Hacia una industria sostenible y descentralizada: estos robots crean 'stocks virtuales' con piezas 3D de gran tamaño
Ziknes democratiza la impresión 3D en metal con una solución de software y hardware que acorta los periodos de aprendizaje de la fabricación aditiva.
30 mayo, 2022 02:29Noticias relacionadas
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La impresión 3D es una de las piezas esenciales de la industria 4.0 y la urgencia en asumir modelos productivos más sostenibles y alineados con la Agenda 2030 hace necesario facilitar al sector industrial la tecnología necesaria para implementar este tipo de fabricación aditiva sin tener que invertir grandes cantidades de tiempo y dinero.
El proyecto disruptivo impulsado por la startup Ziknes viene a solucionar esta problemática y a convertirse en un compañero de viaje en la automoción, la alimentación o el oil and gas para incorporar la fabricación de piezas industriales mediante impresión 3D en sus sistemas productivos.
Ziknes irrumpe en este escenario para revolucionar el mundo de la fabricación industrial. "Gracias a la flexibilidad de la aditiva, hacemos que cualquier sistema de impresión que utilice robots industriales, se convierta en una impresora de piezas de grandes volúmenes", afirma a D+I Nacho León, CEO de Ziknes.
Reducir la curva de aprendizaje
"Con nuestro software se da solución total a los clientes, haciendo que imprimir con robots sea más fácil, intuitivo y flexible, sin importar el tipo de pieza o el sector, ofreciendo también un amplio catálogo de materiales", añade.
Su propuesta va encaminada en acortar los tiempos de aprendizaje de las empresas para poder utilizar su tecnología. "Nuestro software puede hacer que la curva de aprendizaje de uso de estas tecnologías tan novedosas sea mínima y desde el primer momento el cliente pueda estar produciendo su piezas".
"Por eso, nuestro proyecto incluye software y hardware; les facilitamos con qué imprimir y el software para hacerlo, de forma que se automatiza todo el proceso y generamos stocks virtuales que están muy alineados con los principios green manufacturing y los objetivos del Horizonte 2030.
Ziknes se ha decantado en primera instancia por el metal ya que son los integradores oficiales de Meltio en la Península Ibérica y han puesto en marcha su primera máquina, la Z-Metal One. Sin embargo, "nuestra visión va más allá, y lo que queremos es poder hacer lo mismo para la fabricación con plásticos, resinas o fibras", puntualiza el CEO.
"Nos hemos decantado hacia el metal, ya que la tecnología que usamos es una tecnología española de la empresa Meltio, que conocemos y que tiene muchas características que se encuentran dentro de nuestros valores de empresa, como son evitar el desperdicio de materiales, usar menos energía, ayudar a la descarbonización o favorecer a la descentralización, y sabemos lo que aporta al sector de la fabricación", explica León.
La empresa opera en estos momentos en el mercado español, pero estudia abrir departamento de ventas para poder empezar a explorar otros mercados europeos como Alemania, Inglaterra o Francia.
Latinoamérica, próximo objetivo
"Tampoco queremos dejar que pase mucho tiempo sin estudiar otros mercados al otro lado del charco. El mercado latinoamericano también es muy interesante para nosotros, ya que su industrialización no para de crecer y cada vez están más a la vanguardia de nuevas tecnologías de fabricación", argumenta el CEO.
Sin lugar a dudas, 2022 será un año marcado por la ampliación del equipo, con un departamento de ventas y otro de I+D. Para ello, Ziknes cuenta con un equipo formado por dos ingenieros.
Diego Cabañas es el CTO y está especializado en diseño mecánico e impresión 3D, y Nacho León, el CEO, es el programador de robots industriales, y atesora una dilatada experiencia profesional desde que a los 18 años montó su primera empresa de personalización de motos. Además, el equipo se nutre de un responsable de marketing y otro de la parte financiera.
Nacho León está convencido de que la impresión 3D es el futuro de la industria, pero manda un aviso a las Administraciones públicas para que doten a España del marco legal que propicie su implementación.
"Hacen falta tres cosas: lo primero son conocimientos de las empresas de las diferentes tecnologías y de sus bondades, por eso hablamos, en nuestro caso, de democratización de la impresión 3D con robots".
"Lo segundo son las ayudas públicas y privadas para promover el uso de estas tecnologías y favorecer a la evolución del tejido industrial. Aún vamos muy a la cola de países donde estas tecnologías son usadas día a día en infinidad de sectores como Alemania, Reino Unido, Francia o EEUU, donde Biden acaba de dar luz verde a ayudas para promover la industria aditiva".
Por último, el CEO de Ziknes pone el acento en las validaciones y homologaciones que las empresas que apuestan por la fabricación aditiva deben afrontar.
"La gran mayoría de veces las empresas solicitan documentos técnicos que acrediten que las características mecánicas de las piezas son las correctas, y esto es algo en lo que se está trabajando para que los procesos sean cada vez más sencillos y rápidos".