Ha sido una de las operaciones del año en el ecosistema nacional de startups. Este otoño Signaturit, una scaleup fundada en 2013 en Barcelona y especializada en soluciones de firma electrónica, ha vendido la mayoría del capital a Providence Equity, a través de su fondo Strategic Growth Europe. El desafío es convertir esta legaltech en un auténtico gigante europeo. Para ello, concentrarán sus inversiones en tres líneas principales: la diversificación de la cartera de productos, la expansión geográfica por el continente y el crecimiento inorgánico, a través de la compra de startups complementarias.
Siguiendo esta hoja de ruta, en un plazo de cinco años Signaturit podría convertirse en el primer unicornio europeo de firma electrónica. “Nuestro principal competidor internacional es la americana Docusign. En Europa hay muchas empresas locales pero todavía ningún gran player dominante a escala comunitaria. Ésa es nuestra oportunidad”, visualiza Zamora.
Como no podía ser de otro modo para una empresa como Signaturit, dedicada no solo a la firma sino también a la certificación electrónica y a la identidad digital, toda la operación se cerró en remoto.
“Una o dos semanas antes del confinamiento, viajamos a Londres y allí mantuvimos una reunión de una hora con Providence. Poco después se pusieron en contacto con nosotros, ya de forma telemática, para indicarnos que estaban interesados en entrar en la compañía. Toda la operación, incluyendo la due diligence y el 100% del papeleo, lo hemos hecho a distancia. No ha sido hasta hace unos días, una vez ya cerrada la operación y aprovechando un viaje de los ejecutivos de Providence a Madrid, que hemos vuelto a coincidir en persona”, asegura Juan Zamora, consejero delegado de Signaturit, que permanece como accionista minoritario de la sociedad. “Si algo así se puede cerrar a distancia, todo puede”, asegura.
La pandemia de la Covid-19 ha acelerado la adopción de las firmas electrónicas. “La primera semana del confinamiento multiplicamos por cuatro nuestra demanda, y a día de hoy seguimos en niveles muy superiores a los estándares”, afirma Zamora. “Sobre todo, hemos visto un impulso muy fuerte de nuestra solución online, un dashboard que no requiere integración y que está teniendo muy buena acogida entre las pequeñas y medianas empresas”.
Precisamente, uno de los planes de Signaturit de cara a 2021 será potenciar esa plataforma online, a la que recientemente han incorporado la firma cualificada, “que es el nivel más elevado de seguridad y legalidad”. Esta nueva funcionalidad, confía Zamora, les permitirá potencial las ventas cruzadas y también llegar a nuevos clientes del mid-market. “Aún queda mucho terreno que cubrir”, apunta su consejero delegado.
Asimismo, Signaturit pronto podría empezar a ver los frutos de su participación en el hub legaltech que se está creando en Barcelona. Es el primer nodo de empresas de este sector en Europa y cuenta con el apoyo de algunas organizaciones que actuarán como palancas para las startups, como Cuatrecasas o Banco Sabadell.
En la actualidad, en torno a un centenar de trabajadores de 14 nacionalidades trabajan en Signaturit. Esta scaleup cuenta con unos 2.800 clientes repartidos en 40 países y duplica su tamaño año a año. “Vivimos tiempos muy inciertos y es muy difícil hacer predicciones. Sí que tenemos muy claro que, pase lo que pase, nuestra principal prioridad debe ser mantener a toda la plantilla”, concluye Zamora.