, sino cómo empezamos a trabajar en cadenas de suministro que puedan tener impactos neutrales y positivos.
Ahí está toda la perspectiva tecnológica que estamos poniendo con ciencia sobre la mesa para construir una industria agroalimentaria del futuro. Yo creo que esta es la gran conversación que empieza a salir en South Summit: foodtech como una gran habilitadora para resolver grandes retos humanitarios y climáticos teniendo en cuenta la magnitud de la industria agroalimentaria.