El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado durante una comparecencia celebrada este viernes la remodelación del Ejecutivo, entre la que se incluye la unión de la secretaría de Estado de Función Pública, que hasta ahora dependía del Ministerio de Hacienda, al de Transformación Digital. 

Ante todas las quinielas presentadas estos días sobre quién sustituiría a Nadia Calviño al frente del Ministerio de Economía, finalmente, será Carlos Cuerpo, actual secretario general del Tesoro, el encargado. Mientras, la hasta hoy vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ocupará la vicepresidencia primera. 

"Estos cambios, motivados por lo que es una extraordinaria noticia para España, contribuyen a reforzar el alto perfil político y contrastada solvencia técnica del gobierno de coalición progresista, un gobierno que va a continuar impulsando la modernización de la economía y los avances sociales que necesita nuestro país", ha afirmado Sánchez durante su intervención. 

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Con esta decisión, José Luis Escrivá, que sonaba como uno de los posibles sustitutos de Calviño, se mantiene al frente del Ministerio de Transformación Digital, pero suma nuevas competencias, pasando a dirigir el recién denominado Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública. 

Con esta decisión, según el presidente del Gobierno, se pretende reforzar la apuesta por una "Administración moderna, más ágil, eficiente, que aproveche todas las oportunidades de la digitalización y la inteligencia artificial para mejorar la calidad de los servicios públicos". 

No obstante, todavía queda sin asignar la Secretaría de Digitalización e Inteligencia Artificial que, tras el anuncio de la marcha de Carme Artigas hace unos días. La anterior SEDIA anunció su vuelta al sector público tras la aprobación del codiciado Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, que tuvo lugar en la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. 

Los retos del nuevo ministro

Con esta nueva composición, Escrivá suma los retos procedentes de la Función Pública a los relativos a la Transformación Digital, que se ha convertido en una de las prioridades del Ejecutivo como herramienta clave para la modernización de la economía y la mejora de la coesión social y territorial. 

Así, el actual ministro se enfrenta a una etapa intensa, protagonizada, por ejemplo, por la consolidación de los PERTE que más dinero tienen asignado procedente de los fondos europeos o la materialización de las iniciativas puestas en marcha en los últimos años, entre otras.

También, al aterrizaje de la recién aprobada ley europea de IA y, por ende, de la puesta en marcha del sandbox o al impulso a la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, que empezó a operar hace apenas unas semanas. 

El nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública deberá afrontar, además, retos como la digitalización de la Administración Pública, el acompañamiento en el proceso de modernización de las pymes o el despliegue de las competencias digitales del conjunto de la ciudadanía.