La figura del mecenas tradicionalmente se ha asociado al mundo de las artes y las letras, pero este es un concepto que también está ‘sufriendo’ su propia transformación digital con la irrupción de los llamados ‘mecenas tecnológicos’. Así, Arquimea Group, a través de su empresa Kaudal acaba de lanzar la plataforma Orbita.k para impulsar la financiación, con fondos privados, de proyectos de I+D españoles.
Se trata de un instrumento financiero innovador: “No es un préstamo, ni se contrae una deuda con el inversor, ni se trata de un capital riesgo a cambio de una participación en la compañía”, explica a D+I Diego Fernández, presidente y fundador de Arquimea Group, unos días antes de que este 23 de marzo se lanzará esta primera convocatoria del fondo Orbita.k.
“Se trata de una financiación a fondo perdido, no es una subvención”, insiste Fernández. Y esto es así porque, en realidad, la inyección de capital en la empresa “entra como una factura en la compañía por la venta de un bien intangible: la deducción fiscal”. Y aquí está el quid de este mecanismo financiero.
El ‘mecenazgo tecnológico’ es un instrumento de inversión colaborativa, que canaliza nueva inversión privada a proyectos de I+D+i a partir de una estructuración basada en los incentivos fiscales aplicables a la investigación, el desarrollo y la innovación.
A través de este fondo, que en 2021 estima llegar a los 200 millones de euros, los inversores, es decir, los que compran estas deducciones fiscales, son empresas privadas que quieren apoyar proyectos de I+D+I. “Solo compramos deducciones fiscales de I+D, que es un bien intangible”. Las empresas que quieren desarrollar este tipo de proyectos innovadores “a veces no sabe ni que tiene este bien intangible” a su disposición.
Plataforma Orbita.K
“Llevamos cincos años realizando operaciones puntuales de este tipo, pero esta es la primera vez que lanzamos una convocatoria abierta a todas las empresas”. Para Fernández, este tipo de ‘mecenazgo’ es “fundamental en la recuperación económica” porque, aunque hay muchos fondos públicos europeos y nacionales, este lanzamiento es del sector privado: “Empresas privadas inyectan fondos al sistema de I+D español”.
Así, se van a financiar proyectos desde 250.000 euros hasta uno o dos millones euros anuales o plurianuales. Los recursos que obtendrán las empresas a través de Orbita.k serán como mínimo del 25% del gasto de los proyectos I+D y del 12% de los proyectos de innovación tecnológica.
Los tres requisitos que deben cumplir los proyectos para recibir estos fondos son que la empresa sea “intensiva en I+D, con un departamento propio y que invierta habitualmente en esta área; el proyecto debe “excelente” en innovación y, por último, tiene que “resolver problemas presentes de la sociedad”.
A través de la web de Orbita.K, las empresas pueden presentar una idea preliminar de sus proyectos para que los técnicos de Kaudal evalúen su interés, si sigue adelante ya se le pide una memoria más completa del proyecto. “En menos de un mes se cierra el acuerdo de compra de las deducciones, se firma un contrato y se empieza a abonar las deducciones a medida que se van generando”, explica Fernández.
Impacto social e internacional
El presidente de este grupo tecnológico apunta que una vez se fija la cuantía del proyecto de I+D, según la legislación española, se tiene de derecho a un porcentaje de deducción fiscal. Así, detalla que una vez se acredita esa deducción, la empresa emite una factura al mecenas, que la paga y, mediante un mecanismo autorizado por la Administración española, las deducciones asignadas al proyecto se transfieren a los mecenas.
De este modo, “aunque hay que hacer una serie de correcciones, la deducción fiscal es compatible con los fondos del CDTI o los de la Unión Europea” para proyectos de I+D, por lo que este instrumento de mecenazgo es “algo complementario” a estos tipos de financiación pública.
La convocatoria de Orbita.K es abierta a proyectos que no se hayan iniciado aún, pero también a proyectos que ya estén en desarrollo en la compañía y se quiera seguir investigando. “Buscamos proyectos ambiciosos para desarrollar nuevos productos o servicios, con impacto internacional”.
Fernández matiza que prefiere los proyectos de investigación a medio y largo plazo, “porque es donde está la investigación a alto nivel”. En este nivel, por ejemplo, entrarían aquellos proyectos del sector sanitario que requieren largos procesos de estudios clínicos.
Se podrán acoger a esta convocatoria empresas españolas, centros tecnológicos y entidades investigadoras españolas privadas que estén llevando a cabo proyectos punteros de I+D y de innovación tecnológica. Se buscan proyectos de todos los sectores, ya sea salud, medioambiente, agroalimentario, energía, industria e industria digital, espacio o biotecnología.
Experiencia previa en este tipo de financiación
“Llevamos entre cuatro y cinco años comprando deducciones fiscales, pero de forma puntual, empresa por empresa, proyecto por proyecto”. Así, en 2020 financiaron los proyectos de I+D de un total de 74 compañías por un importe de 100 millones de euros. “Hasta ahora no habíamos abierto la puerta a cualquier empresa con cualquier proyecto de I+D de España”.
La idea de abrir la convocatoria de Orbita.k es “no dejar fuera a empresas potentes con proyectos interesantes que tienen que ser financiados”.
La apuesta por el mecenazgo tecnológico se debe a que este mismo instrumento financiero es el que utilizaron desde Arquimea Group hace cinco años para financiar sus propios proyectos de I+D. Tras la experiencia, en este grupo decidieron crear Kaudal “para canalizar fondos de mecenazgo tecnológico a otras compañías” y así “gestionar tanto mecenas como proyectos de I+D”.
Para este programa, Kaudal está acompañado por la Fundación Pfizer, la Fundación Damián Rodríguez Olivares (DRO) y ASE-Acción Social Empresarial, que se unen al proyecto para “lograr una mayor difusión y alcance dentro del ecosistema del I+D+i” ante “la necesidad de impulsar la ciencia y la innovación para el desarrollo social y la recuperación económica”.
Estas fundaciones y asociaciones apoyarán proyectos en diferentes verticales innovadores. En este sentido, ASE-Acción Social Empresarial liderará las tecnologías innovadoras de alto impacto social, DRO se enfocará en el área de biotecnología y bioingeniería y Fundación Pfizer liderará la vertical de salud.