La tribuna
El 'efecto Kurian'
El pasado año, Thomas Kurian sorprendió a propios y extraños abandonando Oracle -empresa en la que se había convertido en el 'número dos', mano derecha de Larry Ellison en todos los desarrollos técnicos y estando llamado a ser el futuro CEO de la firma- para pasarse a Google Cloud. Fue un movimiento particular por varios motivos. El primero, el hecho de que la filial de Google en la nube ya estaba dirigida por todo un peso pesado de la multinacional, Diane Greene. En segundo lugar, porque los resultados de esa división estaban siendo positivos, recortando distancias a AWS aunque es cierto que no al ritmo de su más inmediato rival, Microsoft Azure. Y en tercer lugar, porque dejaba huérfana a Oracle de su gran gurú del mañana, de nuevo debido a peleas y discusiones internas con Ellison, como ya sucedió antes con Marc Benioff, entre otros.
En cualquier caso, había mucha expectación por saber cuál sería el primer golpe de efecto de Kurian para mejorar el rendimiento de Google Cloud.... y la verdad es que su movimiento es más de 'pillo' que del genio que se presupone. Y es que la compañía de Mountain View acaba de anunciar una subida de precios del 20% en los planes de su G Suite, el compendio de herramientas de productividad que es, hoy por hoy, lo más utilizado de su catálogo en la nube. La subida -de 5 a 6 dólares al mes en el plan básico y de 10 a 12 en el avanzado- acerca las tarifas de Google a las de Microsoft Office 365 y se escudan en el aumento de servicios que ha experimentado G Suite desde su lanzamiento hace una década.
Lógica no le falta al bueno de Thomas Kurian, pero el paso al frente denota varias claves. La primera, que el precio ya no será lo más diferencial en la apuesta de Google Cloud, como venía siendo hasta ahora. Lo segundo, que si no hay fuga de clientes (que no parece), Kurian habrá logrado aumentar sensiblemente la facturación de su unidad sin hacer absolutamente nada nuevo (toda una lección de cómo manejar las licencias que seguro habrá aprendido en Oracle). Y tercero, que tocará seguir esperando al gran anuncio que sitúe a Google Cloud en la carrera ante el empuje de Azure, la reinvención de IBM-Red Hat y el reinado todavía hegemónico de Amazon Web Services.
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