El 85% de la información que el ser humano recibe de su entorno se realiza a través de los ojos. Conservar la visión en perfecto estado es crucial para relacionarse con éxito con aquello que nos rodea aunque, como bien dice el dicho, mirar no es ver.
La pandemia ha ejercido de acicate para el deterioro de la visión en millones de personas. La sobreexposición a las pantallas durante el confinamiento y el aumento del teletrabajo han disparado el número de pacientes que aseguran no ver bien y que, con la tradicional graduación, no halla solución a sus problemas.
Hasta la fecha, la visión se abordaba mayoritariamente desde la vertiente de la óptica, aquella que permite compensar las deficiencias del usuario a través de unas gafas. Wivi Visión ha revolucionado este concepto tradicional en tratamientos ópticos con su plataforma que incide en la parte neural y cognitiva de la visión.
"El 98% de los tratamientos para abordar las deficiencias en la visión se centra en la óptica. De ahí, que sólo el 2% de los pacientes que sufre algún tipo de disfunción cognitiva es tratado", ha explicado Juan Carlos Ondategui, cofundador de Wivi Visión.
Este es el campo de acción de la plataforma que, apoyada en big data, inteligencia artificial y algoritmos cognitivos, brinda ayuda clínica a los especialistas para evaluar las capacidades del sistema visual.
"Se trata de facilitar al especialista un Netflix de la visión, en el que vamos incorporando nuevos servicios, pero él accede y lo ve donde antes, de forma muy fácil", ha recalcado Eva García, cofundadora. Binocular, lectura para niños y síndrome visual informática, son ya algunos de los servicios activados.
El equipo de Wivi permite simplificar el tiempo de evaluación del paciente y en tan sólo diez o doce minutos, según la severidad del caso, se puede tener un diagnóstico.
"La tecnología desarrollada detecta el origen de esos picores de ojos, lagrimeo y molestias que el paciente sufre y que no se corrige con unas gafas", ha insistido Ondategui.
En esta línea, Wivi da un paso más allá. "Nuestra innovación no se circunscribe en un equipo que realiza un diagnóstico ajustado de qué deficiencias visuales hay en la parte neural y cognitiva, sino que ofrece un tratamiento, fácil para el óptico y para el usuario", ha insistido el cofundador.
La propuesta de la startup pasa de aplicar los tratamientos tradicionales basados en "lápiz, papel y cartulina" a desarrollar un innovador juego visual que corrige esas disfunciones.
"Somos el fisio de la óptica. El usuario va corrigiendo sus disfunciones visuales como si estuviera jugando a los videojuegos. Detrás hay una tecnología muy compleja y específica, pero ni el especialista lo percibe, ni el usuario", ha puesto de relieve la cofundadora.
De esta manera, Wivi sirve como complemento idóneo para la evaluación cognitiva en los chequeos habituales. Las sesiones de entrenamiento de la visión se realizan en los centros ópticos y tienen una duración de unos 20 minutos.
"Hemos logrado reducir a dos meses y medio la solución para deficiencias visuales que antes tardaban en corregirse entre seis y siete meses con terapias tradicionales", ha matizado Ondategui.
La visión en niños
Abordar la parte neural y cognitiva de la visión es clave para mejorar la calidad de vida y se convierte en una cuestión prioritaria si el paciente es un niño. Según los expertos de Wivi, el 30% de los niños sufre algún tipo de disfunción visual y, en concreto, en un 10% de los casos es incapacitante".
Esta circunstancia se traduce en la práctica en que las deficiencias neurales o cognitivas del menor pueden ser confundidas con patologías que nada tienen que ver con la visión. "A menudo se les trata como si sufrieran dislexia o el síndrome de hiperactividad o déficit de atención (TDAH)".
"Es evidente que exploramos con nuestra herramienta un negocio del mercado de la visión que está por explorar, pero hay otra parte, más social, que es tan reconfortante o más que la primera", ha querido poner de relieve Eva García.
En concreto, la cofundadora se mostró satisfecha con el caso de un menor de 11 años cuya madre les agradeció que su hijo había podido disfrutar de la lectura gracias a los tratamientos de Wivi. "Es motivador", ha recalcado.
De esta forma, Wivi lleva la tecnología a un campo clínico que hasta ahora estaba inexplorado y la pone al alcance de pacientes de siete a noventa y nueve años. En la franja de edad de tres a siete años se está desarrollando su aplicación.
En los niños, la mejora de la calidad de vida es indiscutible, dado que redunda de forma directa en su crecimiento personal y habilidades, pero el beneficio también es constatable en el caso de los adultos.
"Nuestras necesidades visuales han cambiado. El sistema visual debería ir dando respuesta a esas demandas visuales pero, a veces, hay deficiencias que las gafas no resuelven", han argumentado desde la plataforma.
"Tenemos que leer al mismo tiempo en pantallas, con varias ventanas a la vez, en papel, colores y tamaños diferentes... demasiadas exigencias que se han acrecentado con la pandemia", ha aseverado Ondategui.
El mercado español y portugués
WIVI Visión estará presente en la red de ópticas del Grupo Cione en los mercados de España y Portugal. En una primera fase de implantación, Wivi Visión se desarrollará durante las próximas semanas en más de 50 ópticas de Primera Ópticos por toda España.
Posteriormente, una vez testado su desarrollo, el sistema se implantará en el resto de las ópticas del grupo, en España y Portugal.
El Grupo Cione es una cooperativa de "ópticos que hablan con ópticos" nacida en 1973. Desde entonces, lleva prácticamente medio siglo trabajando "por y para la salud visual de los españoles", con valores como la cercanía, la innovación, la profesionalidad, el rigor y la vocación por la salud visual como bandera.